Paquita es farmacéutica y cosmetóloga, está a punto de cumplir los 85 años y tiene un escote que no lo tuve yo ni al 7 años cuando empezaban a aparecer mis primeras pecas... Desde los años 50 (cuando abrió su primera farmacia en Valencia), fabrica sus propias cremas porque ella misma tenía un cutis muy delicado y, como bien confirma Paquita, “el mayor atractivo de una mujer es la piel”… Relato de una experiencia en primera persona.

   Tengo genes suizos -por herencia paterna- y una piel de papel. Con frecuencia me echan más años de los que en realidad tengo, porque las patas de gallo tan características que tenemos las rubias llegaron a mi vida cuando cumplí los 27 y decidieron quedarse a vivir conmigo para siempre. Mira que he intentado deshacerme de ellas con tratamientos, cremas, exfoliantes, todo lo que he pillado y nada… Cada día parecían más contentas y eran más y más, hasta que conocí a Paquita. Para mi sorpresa, Paquita, en muy poco tiempo, consiguió mejorar y redibujar mi cara, que ya contaba con muchas horas de sol, muchos jet lag y muchas risas a cuestas…

   Desde hace muchos años, Paquita atiende todos los miércoles, durante una media de 6 horas, a todos los clientes y clientas que acuden a su establecimiento en el barrio de Salamanca. Preocupados por sus arrugas, sus alergias, su acné o una incipiente caída del cabello, van a sus establecimiento y esperan lo que haga falta, como si fueran a Lourdes. Y no es para menos porque Paquita obra milagros: “A mí, que espere tanto la gente me da apuro, pero los clientes son pacientes y me dicen: usted no se preocupe, explique bien el tratamiento, que nosotros esperamos”, explica ella, con una elegancia y una educación que a veces se echa de menos…

   Y así, miércoles tras miércoles, ataviada con una bata blanca y una lupa gigante, mira atentamente la piel de cada persona. Primero, tienes que girar la cabeza hacia un lado, después hacia el otro, después observa tu escote y ausculta tu cuero cabelludo. Entonces, esperas ansiosa su diagnóstico, que la mayoría de las veces te deja patidifusa. Ella, con toda naturalidad, averigua todas las horas que has disfrutado del sol sin preocuparte de si llevabas protección o no, los litros de agua que bebes, las vitaminas que te faltan, las noches que llegas a las 4 de la madrugada de una fiesta y te desmayas en la cama sin desmaquillarte…

   Paquita que, con el tiempo, se especializó en extractos vegetales -por lo que no es raro que las plantas sean los ingredientes principales de sus cosméticos-, siempre está en busca y captura de un nuevo descubrimiento. ¿El último? Las células madre que, según sus palabras, son capaces de regenerar las células que han muerto en nuestro organismo: “Es muy bonito quitar granos o eliminar una irritación, pero a mi lo que más me gusta es quitar o atenuar las arrugas de señoras de 70 años que piensan que no tienen solución y que, a la semana, vuelven entusiasmadas para darme las gracias”.

   Para mi sorpresa, el precio de las cremas no es caro: oscila entre los 10 y los 33,40 euros la más cara (la de células madre). El envase en el que las venden es de plástico y lo fabrican ellos mismos. Paquita me explica que “en ocasiones el envase, si es de cristal o tiene un sofisticado diseño, encarece las cremas, aunque en la mayoría de los casos las personas que venden las cremas obtienen un beneficio del 500 por cien”.

   Su hijo Jerónimo (de pie en la ilustración), que la acompaña de Madrid a Valencia y de Valencia a Zaragoza en sus consultas semanales en todas sus tiendas, ha heredado la pasión por las cremas y el laboratorio que tiene su madre. Le pregunto por qué ahora las mujeres tienen problemas de calvicie y me confirma que “efectivamente, cuando yo empecé en este mundo, hace 20 años, trataba la caída del cabello en hombre y en monjas, que al quitarse la toca comprobaban horrorizadas que se estaban quedando calvas. Ahora, el 70 por ciento de las personas que tratamos son mujeres de entre 35 y 60 años, mujeres que suelen estar estresadas compaginando el trabajo en la oficina y en casa y la mayoría de las veces no se alimentan de manera adecuada”. Para las personas que noten que el pelo comienza a caer, me recomienda la loción de espirulina, fabricada con cáscara de naranja, porque activa la circulación en la raíz del cabello.

   La consulta es gratuita, pero tiene lista de espera, por lo que es imprescindible pedir cita… y la experiencia, os lo aseguro, merece la pena.

                                              (De Carla Pulín, el 21 de enero de 2014)

Referencias útiles:
COSMÉTiCOS PAQUITA ORS
Calle de Velázquez, 20
28001 Madrid
915 778 517
M Velázquez
PD: También existen tiendas en Zaragoza, Valencia y Barcelona. Consulta la lista de tiendas Paquita Ors para encontrar la que está más cerca de tu casa... o compra online.

Consultas: los Miércoles con Paquita y su hijo Jerónimo, de 16h30 a 21h30; y los Viernes con Jerónimo, de 16h30 a 21h30. PD: Imprescindible pedir cita.

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