MUJERES OLViDADAS DE LAS ARTES
by SUE CHRiSTiAN
MUJERES OLViDADAS DE LAS ARTES
by SUE CHRiSTiAN
Amante del color, Sue Christian, madrileña de nacimiento “y por casualidad”, comenzó estudiando fotografía en un primer intento de capturar la esencia de todo aquello que le fascinaba, pero poco a poco acabó decantándose por el diseño y la ilustración, que compagina apoyándose en el uso de las nuevas tecnologías. Suyos son los cinco retratos de Dora Carrington, Camille Claudel, Augusta Savage, Kati Horna y Nelly Bly que se expondrán a partir de hoy, Martes 28 de noviembre de 2017, dentro del marco de las actividades que se desarrollan en el Espacio de Igualdad Clara Campoamor, centradas en rescatar las historias de las mujeres olvidadas en diferentes ámbitos de la vida: ciencias, arte, literatura, política... (Petit) Homenaje a 5 mujeres fundamentales de las Artes.
(1) Dora Carrington, la pintora libre
Dora Carrington (1893-1932) rompió con todos los tabúes de la vieja Inglaterra, llevando una vida absolutamente libre y contraria a las normas sociales establecidas. Honesta, pura, disparatada, sensible y bisexual, su vida dio un vuelco el día que conoció a Lytton Strachey (1880-1932) con el que mantuvo una intensísima relación sentimental platónica...
Dora de Houghton Carrington nació el 29 de marzo de 1893 en Hereford, una ciudad de los Midlands del oeste de Inglaterra. De niña, idolatraba a su padre, un hombre viajero y dialogante, al tiempo que odiaba a su madre, a quien consideraba una mujer demasiado ordenada, severa, puntillosa, dominante y común. Desde muy joven, mostró una inclinación por huir de los convencionalismos, una tendencia que se vio aupada cuando viajó a Londres gracias a la beca que obtuvo para ingresar en la Slade School of Art.
En la capital británica, Carrington, como le gustaba hacerse llamar, comenzó a frecuentar a los miembros del Círculo de Bloomsbury, que reunía a jóvenes, artistas, influyentes, bohemios y grandes cuestionadores de la existencia y los roles de género. Fue precisamente ahí donde conoció a Lytton Strachey, su más fiel -emocionalmente hablando- compañero de vida, pero la homosexualidad del escritor inglés y por lo tanto su incapacidad para ofrecerle un amor completo, hizo de la vida de Dora un compendio de luces y sombras. Aunque Dora y Lytton siempre vivieron bajo el mismo techo, en 1921 la pintora se casó con Ralph Partridge sin dejar de disfrutar de sus numerosos amantes, entre los que había hombres y mujeres. Un tipo de vida que resultaba extremo hasta para los insumisos del grupo de Bloomsbury.
En 1932, cuando Strachey murió de cáncer, Carrington intentó poner fin a su vida ahogándose con monóxido de carbono en el interior de su coche. Si su marido llegó a tiempo para salvarla, no lo consiguió cuando Dora decidió pegarse un tiro en la cabeza. Tenía 39 años. Unos días antes de morir, escribió: “Dicen que tenemos que mantener nuestras pautas y nuestros valores vivos. Pero ¿cómo voy a poder yo, si solo los conservaba por ti? Todo era por ti. Amaba la vida únicamente porque tú la hacías tan perfecta; y ahora ya no queda nadie con quien contarse chistes o hablar de Racine y de Moliere, de planes, de trabajo y de la gente”.
Carrington fue una experimentada retratista y paisajista, que se pasaba el tiempo pintando sobre todo aquello que tuviera a mano: lienzo, cojines, vajillas, tejas, paredes..., pero no le daba importancia a su obra. Siempre reacia a exponer y a ser catalogada dentro de un determinado estilo, prefería regalar sus cuadros a sus amigos a ser reconocida. Y cuando necesitaba dinero, hacía trabajos de decoradora e incluso alguna ilustración. A pesar de su incuestionable talento, más que su faceta artística, en su época llamaba la atención su libre y desacomplejada manera de vivir. No fue hasta los años 70 cuando se rescató su obra del olvido.
