“Coco Chanel trajo a las mujeres la libertad y él les dio el poder”. Así describió a Yves Saint Laurent, Pierre Bergé, el compañero sentimental y socio profesional del famoso modisto francés, el día de su muerte por un tumor cerebral. “YSL fue un revolucionario de la alta costura. En el plano estético, creativo e, incluso, en el sociológico, porque ha sabido acompañar la evolución de las mujeres”, añadió recordando los 40 años de creación del que, de adolescente, ya imaginaba cómo sería su propia casa de costura y hasta tenía pensado el nombre: “Yves Mathieu Saint Laurent Haute Couture Place Vendôme”.  Lo que para otros hubieran sido precoces sueños de grandeza, en su caso fueron casi premoniciones. Recién cumplidos seis años de su muerte, el pasado 01 de junio de 2008, la historia del provocador genio, que el cine nos devuelve este mes en dos películas ¿antagónicas?, pervive llena de hitos.

   Hijo mayor de Charles y Lucienne, Yves Henry Donat Mathieu nació el 1 de agosto de 1936 y pasó toda su juventud, junto con sus 2 hermanas, en Orán (Argelia), al margen de los conflictos bélicos que orquestaron el resto del mundo. Rápidamente las 3 mujeres de la casa se convirtieron en sus musas. Yves pasó de confeccionar ropa para las muñecas de Michèle y Brigitte a diseñar vestidos para toda la familia. Alentado por su madre, en 1953, el discreto adolescente de 17 años mandó 3 bocetos al Concurso anual dirigido a jóvenes diseñadores de moda, convocado por el Secretariado internacional de la Lana y ganó el primer premio (o el tercero, según las fuentes)... Tendría que ir a París para recibir su premio…

   Durante la entrega, a principios de 1954, el modisto en ciernes conoció a Michel de Brunhoff, el director del Vogue francés, que le convenció para que siguiera adelante con su vocación: la moda femenina. Entonces, después de acabar el instituto, dejó su Argelia natal y se instaló en París para matricularse en la escuela de la Cámara Sindical gala de la Alta Costura.  Nada más llegar, Michel de Brunhoff le presentó a Christian Dior (1905-1957), que le reclutó al minuto y medio. Pero, apenas pudieron trabajar juntos dos años. La repentina muerte del creador del New Look colocó inesperadamente a Yves (después del rechazo de Pertegaz) al frente de la emblemática Maison. Tenía 21 años.

   El que pasó a ser, casi del día a la mañana, el couturier más joven del mundo, presentó su primera colección,  llamada “Trapèze”, en enero de 1958 y cosechó un éxito descomunal, que le convirtió casi en un héroe nacional e hizo llorar a los asistentes al desfile de presentación. Ese mismo año conoció a Pierre Bergé, a quien solo había visto un momento, en el entierro de Dior. Sería el principio de una historia que se escribió para siempre a 4 manos: las creativas de Yves y las empresariales de Pierre.

   Yves seguía trabajando en Dior cuando le llamaron para el servicio militar pero nunca llegó a ponerse las botas. Un colapso nervioso le obligó a pasar más de 2 meses en un sanatorio. Cuando salió, había perdido mucho peso y sufría una seria adicción a los barbitúricos (que duraría más de 20 años). La empresa le despidió en 1960. Una vez más, Bergé, que nunca dudó del potencial del genio ni de su capacidad para triunfar juntos (incluso en los momentos más difíciles de su relación, cuando el modisto se hundía en bajones anímicos o se abandonaba al living la vida loca), fue decisivo y resolutivo: había que fundar una Maison propia, con su nombre.

   En 1961, con un eficaz logotipo de 3 letras entrelazadas, se presentó la casa de costura que haría historia y revolucionaría el vestuario femenino. “Chanel y Dior eran gigantes, pero Saint Laurent es un genio”, dijo Diane Vreeland, la directora de Vogue USA. Un genio que, en vez de lámpara maravillosa tenía lápiz y agujas, creó el trench, el esmoquin y el traje pantalón femeninos, el mono, las primeras transparencias, la chaqueta sahariana, la túnica… Lo que antes eran códigos masculinos ahora ya no valían. La mujer podría ponerse lo que quisiera.

   También fue el primer creador de alta costura en lanzar una línea de prêt-à-porter, llamada Yves Saint Laurent Rive Gauche, en 1966, año en que descubrió la magia de la ciudad de Marrakech, a la que se uniría para siempre. Junto con Bergé, compró una casa en la Medina, a la que el modisto se retiraba el 1 de diciembre y el 1 de junio de cada año para diseñar sus colecciones de Primavera/Verano y Otoño/Invierno del año siguiente. Y, de hecho, Marruecos será un referente constante en el imaginario Saint Laurent, junto con Rusia, Japón, India, China o España.

   La revolución sexual, los Beatles, el universo Warhol… Los 60 y los 70 fueron los años cumbre del creador, capaz de posar desnudo ante el objetivo de Jeanloup Sieff para promocionar su primer Eau de toilette para hombre, sencillamente llamada “Pour Homme”. En cuanto al mundo del arte, apasionó al tándem Saint Laurent-Bergé. Mientras que las colecciones de costura se empapaban de Mondrian, Matisse, Picasso, Van Gogh o Braque, la pareja fue acumulando una considerable colección privada de piezas extraordinarias, de las que más de 700 (valoradas en 300 millones) fueron subastadas en el Grand Palais de París en 2009 y sus beneficios destinados, según anunció Bergé, a financiar proyectos de investigación en la lucha contra el sida en África.

