"David Bowie ha muerto en paz rodeado de su familia después de una valiente batalla de 18 meses contra el cáncer. Mientras que muchos de ustedes compartirán esta pérdida, les pedimos que respeten la privacidad de la familia durante el tiempo de duelo", reza el mensaje publicado en la cuenta oficial del artista. Para rendirle homenaje, Mi Petit Madrid vuelve a publicar el post que se publicó el pasado mes de noviembre con motivo del estreno del documental “David Bowie is”.

   Intentar contar la vida y obra de un artista como David Bowie puede ser una locura. De él han dicho que elevó la música a categoría de arte, que creó el Glam Rock, que se supo reinventar como pocos, que su voz, su transgresora estética y sus letras con halo intelectual revolucionaron la cultura popular y, de paso, le valieron 2 Grammy, 2 Brit Awards, decenas de discos de platino y oro, estar en el Salón de la Fama del Rock en 1996, recibir la Orden de las Artes y las Letras francesas en el 99, y vender más de 136 millones de discos. Es una de las personalidades más importantes del Reino Unido, uno de los mejores artistas del mundo y una de las más destacadas voces de todos los tiempos. Después de abandonar las giras en 2004 y desaparecer del mapa durante casi un década, sacó un nuevo disco, “The Next Day”, sin hacer demasiado ruido, en 2013. Y ahora vuelve con el documental “David Bowie is”, un resumen en gran pantalla de la esencia del compositor, grabado en la noche de clausura de la exposición homónima (antes de salir de gira mundial), en el Victoria and Albert Museum de Londres, que durante 2013 acaparó todas las miradas y carteras al batir records de velocidad de venta. Trajes, curiosidades, objetos nunca vistos, material personal, canciones manuscritas, ilustraciones, vídeos y amigos hechos película, que podrá verse en (pocos) cines madrileños y sólo durante un día, el próximo Jueves 27 de noviembre de 2014. (Petit) homenaje musical a un genio universal a través de sus canciones.

“STARMAN”
(Originalmente del álbum “The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars”, 1972)

   No hay artista al que se le pueda relacionar más con una estrella -en todos los sentidos- que a Bowie. Su brillo nació el 8 de enero de 1947 en Brixton, un barrio londinense al sur del río Támesis. David Robert Jones vino al mundo en una familia formada por una acomodadora de cine, de ascendencia irlandesa, llamada Margaret Mary “Peggy”, y un publicista de la ONG Barnardo’s de nombre Haywood Stenton.

   Dicen que era una niño superdotado y que, con apenas 8 años, su voz y su habilidad con la flauta llamaron la atención de los profesores del coro de la escuela, que al año siguiente se quedaron boquiabiertos al ser testigos de unos bailes que calificaron de “sorprendentes y vistosamente artísticos”. Con 13 años, la emoción del jazz del West End le enganchó al saxofón y a la música para siempre mientras estudiaba también arte, diseño, trazado y composición tipográfica. Pero, en el 63, con 16 añitos, Bowie se dejó de tonterías. Abandonó la escuela y comunicó a su madre que quería ser una estrella del pop. La mujer echó tantas chispas que le consiguió inmediatamente un trabajo como electricista que, sin embargo, no sirvió para apagar la luz de un artista, que ya había empezado a deslumbrar. 

   Su primer destello real fue el single “Liza Jane”, que sacó en 1964 junto a su banda adolescente The King Bees. Luego, llegó su primer álbum “David Bowie” (1967), pero no fue hasta el 69 con su siguiente trabajo, “Space Oddity”, cuando Bowie apuntó maneras y marcó un camino de éxito ya sin retorno. De hecho, en 1973, se convirtió en el artista con mayores ventas en el Reino Unido al llegar a tener a la vez 6 discos en la lista de los más vendidos.