(2) Camille Claudel, la escultora maldita
Delicada, bella, inteligente, orgullosa, radiante y tremendamente talentosa, Camille Claudel (1864-1943) fue una de las primeras mujeres escultoras de la Historia, y acabó sus días recluida en el manicomio de Montdeverges donde permaneció a la fuerza los últimos 30 años de su vida. La vida es injusta ¿o es la Historia?
Desde bien pequeña Camille Claudel comenzó a dar muestras de su gran habilidad moldeando barro, pero lo que empezó siendo un juego para ella, acabó convirtiéndose en una obsesión. En 1883, gracias al apoyo de su padre y pese a la férrea oposición de su madre (quien concebía para ella una vida hogareña, como se esperaba de las jóvenes de la época), la joven ingresó en la Academia Colarossi en París, donde daba clases el maestro Auguste Rodin (1840-1917) quien, fascinado por el talento y la belleza de su estudiante de 19 años, no dudó en incluirla en su equipo de trabajo.
Si Rodin fue quien le permitió perfeccionar su estilo y convertirse en una gran escultora, también fue el responsable de que nunca se la reconociese como tal. La obra de Camille era poderosa y llena de expresividad, y la discípula, musa y amante, no tardó en igualar e incluso superar a su maestro. Sin embargo, los tremendos prejuicios de la época hicieron que fuera difícil que se la viera como una artista, pero sí fácil como la amante del genio, y pronto comenzó a decirse que ella no era la auténtica creadora de su obra, sino que detrás estaba la mano del genio, por supuesto, masculino (a pesar de que hubiera más obras de Rodin realizadas por Camille que al revés).
En 1892, por muchas promesas de amor, Camille entendió que Rodin nunca dejaría a su esposa, y después de casi 10 años de relación sentimental y profesional, rompió con el escultor. Entonces, la artista volcó toda su frustración en su trabajo, pero como apenas tenía dinero para costear su vida, acabó viviendo casi en la indigencia, encerrada en su taller y sufriendo repetidas crisis nerviosas. Fue entonces cuando dicen que enloqueció, y su madre, quien había desarrollado un odio acérrimo hacia ella, decidió encerrarla en un sanatorio mental.
Las últimas cartas, que escribió Camille, dibujan a una mujer muy cuerda, consciente de que tenía todo en su mano para ser feliz y suplicando que la sacaran de ahí, pero nadie hizo nada. La artista murió en el 19 de octubre de 1943 tras 30 años de encierro, en los que, por deseo explícito de su hermano mayor, nadie de su familia fue a verla.
(3) Augusta Savage, la activista del arte
“No he creado nada realmente bonito o verdaderamente definitivo, pero si he podido inspirar a alguno de esos jóvenes a desarrollar el talento que sé que poseen, entonces mi monumento estará en sus obras”. La vida de la escultora afroamericana Augusta Savage (1892-1962), nacida a finales del siglo XIX, séptima de 14 hijos y madre a los 16, no debió ser fácil. Sin embargo, su currículum deja claro que nunca se rindió ante lo que parecía ser su inevitable destino.
Augusta Christine Fells nació en Florida el 29 de febrero de 1892. Siendo niña comenzó a demostrar dotes por modelar figuras en arcilla, pero su padre, ministro metodista, se opuso a que desarrollara una carrera como artista. Lejos de obedecer las órdenes paternas, la joven siguió modelando barro y realizando figuras que no pasaban desapercibidas, y en 1921, después de dos matrimonios (del segundo tomó el apellido Savage) y con una hija pequeña, Augusta se mudó al barrio neoyorquino de Harlem para estudiar arte en la Cooper Union, donde realizó en tres años el curso que duraba cuatro.
En 1923, le concedieron una beca para ir a estudiar a Francia, pero, al descubrir que era negra y ante las protestas de un grupo de estudiantes blancos, se la retiraron. En lugar de achantarse, Augusta, lo tomó como una reto. Comenzó a enviar cartas a los medios locales denunciando el racismo discriminatorio de los programas de arte, y en 1929, realizó la escultura “Gamin” (“niño” en francés), que le cosechó buena fama, y por fin, consiguió estudiar en Francia.
