Hermano de Juan el Apóstol (el supuesto coautor del Evangelio) e hijo de Zabedeo y, posiblemente, Salomé, Santiago el Mayor (5 a.C.-44 d.C.), considerado por la cristiandad como el primer evangelizador de Hispania (más en la teoría que en la práctica) y, por extrapolación, como “Matamoros”, no solo es el celebrado Patriarca de Galicia sino también el a menudo olvidado Patrón de España. Crónica sentimental de un santo peregrino, que (ante todo) formó parte del círculo íntimo de Jesucristo.

   Cuentan las confusas narraciones de los primeros años de la cristiandad que el Mesías, además del nombre, le asignó a Jacobo las tierras ibéricas para predicar el Evangelio. Si la historia no dice qué tal le fue el viaje, la tradición afirma que, después de cruzar todo el mediterráneo, el apóstol desembarcó en la ciudad galaica de Iria Flavia (situada en la confluencia de los ríos Sar y Ulla), para nada. Sí, contra todo pronóstico, su acción predicadora resultó ser un auténtico fracaso, según el autor de la Leyenda Dorada, Santiago de la Vorágine. Y, al cabo de un tiempo, al ver que no había logrado “reclutar” a más que 9 discípulos, dejó en España a 2 de ellos para que siguieran sembrando las palabras de Dios, tomó consigo a los otros 7, y se volvió para casa, en Judea (1), sin saber que, siglos después, el “Campo de Estrellas” (Compostela) se convertiría en su morada póstuma.

   Para regresar a su tierra natal, Santiago y sus nuevos compañeros de viaje atravesaron la península ibérica por el Valle del Ebro donde, dicen, el santo agotado moral y físicamente recibió el consuelo de la Virgen María (por supuesto), que le mandó construir un templo (que posteriormente se materializaría en la Iglesia de Nuestra Señora del Pilar, en Zaragoza), sin decirle lo que le deparaba el futuro próximo. Nada más llegar a Palestina, el rey de Judea, Herodes Agripa, le arrestó, torturó y decapitó sin miramientos, “convirtiéndole en el primero de los apóstoles en sufrir martirio”. Al oír la real prohibición de enterarle, 2 de sus (pocos) discípulos, Atanasio y Teodoro, robaron el cuerpo y la cabeza de su maestro e instalaron su sepulcro de mármol en una barca, que a pesar de no tener tripulación, llegó milagrosamente (no hay otra explicación) hasta... Iria Flavia (actual Padrón).

   Obviamente a caballo entre lo fantástico y lo mitológico, la figura de Santiago, muchas veces ambigua, se confundió, durante mucho tiempo, con la de otro Santiago y apóstol, el apodado “el Menor” (no por serlo en edad sino por entrar a formar parte de la “Toplist” de Jesús más tarde que “el Mayor”). Pero, todo cambió a principios del siglo IX cuando, en un contexto de imperiosa necesidad de “todo tipo de apoyos legitimadores” en la lucha contra el invasor musulmán, apareció el cuerpo de Santiago, literalmente, por debajo de las piedras. A partir de ese momento, el culto al apóstol olvidado durante 8 siglos se impuso tanto al  pueblo como a los Cruzados casi por sí solo y con la ayuda de la Iglesia que transformó al santo en una eficaz herramienta o, mejor dicho, arma de evangelización masiva: primero, contra los “infieles” durante la Reconquista (de ahí, el famoso grito de guerra “Santiago y cierra, España”); y, luego, contra los “indios” cuando España “descubrió” América (donde Santiago, declarado “luz y patrón de las Españas”, por los católicos Fernando y Isabel, pasaría a nombrar numerosas ciudades del Nuevo Mundo).

   Hoy en día, en cambio, el nombre de Santiago (como contracción del castellano antiguo Sant Iago), el “primer peregrino de los peregrinos”, se asocia exclusivamente con el Camino (o los Caminos). ¡Ultreia!

PD: En 1617, Santiago perdió su título de Patrón de España cuando el papa Urbano VIII declaró oficialmente a Santa Teresa de Jesús (1515-1582) como nueva patrona. Pero los partidarios de Santiago pensaron en voz (muy) alta, “¿Una mujer, patrona del país? Como que no”, y se revocó lo acordado al año siguiente. Con el tiempo, la fundadora de las carmelitas descalzas pasaría a ser “patrona de los escritores” y, en 1970, se convirtió en la primera mujer elevada por la Iglesia Católica a la condición de Doctora de la Iglesia.

Referencias útiles:
DíA DE SANTiAGO APÓSTOL en Madrid

¿CUÁNDO? El Viernes 25 de julio de 2014.

¿QUÉ?
(1)
- Misa Solemne, a las 19h30;
- Procesión, a las 20h30, con salida en la Plaza de Santiago y recorrido por las calles de Santiago, Espejo, Arrieta, San Quintín, Vergara y Santa Clara.

(2) A nadie le amarga un dulce, ¡cómete una tarta de Santiago!

¿DÓNDE?
(1) En la Real Parroquia de Santiago (y San Juan Bautista)
Calle de Santiago, 23
28013 Madrid
915 480 824
M Ópera

(2) ¿En tu casa?

Para saberlo sobre SANTiAGO APÓSTOL en Madrid, conéctate a la web  de la PARROQUiA DE SANTiAGO (también en Facebook); y a la web de la ASOCiACiÓN DE AMiGOS DE LOS CAMiNOS DE SANTiAGO DE MADRiD (también en Facebook).

Fuentes:
- “Santiago el Mayor”, de La Enciclopedia Católica Online, sin fecha.
- “Lo imaginario y lo real en la figura de Santiago”, in El Camino de Santiago y la Sociedad Medieval, de Javier García Turza, 2000 (1).
- “La vida del apóstol Santiago” para el blog Camino de Santiago, 2013.

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