“CH-CH-CH-CHANGES”
(Del álbum “Hunky Dory”, 1971)

   Es sin duda la estrella de rock más camaleónica. Los cambios han marcado su carrera y fomentado su leyenda, desde sus primeros pasos musicales, en los que variaba de grupo como el que cambia de chaqueta, pasando entre los 15 y los 18 años por formaciones tan efímeras y variopintas como The Kon-Rads, The King Bees, The Manish boys, Lower Third, The Buzz y The Riot Squad, tocando con ellas blues, soul, o folk y soñando con ser los Rolling, The Who o The Velvet Underground.

   Lo mismo pasó con sus representantes, a los que despachaba con una facilidad pasmosa, lo que le costó más de un disgusto económico, pero le hizo llegar a donde ha llegado. En 1975, Bowie despidió a su por entonces manager Tony Defries teniendo que soltar millones de dólares de futuras ganancias en una compensación más que generosa. Cuentan que, durante una semana, se pudo escuchar el llanto del músico encerrado en su ático del West 20th Street.

   En cuanto a estilos musicales, el polifacético artista ha probado desde el soul iniciático al rock acústico y hard rock, atreviéndose incluso con el funky, el ambient, la música electrónica o new wave, hasta el rollo más industrial, techno y con ritmos drum and bass.

   Sus compañeros más fieles hasta el momento, y que no cambia por nada, han sido su productor de toda la vida Tony Visconti, sus hijos Duncan y Alexandria y su actual mujer Iman con la que lleva la friolera de 24 años.

“SPACE ODDiTY”
(Del álbum “Space Oddity”, 1969)

   Fue su primer gran éxito. Bowie ya había probado suerte en el mundo de la música, pero este single de julio del 69, le llevó más allá de las estrellas, más concretamente, al top 5 de las listas británicas. ¡Bowie lo clavó! Sacó la canción sólo 5 días antes del lanzamiento del Apolo 11, y claro, unos listos realizadores de la BBC decidieron usar el tema como fondo para la cobertura de la llegada del hombre a la luna. ¡Momentazo!

   Mucho tiempo después, en 2009, su primogénito, Duncan Jones, se estrenó dirigiendo “Moon”, una película de ciencia ficción que narra la soledad de un trabajador de una base minera en la ¡luna!. Su ópera prima fue nominada a 7 premios de cine independiente y ganó en 2010 un premio BAFTA al debut más importante de un realizador británico.

“ZiGGY STARDUST”
(Del álbum “The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars, 1972)

   Ziggy es uno de los mejores alter ego de la cultura popular, un extravagante y andrógino personaje, en plena exaltación del Glam Rock, que dejó clara la inteligencia de un músico, que consiguió que la mayoría se tragara su invención. Bowie tenía tablas en esto de interpretar. Con apenas 20 años, su pasión por lo bohemio le llevó a unirse al circo como aprendiz de Lindsay Kemp, un bailarín y mimo que le enseñó a crear personajes para mostrarse al mundo.

   Stardust nació de una mezcla de Iggy Pop y Lou Reed, para transformarse en el supremo ídolo del pop pero con aspecto de acabar de aterrizar de Marte. El siguiente paso del compositor fue teñirse el pelo de rojo y meterse totalmente en el papel que le lanzó al estrellato... tanto que durante un tiempo Bowie llegó a creerse su personaje y a dudar de su cordura y de su sexualidad (mientras vendía más de 1 millón de copias).

   En 1976, un nuevo alter ego sustituiría al señor Stardust: The Thin White Duke, que llevaría a Bowie a Berlín Oeste para huir del escándalo y su adicción a las drogas. Allí compartió piso con su amigo Iggy Pop y empezó a trabajar con Brian Eno en una colaboración, que duró más de una década. Su nuevo hogar y sus refrescantes amigos cambiaron el sonido del músico hacia un estilo ambiental y minimalista dando lugar a la conocida Trilogía de Berlín: “Low” (1977), “Heroes” (1978) y “Lodger” (1979).