En 1932, al volver de Europa para instalarse de nuevo en Nueva York, donde era (y es) considerada una de las primeras artistas impulsoras del movimiento conocido como Renacimiento de Harlem, Augusta comenzó su activismo social y artístico compaginando su carrera como escultora con su faceta de educadora. Pese a la Gran Depresión y a los problemas intrínsecos que acarreaba la población afroamericana, la década de los 30 le fue favorable: se convirtió en la primera artista negra en formar parte de la Asociación Nacional de Pintores y Escultores, dirigió el Centro Comunitario de Harlem y le encargaron realizar una escultura en conmemoración a la influencia de los afroamericanos en la música para la Feria Mundial de Nueva York de 1939.
Al acabar la II Guerra Mundial, perdió su puesto como directora del Centro Comunitario de Harlem. Sin dinero para realizar sus obras, Savage decidió retirarse a una granja en una pequeña ciudad de campo donde, alejada de todo movimiento cultural, se dedicó a escribir relatos y a enseñar escultura a niños en campamentos. No volvería a Nueva York hasta 1962 para estar con su hija en el momento de su muerte a causa de un cáncer, el 26 de marzo.
(4) Kati Horna, la fotógrafa anarquista
Robert Capa (1913-1954) no fue el único fotógrafo extranjero que documentó magníficamente el horror de la Guerra (in)Civil Española. Junto a él, estaba Kati Deutsch (1912-2000), amiga de la adolescencia y pareja efímera del fotógrafo, con la misión de retratar la situación de los pueblos colectivizados de Aragón. Y como él, cuando llegó a España, la fotógrafa, judía exiliada y anarquista de apenas 24 años, ya llevaba una carrera muy interesante a sus espaldas y proyectaba otra aún más rica de futuro.
Ser una joven judía húngara de buena familia con intereses artísticos no era algo favorable en el centro de Europa a medida que avanzaban los años 30. Kati Deutsch pudo dar cuenta de ello cuando, después de estudiar fotografía en Berlín en 1933 y ante la imparable llegada del nazismo, tuvo que huir a París, donde se reencontró con su amigo Endre Ernö Friedmann aka Robert Capa, terminó su formación como fotógrafa y comenzó a trabajar para varias agencias de noticias.
Claramente comprometida con el ideal republicano, Kati se centró en capturar tanto la mirada del miliciano antes de llegar a primera línea del frente como (y sobre todo) la inmensa tristeza y fuerza de las viudas y de los niños hambrientos. Entre sus series, una de las más tiernas y simbólicas es sin duda la de las “madres combativas” amamantando a sus hijos y en la que puede verse un resquicio de humanidad entre tanta barbarie. Y poco a poco Kati se convirtió en la fotógrafa de los rostros anónimos, del sufrimiento y la miseria, pero también de la luz y la esperanza.
En 1939, Kati volvió a París, pero ante la amenaza nazi, decidió exiliarse a México con el amor de su vida, José Horna (que había conocido en España durante la contienda). Nada más llegar a su país de adopción, Kati Horna comenzó a frecuentar los círculos de artistas e intelectuales surrealistas mejicanos, lo que le permitió explorar magníficamente esa corriente artística, y se hizo muy amiga de las también artistas Remedios Varo y Leonora Carrington con las que colaboró en muchos proyectos y publicaciones vanguardistas, hasta llegaron a vivir juntas en la llamada Colonia Roma.
Kati Horna, cuya obra, cargada de magia, temas extraordinarios, máscaras y fetiches, enamoró a muchos de los creadores más significativos de los años 60, murió muy mayor en el año 2000, dejando un inmenso legado fotográfico, que sigue sin ser tan conocido como debería.
(5) Nellie Bly (retratada aquí), la periodista feminista
Cuando Julio Verne la invitó a superar el reto de su Phileas Fogg dando la vuelta el mundo en menos de 80 días, el escritor francés no sabía con quien estaba hablando. En efecto, a pesar de su edad, la joven Nellie Bly (1864-1922), de 25 años e intrépida periodista del New York World (del magnate Joseph Pulitzer) ya había hecho historia en el mundo del periodismo de investigación, haciéndose pasar por enferma en un hospital psiquiátrico, para narrar la brutalidad y miseria de estos siniestros lugares; por una empleada en una empresa de cajas, por una criada en familias ricas...
