El 30 de junio de 1887, la Reina Regente y viuda de Alfonso XII, doña María Cristina, se puso sin duda sus mejores galas para acudir a la inauguración de la Exposición de las Islas Filipinas -por entonces colonia española-, en el Parque (municipal desde 1868) del Retiro. Para la ocasión, las autoridades habían encargado a Ricardo Velázquez Bosco un invernadero que mantuviera con vida las flores y plantas tropicales del archipiélago y, por extensión, las relaciones coloniales en peligro de extinción. Detrás de su elegante fachada translúcida, pensada como un esqueleto de hierro cubierto de piel de vidrio para desafiar las leyes climáticas del cielo madrileño y diplomáticas del imperio castizo, el Palacio de Cristal se irgue como fiel testigo de la historia (política) de la Villa, iluminando las tardes del Retiro y las miradas de sus admiradores.

   Inspirándose en el Crystal Palace del Hyde Park londinense, un impresionante edificio (de 580 metros de largo, 137 de ancho y 34 de altura), construido en 1851, para la primera gran Exposición Universal del mundo, por Joseph Paxton (que curiosamente no era arquitecto sino paisajista), el arquitecto burgalés, Ricardo Velázquez Bosco (1843-1923), ideó una versión más modesta (o proporcional al poder geopolítico de la España del siglo XIX), pero no menos majestuosa. Gracias a sus 54 metros de largo, 28 de ancho y 22 de altura (para poder acoger las exóticas palmeras filipinas), al friso exterior de azulejos (obra de Daniel Zuloaga), y al lago artificial en el que se sumergen las escaleras que parten del pórtico neoclásico, el Pabellón Estufa consiguió generar el efecto invernadero deseado; y la vida y la admiración se dieron cita el día de su estreno.

   Huelga decir que la idea inicial de desmontarlo, una vez acabada la Gran Exposición, para trasladarlo a Manila cayó en el cajón del olvido; y, al poco tiempo, el propietario efímero del Palacio acristalado, el entonces Ministerio de Ultramar, entregó la reluciente joya del Retiro al Ayuntamiento de la Villa. A partir de 1891, el Círculo de Bellas Artes empezó a celebrar, cada dos años, su famosa Exposición Nacional, en el recinto diáfano hasta que, en 1898 (el año del desastre), la institución cultural pidió la concesión del Palacio de Cristal para convertirlo en sala de exposición permanente. Pero, debido a las condiciones del pliego, que exigían al concesionario que realizara “las obras de mantenimiento necesarias para la perfecta conservación de la construcción”, la “catedral de vidrio” se quedó en manos de la municipalidad.

   El Palacio de Cristal cambió de siglo sin pena ni gloria, y se quedó solito viendo pasar el tiempo (como la Puerta de Alcal) hasta que, dejando de lado por un instante los asuntos culturales, pasó a protagonizar un acontecimiento político histórico. El 10 de mayo de 1936, las Cortes, que se habían quedado pequeñas para albergar a la asamblea mixta de los diputados y compromisarios, se reunieron en el romántico Palacio del Retiro para proceder a la votación, proclamación y toma de posesión del nuevo presidente de la República. Manuel Azaña (1880-1940), como candidato único a la Presidencia de todos los partidos que formaban el Frente Popular, fue elegido Presidente de la (Segunda) República con 754 votos (de los 874 diputados votantes). Sin saberlo nadie, aquel episodio marcaría para siempre el destino del Palacio. La obra de Velázquez Bosco fue abandonada a su suerte durante 40 largos años. Pero, en 1975, todo cambió y se llevó a cabo una reparación integral que devolvió al Palacio su aspecto original y al Retiro, su monumento más emblemático.

   Desde 1990, el Palacio de Cristal es sede del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y el mejor envoltorio para sus exposiciones temporales de arte contemporáneo como la actual “Splendide Hotel” de la artista francesa Dominique Gonzalez-Foerster. Se trata de una instalación que da vueltas a los eternos conceptos de espacio - tiempo, mezclando el mundo real y el onírico para superar el primer significado de los objetos. Una mirada al pasado, más concretamente al año en que el Palacio de Cristal fue construido, 1887, que también coincide con el nacimiento de Marcel Duchamp y de Le Corbusier, y con la inauguración de un hotel nombrado en el poema “Après le Déluge” (1886) de Rimbaud y donde, al parecer, veraneaba Marcel Proust, que, según palabras de la artista, constituye “el año de nacimiento de nuestro universo” (posmoderno).

                                        (De Lidia Martín, el 08 de octubre de 2014)

Referencias útiles:
PALACiO DE CRiSTAL
En el Parque de El Retiro
Paseo de la República de Cuba, 4
28009 Madrid
M Ibiza / Retiro

Horario de invierno: de 10h a 18h (de octubre a marzo).
Horario de verano: de 10h a 22h (de abril a septiembre).
PD: Abierto todos los días, excepto los 01 y 06 de enero, el 01 de mayo, y los 24, 25 y 31 de diciembre.

Para seguir los contemporáneos pasos (re)creativos del PALACiO DE CRiSTAL, conéctate a la web del MUSEO REiNA SOFíA (también en Facebook y Twitter).

PD nº1: Ilustración by Joaquín González Dorao.

PD nº2: (Mi Petit) Semana de la Arquitectura también te cuenta la historia del COAM y de la Casa de las Flores.

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