   Paralelamente, el artista también se desdobló con sus papeles en el cine. Desde su temprana participación en el cortometraje “The Image” de 1969, interpretando a un joven fantasma, a su primer papel protagonista, muy en su estilo, encarnando a un extraterrestre en “El hombre que vino de las estrellas” (1976). También pisó Broadway con “The Elephant Man” (1980-1981), y destacó al compartir pantalla con Ryuichi Sakamoto en “Merry christmas, Mr. Lawrence”, en 1983; con Catherine Deneuve y Susan Sarandon en una de vampiros, “El ansia”, en 1983; con su pequeño cameo en el musical  “Absolute beginners” en 1986; como Poncio Pilatos en “La última tentación de Cristo”, de Scorsese, en 1988; como Andy Warhol en “Basquiat” (1996); interpretándose a sí mismo en “Zoolander” (2001); o incluso con su aparición estelar, o mejor dicho, con su voz peculiar en “Atlantis SquarePantis” (2007), la primera película de Bob Esponja.

“LiFE ON MARS?”
(Del álbum “Hunky Dory”, 1971)

   Con esta canción que habla de los más raros del planeta, Bowie definía una identidad perturbadora, andrógina, cambiante y repleta de misterio, que fue puliendo con el tiempo y alcanzando cotas hasta esquizofrénicas. Uno de sus rasgos diferenciadores más característico son esos ojos que le dio, no dios, sino su amigo del colegio, George Underwood, un día de 1962 que, por una cuestión de faldas, le arreó un puñetazo con anillo incluido. El golpe le llevó directo al hospital. Fueron 4 meses de ingreso y varias operaciones para salvar la vista y, aunque lo lograron, a Bowie le quedó una percepción defectuosa de la profundidad y una pupila eternamente dilatada. A pesar de todo, los jovencitos hicieron las paces y con el tiempo Underwood llegó a diseñar alguna de las portadas de los primeros discos del cantante. Al fin y al cabo, a él le debe uno de sus máximos sellos de identidad.

   Un poco marciana también fue su supuesta relación con el nazismo. Todo surgió con un incidente en 1976 en Victoria Station, cuando un fotógrafo cazó a Bowie realizando, al parecer, el saludo nazi. Algo que él justificó al decir que le pillaron a medio camino del gesto de “hola”. Aún así, algún que otro comentario profascista se le escapó a Bowie en estos años, de los que se excusó culpando a su alter ego The Thin White Duke y, sobre todo, a su pasado enganche a la cocaína.

“REBEL REBEL”
(Del álbum “Diamond Dogs”, 1974)

   “Rebel Rebel” nació ya en Estados Unidos, donde se trasladó Bowie en 1974 con un aspecto demacrado y escuálido, debido en parte a su adicción. Fue su despedida del Glam y un legado musical en forma de chute de energía, porque es poner esta canción y uno piensa que todo merece la pena. Es de esos temas con los que te levantas, ya sea para bailar, o para rebelarte… como hizo él, con las ideas muy claras, cuando en los primeros años 60 y con una de sus incipientes primeras bandas, King Bees, Bowie, ni corto ni perezoso, mandó una carta a John Bloom, un empresario de moda con importantes contactos entre famosos y políticos, al que directamente le pedía: “Haz con nosotros lo mismo que ha hecho Brian Epstein con The Beatles, y de paso, un millón más”. Bloom invitó al desconocido cantante a tocar en una de sus fiestas y le presentó a Leslie Conn, que poco después se convirtió en el primer mánager de Bowie.

“HEROES”
(Del álbum “Heroes”, 1977)

   En 1977, Bowie cantaba “Podemos ser héroes”, y en su nombre artístico, ya había incorporado uno. Tan ilustre apellido se debe a James Bowie, un mercenario estadounidense conocido por defender El Álamo durante la Revolución de Texas de 1836, que enfrentó a mexicanos y secesionistas, en su mayoría colonos estadounidenses como él. El valiente soldado dio nombre y fama a un cuchillo de grandes dimensiones por una leyenda según la cual, estando gravemente enfermo y postrado en la cama del hospital, fue atacado. Dicen que el mercenario murió ahí mismo, luchando hasta el final. Al joven David le encantó la historia y se la quedó para siempre.