Elizabeth Jane Cochrane nació el 05 de mayo de 1864 en Pensilvania, en el seno de una familia numerosa. Entonces, cuando su padre murió, la pobreza azotó a los muchos hermanos y hermanastros que tenía, y Jane tuvo que abandonar sus estudios de maestra. Obligada a buscar trabajo en un país que bullía como nunca, pero en el que a las mujeres les tocaban trabajos paupérrimos para sobrevivir, Nellie consiguió entrar a trabajar en un periódico local, gracias a su brillante respuesta por carta a un artículo altamente misógino que el periódico había publicado unos días antes.
Nada más empezar, cambió su nombre y firmó sus artículos como Nellie Bly, pero al verse adjudicada la sección de temas “femeninos”, decidió abandonar el periódico para viajar al brutal México del dictador Porfirio Díaz, donde pasó 6 meses como pudo. Y a su vuelta, la joven, que acababa de cumplir 21 años, se plantificó en Nueva York con su reportaje, y el New York World la contrató. Fue ese diario donde firmó sus crónicas más celebres, aunque sin duda lo que la colocó en lo más alto de la fama mundial fue su reto de mejorar la marca de Phileas Fogg.
“Tú no podrás hacer eso”, le espetó su editor cuando la joven le propuso la idea. ¿Sus argumentos? “Primero porque eres una mujer y necesitarás protector, y además, aunque pudieras viajar sola, necesitarías tanto equipaje que te sería imposible ir rápida”. “Muy bien”, contestó ella, “manda a un hombre que salga ya... yo partiré el mismo día y lo escribiré para otro diario”. El 14 de noviembre de 1899, salió sola con una pequeña maleta y 200 libras escondidas en sus bolsillos, ante una grandísima expectación, que se transformó en júbilo cuando, 72 días después, consiguió superar el reto llegando a Nueva York el 25 de enero de 1890. De aquel viaje surgieron un montón de crónicas que se recogieron en el libro Around the world in seventy two days.
En 1895, Nellie Bly contrajo matrimonio con un magnate 40 años mayor que ella, y a la muerte de su marido, intentó hacerse cargo de sus negocios, pero fracasó, y regresó al periodismo, donde cubrió acontecimientos tan importantes como la Manifestación de las Sufragistas en Washington de 1913 o la Primera Guerra Mundial, que la convirtió en una de las primeras reporteras de guerra femeninas. Nellie Bly falleció a causa de una neumonía el 27 de enero de 1922. Tenía 57 años.
Finalmente, además de los retratos y biografías de estas fascinantes mujeres, la exposición de Sue Christian cuenta con una cartel en blanco para que los visitantes que lo deseen escriban los nombres de las mujeres que consideren han sido fundamentales para la humanidad y a las que la Historia no las haya situado donde realmente se merecen. De ese modo, la muestra seguirá construyéndose de manera colectiva.
(De María Glück, el 28 de noviembre de 2017)
Referencias útiles:
MUJERES OLViDADAS DE LAS ARTES
¿CUÁNDO? Del Martes 28 de noviembre al Jueves 14 de diciembre de 2017, de Lunes a Viernes, de 10h a 14h y de 16h30 a 20h30.
PD: Visita guiada: el Lunes 11 de diciembre, de 10h30 a 12h30. Se requiere inscripción.
¿QUÉ? Inauguración de la exposición “Mujeres Olvidadas de las Artes”, de Sue Christian.
¿DÓNDE? En el Espacio de Igualdad Clara Campoamor (en la ilustración)
Calle de María Martínez Oviol, 12, 2ª
28021 Madrid
917 109 713
M Cruce Villaverde
¿CUÁNTO? Entrada libre.
Para saber más de la muestra, conéctate a la web del MADRiD CULTURA (también en Facebook y Twitter).
[Volver a Mi Petit Pinacoteca, Callejero o Blogosfera]
Amante del color, Sue Christian, madrileña de nacimiento “y por casualidad”, comenzó estudiando fotografía en un primer intento de capturar la esencia de todo aquello que le fascinaba, pero poco a poco acabó decantándose por el diseño y la ilustración, que compagina apoyándose en el uso de las nuevas tecnologías. Suyos son los cinco retratos de Dora Carrington, Camille Claudel, Augusta Savage, Kati Horna y Nelly Bly que se expondrán a partir de hoy, Martes 28 de noviembre de 2017, dentro del marco de las actividades que se desarrollan en el Espacio de Igualdad Clara Campoamor, centradas en rescatar las historias de las mujeres olvidadas en diferentes ámbitos de la vida: ciencias, arte, literatura, política... (Petit) Homenaje a 5 mujeres fundamentales de las Artes.
