Madrid tiene ganas de jazz y uno de los mejores platos para saciar este hambre musical es sin duda Dee Dee Bridgewater (en la ilustración). Esta dama coqueta, madura, incansable y orgullosa de sus increíbles 64 años, la calva más bella de los escenarios, lleva más de 4 décadas deleitándonos con su voz... y lo que queda. Ganadora de varios premios Grammy y Tony, su personal interpretación de este género y su revisión de los clásicos, que -para ella- van desde Billie Holiday a Ella Fitzgerald pasando por Michael Jackson o James Brown, la han convertido en una de las figuras imprescindibles del jazz, y a finales de noviembre actuará en el Festival Jazz Madrid.

   Denese Garret nació bajo la influencia del Mississipi, en el Menphis de la estrenada década de los 50, rodeada de música, empapada de jazz, gracias a una madre que ponía una y otra vez los discos de Ella Fitzgerald, y a un padre trompetista y profesor, que enseñó entre otros a George Coleman, Booker Little y Charles Lloyd. Con semejante familia y trasiego en el hogar, sus días pasaron entre canciones, y su mayor y más frecuente compañía fueron músicos profesionales que guiaron su destino.

   Su voz fue su mejor billete para recorrer mundo y, en 1969, con 19 años recién cumplidos, de la mano de la Big Band de la Universidad de Illinois llegó a pisar incluso la Unión Soviética. Fue el principio de todo, Dee Dee había descubierto su poder. Al año siguiente, con 20 primaveras, Denese se casó y tomó el apellido de su marido, el trompetista -como no- Cecil Bridgewater, con el que se fue a vivir a Nueva York. La Gran Manzana le dio la oportunidad de debutar como solista en la famosa orquesta de Thad Jones y Mel Lewis. Era el año 1971 y su primera gran experiencia profesional. Rápidamente los conciertos se multiplicaron y las salas fueron aumentando de tamaño hasta que, en 1974, Dee Dee se vio colaborando con figuras consagradas del jazz como Sonny Rollins, Dexter Gordon o Max Roach, entre otros.

   Todo había sucedido fácil y rápido. Sin embargo, su curiosidad le hizo buscar otros sonidos más allá del Jazz. Soul, funk, blues, góspel, ritmos afroamericanos, no importaba el estilo si no su potencial y así, probando nuevas fórmulas, comenzó su andadura en Broadway de la mano del musical The Wiz. Su interpretación de Glinda, la bruja buena, le valió inmediatamente el reconocimiento de la crítica, y un Premio Tony. Pero, a pesar del éxito, el público se le resistía, y en 1984, estando de gira en París con la obra “Sophisticated ladies”, Bridgewater decidió no regresar.

   La capital francesa la acogió en seguida como no había conseguido que hicieran, durante todos estos años, en su tierra natal. Ignorada en el mundo del jazz americano, Dee Dee se refugió a orillas del Sena durante 2 décadas, y sin abandonar este género, la cantante montó su propio grupo con el que recorrió varios festivales europeos, se volcó en el musical y viajó por Tokio, Los Ángeles o Londres. A Glinda le siguieron las interpretaciones de la mismísima Billie Holiday en “Lady Day”, luego Carmen en la nueva visión del clásico de Bizet, “Carmen Jazz”, y por fin, Bridgewater se convirtió en la primera mujer de color que interpretó a Sally Bowles, mundialmente conocida hasta entonces por la actuación de Liza Minelli, en la versión revisada de Jerome Savary de “Cabaret”.

   En 1995, su disco homenaje al pianista Horace Silver la llevó, cual hija pródiga, de vuelta a Estados Unidos con una gira que, por fin, caló en la audiencia americana. Con el corazón dividido entre dos países pero un nombre y una voz por fin consagradas, Dee Dee volvió a mirar al pasado, a recordar cómo empezó todo con su disco “Dear Ella” (1997), demostrando en pleno apogeo de su éxito, tener los pies bien anclados en la tierra. Esta revisión de la música, que había mamado de su madre, le supuso dos premios Grammy a los que sumaría en 2011 el del mejor álbum de jazz por Eleonora Fagan: “To Billie with love from Dee Dee Bridgewater” (2010), en honor a la cantante Billie Holiday.

   Hoy, son las nuevas voces del jazz las que rinden homenaje a esta mujer, y sueñan, como su hija China Moses -una de las figuras emergentes más importante de este género-, con ser como ella. Una diva que cada vez que sube a un escenario sorprende, cuyos puntos fuertes son la improvisación -imprescindible en el jazz-, y una seguridad propia de un animal escénico en todos los sentidos. Su vozarrón y su presencia hacen de sus conciertos un recuerdo difícil de borrar, de esos que pasada la noche, e incluso varios días de rutina después, vuelven a nosotros y, sin darnos cuenta, nos hacen sonreír.

PD (nº1) ¿utópica?: Desgraciadamente, las entradas para su concierto del próximo 26 de noviembre de 2014, en el Festival de Jazz Madrid, se han agotado nada más salir a la venta. Desde Mi Petit Madrid, nos preguntamos si habría alguna posibilidad para que se organice otro concierto ya que nadie sabe cuándo Dee Dee Bridgewater volverá a la Villa. Porfitas…. Mientras tanto, puedes seguir los pasos (re)creativos de DEE DEE BRiDGEWATER, conéctate a su web, su Facebook y su Twitter.

PD (nº2) solidaria: Dee Dee es embajadora de buena voluntad de la FAO, la organización de las Naciones Unidas que lucha contra el hambre en el mundo.

                                   (De Lidia Martín, el 05 de noviembre de 2014)

Referencias útiles:
FESTiVAL JAZZ MADRiD

¿CUÁNDO? Del 04 al 26 de noviembre de 2014.

¿DÓNDE?
(1) En el Auditorio de Espacio Conde Duque
Calle del Conde Duque, 9-11 
28015 Madrid
914 800 401
M Argüelles / San Bernardo

(2) En la Sala Clamores
Calle de Alburquerque, 14
28010 Madrid
914 457 938
M Bilbao

(3) En el Círculo de Bellas Artes
Calle de Alcalá, 42
28014 Madrid
913 605 400
M Sevilla / Banco de España

(4) En el Teatro del Instituto Francés
Calle del Marqués de la Ensenada, 10-12
28004 Madrid
917 004 800
M Colón

(5) Y en salas de La Noche en Vivo (también en Facebook y Twitter).

¿CUÁNTO? Puedes consultar las tarifas de los conciertos aquí.

Para saberlo todo sobre el FESTiVAL DE JAZZ MADRiD, conéctate a su web, su Facebook y su Twitter.

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