Es pequeñito, muy pequeñito, tanto que si uno va medio despistado podría pasar por su lado y no verlo, pero estaría cometiendo un grave error. Desde principios de diciembre de 2013, hay un rinconcito de Uruguay en el centro de Madrid y, contra todo pronóstico, se llama Buon Giorno Principessa…

   Damian llegó hace 11 años a España en busca de nuevos horizontes sin poder imaginar que conocería al amor de su vida en su país natal. “Hace unos años, yo decidí regresar a Uruguay y pasé allí un tiempo -me explica él mientras me sirve un asado de tira con una pinta extraordinaria-. Y, estando allí, conocí a Tefy y…”. Y se enamoraron. Pero las relaciones a distancia son muy complicadas y, hace 2 años, “Tefy, de Estefy” -me aclaran- se puso el mundo por montera: abandonó un buen trabajo en una empresa de publicidad, familia y amigos y cruzó el charco para estar con Damian.

   Una vez en España, las dos almas gemelas siguieron buscándose la vida hasta que un episodio de una de las series favoritas de Damian, concretamente “Cómo conocí a vuestra madre”, les cambió la vida. En uno de sus capítulos, los protagonistas entran en una cafetería y deciden que les gustaría tener un bar en el que sentirse bien. Bueno, pues estos dos jóvenes uruguayos, también: “Queríamos crear un lugar en el que la gente pudiera tomar algo como lo toma cuando está en su casa”, es decir, con tranquilidad y entre amigos. “Nosotros cocinamos y atendemos a la gente como lo haríamos si vinieran a visitarnos al hogar”, me dice Tefy, y la verdad es que la naturalidad con la que han entablado conversación conmigo, es la mejor prueba de ello.

   Entonces, mientras Damian trabajaba de administrativo en una compañía telefónica, Tefy visitaba locales. Y, un día, después de algún que otro chasco, se enteró de que traspasaban un local pequeñito de comida 100% artesanal y productos naturales, El Pain Blanc; y que su dueña, Sally, lo cerraba porque estaba sola y ya no daba más de sí. “Cuando lo vimos, nos gustó muchísimo, tanto, que casi no hemos hecho cambios en la decoración, sólo lo hemos personalizado”, me confiesan ambos. ¡Y de que manera más original! 

   Todo te hace sentir como en el office de una vivienda, desde la parte heredada (barra de mármol, mesas color madera y una alacena típica de casa rural o revista de decoración que te da la bienvenida desde lo alto) hasta la parte aportada por Damian y Tefy que habla y desvela sin tapujos la personalidad de esta pareja. Si miras bien, se les puede “desnudar” o, al menos, saber de qué pie cojean.

   En un lado de la pared, se codean Marilyn Monroe, Dalí, Mick Jagger, la rana Gustavo, Paul McCartney y Amélie. “Compartimos los mismos gustos, aunque debo decir que antes de conocerme Tefy no tenía ni idea de que la película de Jean-Pierre Jeunet existiese” apunta Damian con la complicidad de su novia. En el otro, un póster de “la Vida es Bella” de Roberto Benigni nos revela el secreto del nombre del local que, al principio, iba a ser un sitio de cafés y dulces que se llamaría Bakery Road en homenaje al disco “Abbey Road” de los Beatles (sí, los dueños son mitómanos y no les duele reconocerlo). Pero, poco a poco, la idea fue moldeándose y evolucionó hacia la de un local en el que se pudiera comer un dulce, pero también algo salado y, ya puestos, un plato del día con productos frescos adquiridos en los comercios de la zona. Entonces, se dieron cuenta de que bautizarlo como una pastelería no tenía sentido y cuando faltaba muy poco para la inauguración del local, la parejita de empresarios no tenía ni idea de cómo iba a llamarse. La casualidad hizo que se fuesen de viaje familiar a Italia y se enamorasen de la musicalidad del idioma. El resto… cuelga de la fachada: Buon Giorno Principessa, una de las frases más vitalistas del cine y leitmotiv de Roberto Benigni en “La Vida es Bella”.

   Colgadas encima de una televisión Telefunken de los años 60, hay una serie de fotografías en blanco y negro. Se ven antiguas y lo son. “Son de mi abuela Nidia cuando tenía 18 años -cuenta Tefy-. Las tomó todas con esa cámara que está colocada en la alacena”. Miro hacia donde me indica y veo una cámara de, por lo menos, los años 30: “Me la trajo mi hermano hace poco, cuando vino de visita”. La abuela de Tefy vive en Uruguay, tiene 80 años y no sé si se imagina que ahora los madrileños la ven cada día mientras le hincan el diente, a una empanadilla de pollo, un cup cake casero, una galleta de azúcar o una tarta salada. Estas son algunas de las sabrosas cosas que se pueden pedir en el local, aunque su plato estrella es algo que no encontrarás en ningún otro sitio de la ciudad: CHiViTO!!!! Un plato típico uruguayo (a base de filete de ternera, jamón york, lechuga, tomate, mozarella, bacon, mahonesa y huevo frito) del que doy fe que hay verdaderos fans. Blanca, por ejemplo, sentada a mi lado en la barra, quien al verlo en la carta casi salta del taburete de la emoción: “Me encanta el Chivito. ¡No puedo creer que lo hagan aquí! -les dice con una sonrisa gigante- Voy a traer a mi novio para que lo pruebe porque no hago más que hablarle de él. Me habéis hecho muy feliz”.

   Así es, por lo que observo, la gente que entra en este coqueto rincón con corazón uruguayo, sale contenta. Yo, también. ¿Y tú? ¡Pásate! y lo compruebas.

PD nº1 Dog friendly: Al entrar, encima de la barra, hay un bote de galletas con forma de hueso, de esas que se les da a los perros cuando se les quiere mimar. Damian y Tefy tienen un perro que se llama Jagger (como el cantante de los Rolling Stones –de nuevo mitomanía-) y desde que han llegado al barrio, pretenden hacerse amigos de los canes de los demás.

PD nº2 Beer friendly: Para los amantes de la cerveza. En Buon Giorno Principessa se sirve cerveza La Virgen (artesanal y madrileña 100%)… ¡De grifo! Ah, y para los alérgicos a la lactosa… tienen leche de soja.

                                                       [De Noemí, el 17 de diciembre de 2013]

Referencias útiles:
BUON GiORNO PRiNCiPESSA (BGP)
Calle del Acuerdo, 39
28015 Madrid
915 941 438
M San Bernardo

Horario:
De Lunes a Viernes: de 8h30 a 21h00 (aprox).
Los sábados: de 9h a 16h.

Precio medio: de 0 a 10 euros (lo más caro que te encuentras en su carta vale 8 euros).
Plato del día: 6,50 euros. Lo cambian cada día según la compra del mercado.

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