(1) Dora Carrington, la pintora libre
Dora Carrington (1893-1932) rompió con todos los tabúes de la vieja Inglaterra, llevando una vida absolutamente libre y contraria a las normas sociales establecidas. Honesta, pura, disparatada, sensible y bisexual, su vida dio un vuelco el día que conoció a Lytton Strachey (1880-1932) con el que mantuvo una intensísima relación sentimental platónica...
Dora de Houghton Carrington nació el 29 de marzo de 1893 en Hereford, una ciudad de los Midlands del oeste de Inglaterra. De niña, idolatraba a su padre, un hombre viajero y dialogante, al tiempo que odiaba a su madre, a quien consideraba una mujer demasiado ordenada, severa, puntillosa, dominante y común. Desde muy joven, mostró una inclinación por huir de los convencionalismos, una tendencia que se vio aupada cuando viajó a Londres gracias a la beca que obtuvo para ingresar en la Slade School of Art.
En la capital británica, Carrington, como le gustaba hacerse llamar, comenzó a frecuentar a los miembros del Círculo de Bloomsbury, que reunía a jóvenes, artistas, influyentes, bohemios y grandes cuestionadores de la existencia y los roles de género. Fue precisamente ahí donde conoció a Lytton Strachey, su más fiel -emocionalmente hablando- compañero de vida, pero la homosexualidad del escritor inglés y por lo tanto su incapacidad para ofrecerle un amor completo, hizo de la vida de Dora un compendio de luces y sombras. Aunque Dora y Lytton siempre vivieron bajo el mismo techo, en 1921 la pintora se casó con Ralph Partridge sin dejar de disfrutar de sus numerosos amantes, entre los que había hombres y mujeres. Un tipo de vida que resultaba extremo hasta para los insumisos del grupo de Bloomsbury.
En 1932, cuando Strachey murió de cáncer, Carrington intentó poner fin a su vida ahogándose con monóxido de carbono en el interior de su coche. Si su marido llegó a tiempo para salvarla, no lo consiguió cuando Dora decidió pegarse un tiro en la cabeza. Tenía 39 años. Unos días antes de morir, escribió: “Dicen que tenemos que mantener nuestras pautas y nuestros valores vivos. Pero ¿cómo voy a poder yo, si solo los conservaba por ti? Todo era por ti. Amaba la vida únicamente porque tú la hacías tan perfecta; y ahora ya no queda nadie con quien contarse chistes o hablar de Racine y de Moliere, de planes, de trabajo y de la gente”.
Carrington fue una experimentada retratista y paisajista, que se pasaba el tiempo pintando sobre todo aquello que tuviera a mano: lienzo, cojines, vajillas, tejas, paredes..., pero no le daba importancia a su obra. Siempre reacia a exponer y a ser catalogada dentro de un determinado estilo, prefería regalar sus cuadros a sus amigos a ser reconocida. Y cuando necesitaba dinero, hacía trabajos de decoradora e incluso alguna ilustración. A pesar de su incuestionable talento, más que su faceta artística, en su época llamaba la atención su libre y desacomplejada manera de vivir. No fue hasta los años 70 cuando se rescató su obra del olvido.
(2) Camille Claudel, la escultora maldita
Delicada, bella, inteligente, orgullosa, radiante y tremendamente talentosa, Camille Claudel (1864-1943) fue una de las primeras mujeres escultoras de la Historia, y acabó sus días recluida en el manicomio de Montdeverges donde permaneció a la fuerza los últimos 30 años de su vida. La vida es injusta ¿o es la Historia?