   La obra de YSL tampoco se entiende sin sus colaboraciones con los mundos del teatro, el cine y el ballet, que le permitieron trabajar junto con François Truffaut y Buñuel, y vestir a Isabelle Adjani, Jeanne Moureau y a quien se convertiría en su amiga íntima y musa de por vida, Catherine Deneuve.

   En 1983, las creaciones de YSL fueron objeto de una exposición retrospectiva en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York. La muestra, la más grande jamás dedicada a un diseñador vivo y capitaneada por la feroz editora Diane Wreeland, logró reunir a un millón de visitantes. En ese momento, nadie hubiera podido imaginar que, exactamente diez años después, la corporación Elf-Sanofi se haría con el grupo Yves Saint Laurent.

   Poco a poco, YSL se fue retirando. Primero, dejó de diseñar las colecciones de prêt-à-porter en 1997 y la dirección artística de mujer quedó en manos de Alber Elbaz y la de hombre en Hedi Slimane. Y, cuando el grupo Pinault-Printemps-Redoute (PPR) se convirtió en el nuevo dueño de la empresa en 1999, el diseñador cansado aguantó cuatro años más (¿por contrato?) hasta el adiós definitivo para dedicarse exclusivamente a las actividades de la Fundación Pierre Bergé-Yves Saint Laurent, que conserva 5.000 vestidos de alta costura,  150 accesorios, croquis y todo tipo de objetos con los que se organizan exposiciones temáticas y actividades educativas y culturales.

   Entonces, el grupo PPR decidió cerrar la Alta Costura y la línea de prêt-à-porter pasó a ser dirigido, primero, por Tom Ford, luego por Stefano Pilati y, por fin (y hasta hoy) por Hedi Slimane, cuya primera colección, con el grunge como inspiración, levantó tantas ampollas como el hecho de que el nombre de la Maison perdiera el “Yves” y se quedara en “Saint Laurent”.

   Dos películas repasan ahora la trayectoria del genio del esmoquin. La primera, “Yves Saint Laurent”, que se estrena hoy, Viernes 19 de septiembre de 2014, cuenta -a diferencia de la otra- con el visto bueno de Pierre Bergé. Dirigida por Jalil Lespert y protagonizada por un fantástico Pierre Niney, hace un repaso ¿sin censura? a toda la vida y obra del creador examinando sus altibajos emocionales, sus adicciones a las drogas, sus musas, sus amistades peligrosas y sus clubes nocturnos. Para su realización, el director no solo tuvo acceso a los archivos de la Casa sino que pudo utilizar vestidos originales para las escenas de los desfiles.

   En cuanto a la segunda, titulada “Saint Laurent”, dirigida por Bertrand Bonello y protagonizada por el (guapísimo y nos quedamos cortos) Gaspard Ulliel, se estrenará el próximo 24 de septiembre, pese al mosqueo supino de Pierre Bergé. La cinta, que tuvo buena acogida en el Festival de Cannes (no ganó premio pero tampoco la pusieron a caldo), retrata al modisto en la cima de su gloria (y en sus momentos más destructivos) y revive su relación con Jacques de Bascher, el primer ‘it boy’ francés en la terminología actual, que se relacionó con Karl Lagerfeld y que hizo enloquecer a Saint Laurent.

   Definitivamente, ¡habrá que ver las dos!

PD nº1 cinematográfica:
(1) La película “Yves Saint Laurent” de Jalil Lespert se estrena hoy, Viernes 19 de septiembre de 2014, a las 21h15, en El Cuartel by City Lights, en el marco del programa de actividades “Madrid es Moda en Conde Duque” (Calle Conde Duque, 9-11; M. Precio: 8 euros aquí).

(2) En cuanto al “Saint Laurent” de Bertrand Bonello, se estrenará el próximo 24 de septiembre en todo el mundo.

PD nº2 juguetona: ¡A jugar con los recortables del diseñador! Cuando era apenas un niño, Yves Saint Laurent se hacía sus propios recortables con las revistas de su madre, Vogue, Jardin des Modes o Paris-Match. Recortaba las siluetas de sus modelos favoritas y las vestía con ropas y accesorios de papel qué el mismo inventaba, ayudándose de las tijeras, el pegamento y la tinta. Parte de esos recortables (11 muñecas, cerca de 443 vestidos y 105 accesorios) están a disposición del público en la web de la Fundación Pierre Bergé Yves Saint Laurent (aparte de toneladas de información acerca de la vida y obra del artista). Y, ahora, ¡a jugarrrrrrr!

                                   (De Abigail Campos,el 19 de septiembre de 2014)

Referencias útiles:
Para saber más sobre YVES SAiNT LAURENT, conéctate (en francés y en inglés) a la web de la FUNDACiÓN PiERRE BERGÉ / YVES SAiNT LAURENT (también en Facebook y Twitter).

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