“CHiNA GiRL”
(Del álbum “Let’s Dance”, 1983)

   El vídeo de “China Girl” llegó a ser censurado, provocando -como siempre- el efecto contrario al lograr que la MTV lo emitiera sin parar. Al parecer, el artista se inspiró en su amigo Iggy Pop, que andaba completamente perdido por una mujer vietnamita. Si aquí la protagonista es una chica asiática, en la vida de Bowie la nacionalidad es lo de menos y destaca su tranquilidad ya que el músico no ha sido dado a escándalos en estos temas. Lo máximo fueron unas declaraciones del 72 en las que afirmó ser bisexual, y que luego matizó al calificarlas en 1983 como “un error, una compulsión por burlar los códigos morales, más que un verdadero estado biológico y psicológico del ser”.

   Hoy, todos relacionamos a Bowie con la modelo somalí Iman. Pero antes ocuparon su lugar Hermione Farthingale, uno de sus primeros amores veinteañeros en su época de mimo; Angela Barnett, una modelo y actriz que conoció en el 69, con la que se casó sólo 1 año después y con la que tuvo en 1971 a su primer hijo, Duncan Zowie Haywood Jones. Su relación acabó en 1980 y una década después, Iman llegó a su vida. Bowie confesó que la misma noche en que la conoció ya estaba pensando en el nombre de sus futuros hijos. Y llegaron, pero con calma. El 15 de agosto de 2002 nació Alexandria Zahra Jones.

   A pesar de vivir rodeado de tanta belleza, los rumores sobre su sexualidad han seguido dando que hablar. Más aún en los años en que su aspecto andrógino era total. De hecho, el artista aprovechó su look femenino para la portada de su tercer disco “The man who sold the World” (1970), en la que Bowie aparece recostado luciendo un favorecedor vestido que además se llevó a todas y cada unas de las entrevistas de promoción.

“LET’S DANCE”
(Del álbum “Let’s Dance”, 1983)

   Un baile tuvo la culpa. El de una prima de Bowie, emocionada con el ritmo de “Hound Dog” de Elvis Presley, que dejó impactado a un jovenzuelo que, desde entonces, asumió el poder de la música y empezó a comprar discos cada vez que reunía algo de dinero.

   A la impactante coreografía de “Let’s Dance” le siguieron otras y a lo largo de su carrera Bowie ha bailado con muchos otros artistas, como el movidito tema “Dancing in the Street”, en 1984, junto a Mick Jagger; o su colaboración con John Lennon con quien coescribió en 1975, “Fame”, de su disco “Young Americans”, su primer éxito en Estados Unidos y del que él mismo dijo que era el álbum definitivo del plastic soul -término usado por los músicos negros para designar a los blancos que tocaban soul-. De hecho, marcó un cambio radical en su estilo, que despistó a sus seguidores a los que dejó atónitos con su siguiente trabajo “Low” (1977), en el que colaboró con Brian Eno. También ayudó a Queen a crear en 1981, al parecer de manera rápida y casual, el que se convertiría en número uno de ventas, el inolvidable “Under Pressure”.

   Tinar Turner, Arcade Fire, Tv on the Radio, Alicia Keys, Scarlett Johansson, Nine Inch Nails, Perl Jam, Neil Young o Placebo son otros de los artistas de una larga lista de sinergias musicales. De hecho, en 1997, Bowie celebró sus 50 añitos, en el escenario del Madison Square Garden de Nueva York, rodeado de muchos de los grandes: Lou Reed, Sonic Youth, Robert Smith, Billy Corgan, Frank Black o Dave Grohl. ¡¡¡Bufff!!!

   Definitivamente, David Bowie is…

PD anecdótica patria: El 20 de noviembre de 1975 puede que también sea siempre recordado por Bowie. A punto de empezar una entrevista para el programa London Weekend Television, llegó la noticia de la muerte del dictador Francisco Franco, lo que paralizó emisiones y grabaciones. A Bowie le pidieron retrasar su intervención pero el artista se negó en rotundo.

                             (Post de Lidia Martín, publicado el 20 de noviembre de 2014)

Referencias útiles:
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PD: Ilustración by Tutticonfetti.

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