Desde bien pequeña Camille Claudel comenzó a dar muestras de su gran habilidad moldeando barro, pero lo que empezó siendo un juego para ella, acabó convirtiéndose en una obsesión. En 1883, gracias al apoyo de su padre y pese a la férrea oposición de su madre (quien concebía para ella una vida hogareña, como se esperaba de las jóvenes de la época), la joven ingresó en la Academia Colarossi en París, donde daba clases el maestro Auguste Rodin (1840-1917) quien, fascinado por el talento y la belleza de su estudiante de 19 años, no dudó en incluirla en su equipo de trabajo.
Si Rodin fue quien le permitió perfeccionar su estilo y convertirse en una gran escultora, también fue el responsable de que nunca se la reconociese como tal. La obra de Camille era poderosa y llena de expresividad, y la discípula, musa y amante, no tardó en igualar e incluso superar a su maestro. Sin embargo, los tremendos prejuicios de la época hicieron que fuera difícil que se la viera como una artista, pero sí fácil como la amante del genio, y pronto comenzó a decirse que ella no era la auténtica creadora de su obra, sino que detrás estaba la mano del genio, por supuesto, masculino (a pesar de que hubiera más obras de Rodin realizadas por Camille que al revés).
En 1892, por muchas promesas de amor, Camille entendió que Rodin nunca dejaría a su esposa, y después de casi 10 años de relación sentimental y profesional, rompió con el escultor. Entonces, la artista volcó toda su frustración en su trabajo, pero como apenas tenía dinero para costear su vida, acabó viviendo casi en la indigencia, encerrada en su taller y sufriendo repetidas crisis nerviosas. Fue entonces cuando dicen que enloqueció, y su madre, quien había desarrollado un odio acérrimo hacia ella, decidió encerrarla en un sanatorio mental.
Las últimas cartas, que escribió Camille, dibujan a una mujer muy cuerda, consciente de que tenía todo en su mano para ser feliz y suplicando que la sacaran de ahí, pero nadie hizo nada. La artista murió en el 19 de octubre de 1943 tras 30 años de encierro, en los que, por deseo explícito de su hermano mayor, nadie de su familia fue a verla.
(3) Augusta Savage, la activista del arte
“No he creado nada realmente bonito o verdaderamente definitivo, pero si he podido inspirar a alguno de esos jóvenes a desarrollar el talento que sé que poseen, entonces mi monumento estará en sus obras”. La vida de la escultora afroamericana Augusta Savage (1892-1962), nacida a finales del siglo XIX, séptima de 14 hijos y madre a los 16, no debió ser fácil. Sin embargo, su currículum deja claro que nunca se rindió ante lo que parecía ser su inevitable destino.
Augusta Christine Fells nació en Florida el 29 de febrero de 1892. Siendo niña comenzó a demostrar dotes por modelar figuras en arcilla, pero su padre, ministro metodista, se opuso a que desarrollara una carrera como artista. Lejos de obedecer las órdenes paternas, la joven siguió modelando barro y realizando figuras que no pasaban desapercibidas, y en 1921, después de dos matrimonios (del segundo tomó el apellido Savage) y con una hija pequeña, Augusta se mudó al barrio neoyorquino de Harlem para estudiar arte en la Cooper Union, donde realizó en tres años el curso que duraba cuatro.
En 1923, le concedieron una beca para ir a estudiar a Francia, pero, al descubrir que era negra y ante las protestas de un grupo de estudiantes blancos, se la retiraron. En lugar de achantarse, Augusta, lo tomó como una reto. Comenzó a enviar cartas a los medios locales denunciando el racismo discriminatorio de los programas de arte, y en 1929, realizó la escultura “Gamin” (“niño” en francés), que le cosechó buena fama, y por fin, consiguió estudiar en Francia.
En 1932, al volver de Europa para instalarse de nuevo en Nueva York, donde era (y es) considerada una de las primeras artistas impulsoras del movimiento conocido como Renacimiento de Harlem, Augusta comenzó su activismo social y artístico compaginando su carrera como escultora con su faceta de educadora. Pese a la Gran Depresión y a los problemas intrínsecos que acarreaba la población afroamericana, la década de los 30 le fue favorable: se convirtió en la primera artista negra en formar parte de la Asociación Nacional de Pintores y Escultores, dirigió el Centro Comunitario de Harlem y le encargaron realizar una escultura en conmemoración a la influencia de los afroamericanos en la música para la Feria Mundial de Nueva York de 1939.
Al acabar la II Guerra Mundial, perdió su puesto como directora del Centro Comunitario de Harlem. Sin dinero para realizar sus obras, Savage decidió retirarse a una granja en una pequeña ciudad de campo donde, alejada de todo movimiento cultural, se dedicó a escribir relatos y a enseñar escultura a niños en campamentos. No volvería a Nueva York hasta 1962 para estar con su hija en el momento de su muerte a causa de un cáncer, el 26 de marzo.
(4) Kati Horna, la fotógrafa anarquista
Robert Capa (1913-1954) no fue el único fotógrafo extranjero que documentó magníficamente el horror de la Guerra (in)Civil Española. Junto a él, estaba Kati Deutsch (1912-2000), amiga de la adolescencia y pareja efímera del fotógrafo, con la misión de retratar la situación de los pueblos colectivizados de Aragón. Y como él, cuando llegó a España, la fotógrafa, judía exiliada y anarquista de apenas 24 años, ya llevaba una carrera muy interesante a sus espaldas y proyectaba otra aún más rica de futuro.
Ser una joven judía húngara de buena familia con intereses artísticos no era algo favorable en el centro de Europa a medida que avanzaban los años 30. Kati Deutsch pudo dar cuenta de ello cuando, después de estudiar fotografía en Berlín en 1933 y ante la imparable llegada del nazismo, tuvo que huir a París, donde se reencontró con su amigo Endre Ernö Friedmann aka Robert Capa, terminó su formación como fotógrafa y comenzó a trabajar para varias agencias de noticias.
Claramente comprometida con el ideal republicano, Kati se centró en capturar tanto la mirada del miliciano antes de llegar a primera línea del frente como (y sobre todo) la inmensa tristeza y fuerza de las viudas y de los niños hambrientos. Entre sus series, una de las más tiernas y simbólicas es sin duda la de las “madres combativas” amamantando a sus hijos y en la que puede verse un resquicio de humanidad entre tanta barbarie. Y poco a poco Kati se convirtió en la fotógrafa de los rostros anónimos, del sufrimiento y la miseria, pero también de la luz y la esperanza.
En 1939, Kati volvió a París, pero ante la amenaza nazi, decidió exiliarse a México con el amor de su vida, José Horna (que había conocido en España durante la contienda). Nada más llegar a su país de adopción, Kati Horna comenzó a frecuentar los círculos de artistas e intelectuales surrealistas mejicanos, lo que le permitió explorar magníficamente esa corriente artística, y se hizo muy amiga de las también artistas Remedios Varo y Leonora Carrington con las que colaboró en muchos proyectos y publicaciones vanguardistas, hasta llegaron a vivir juntas en la llamada Colonia Roma.
Kati Horna, cuya obra, cargada de magia, temas extraordinarios, máscaras y fetiches, enamoró a muchos de los creadores más significativos de los años 60, murió muy mayor en el año 2000, dejando un inmenso legado fotográfico, que sigue sin ser tan conocido como debería.
(5) Nellie Bly (retratada aquí), la periodista feminista
Cuando Julio Verne la invitó a superar el reto de su Phileas Fogg dando la vuelta el mundo en menos de 80 días, el escritor francés no sabía con quien estaba hablando. En efecto, a pesar de su edad, la joven Nellie Bly (1864-1922), de 25 años e intrépida periodista del New York World (del magnate Joseph Pulitzer) ya había hecho historia en el mundo del periodismo de investigación, haciéndose pasar por enferma en un hospital psiquiátrico, para narrar la brutalidad y miseria de estos siniestros lugares; por una empleada en una empresa de cajas, por una criada en familias ricas...
Elizabeth Jane Cochrane nació el 05 de mayo de 1864 en Pensilvania, en el seno de una familia numerosa. Entonces, cuando su padre murió, la pobreza azotó a los muchos hermanos y hermanastros que tenía, y Jane tuvo que abandonar sus estudios de maestra. Obligada a buscar trabajo en un país que bullía como nunca, pero en el que a las mujeres les tocaban trabajos paupérrimos para sobrevivir, Nellie consiguió entrar a trabajar en un periódico local, gracias a su brillante respuesta por carta a un artículo altamente misógino que el periódico había publicado unos días antes.
Nada más empezar, cambió su nombre y firmó sus artículos como Nellie Bly, pero al verse adjudicada la sección de temas “femeninos”, decidió abandonar el periódico para viajar al brutal México del dictador Porfirio Díaz, donde pasó 6 meses como pudo. Y a su vuelta, la joven, que acababa de cumplir 21 años, se plantificó en Nueva York con su reportaje, y el New York World la contrató. Fue ese diario donde firmó sus crónicas más celebres, aunque sin duda lo que la colocó en lo más alto de la fama mundial fue su reto de mejorar la marca de Phileas Fogg.
“Tú no podrás hacer eso”, le espetó su editor cuando la joven le propuso la idea. ¿Sus argumentos? “Primero porque eres una mujer y necesitarás protector, y además, aunque pudieras viajar sola, necesitarías tanto equipaje que te sería imposible ir rápida”. “Muy bien”, contestó ella, “manda a un hombre que salga ya... yo partiré el mismo día y lo escribiré para otro diario”. El 14 de noviembre de 1899, salió sola con una pequeña maleta y 200 libras escondidas en sus bolsillos, ante una grandísima expectación, que se transformó en júbilo cuando, 72 días después, consiguió superar el reto llegando a Nueva York el 25 de enero de 1890. De aquel viaje surgieron un montón de crónicas que se recogieron en el libro Around the world in seventy two days.
En 1895, Nellie Bly contrajo matrimonio con un magnate 40 años mayor que ella, y a la muerte de su marido, intentó hacerse cargo de sus negocios, pero fracasó, y regresó al periodismo, donde cubrió acontecimientos tan importantes como la Manifestación de las Sufragistas en Washington de 1913 o la Primera Guerra Mundial, que la convirtió en una de las primeras reporteras de guerra femeninas. Nellie Bly falleció a causa de una neumonía el 27 de enero de 1922. Tenía 57 años.
Finalmente, además de los retratos y biografías de estas fascinantes mujeres, la exposición de Sue Christian cuenta con una cartel en blanco para que los visitantes que lo deseen escriban los nombres de las mujeres que consideren han sido fundamentales para la humanidad y a las que la Historia no las haya situado donde realmente se merecen. De ese modo, la muestra seguirá construyéndose de manera colectiva.
(De María Glück, el 28 de noviembre de 2017)
Referencias útiles:
MUJERES OLViDADAS DE LAS ARTES
¿CUÁNDO? Del Martes 28 de noviembre al Jueves 14 de diciembre de 2017, de Lunes a Viernes, de 10h a 14h y de 16h30 a 20h30.
PD: Visita guiada: el Lunes 11 de diciembre, de 10h30 a 12h30. Se requiere inscripción.
¿QUÉ? Inauguración de la exposición “Mujeres Olvidadas de las Artes”, de Sue Christian.
¿DÓNDE? En el Espacio de Igualdad Clara Campoamor (en la ilustración)
Calle de María Martínez Oviol, 12, 2ª
28021 Madrid
917 109 713
M Cruce Villaverde
¿CUÁNTO? Entrada libre.
Para saber más de la muestra, conéctate a la web del MADRiD CULTURA (también en Facebook y Twitter).
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(REVOLUCiONARiOS DEL XX)
La historia del siglo XX no sería la misma sin Salvador Dalí. Además de faltar cuadros, joyas y esculturas representativas del movimiento surrealista...
EL TROTAJUEVES
LiBROS, ViAJES Y POESíA
Basta una ojeada por la animada web de El Trotajueves para comprobar la feliz convivencia entre un espacio virtual colmado de planes...
Mi PETiT ZODiACO:
LEO
Fruto del amor sin duda salvaje entre el repugnante Tifón -que se pasaba el día echando pestes y fuego por la boca cuando no estaba...
OUKA LEELE
HAY QUE JUEGAR AL VACíO
Hoy, Ouka Leele presentará la primera de tres performances que desarrollará a lo largo del verano con el compositor Jerónimo Maesso en...
OUKA LEELE
HAY QUE JUEGAR AL VACíO
Hoy, Ouka Leele presentará la primera de tres performances que desarrollará a lo largo del verano con el compositor Jerónimo Maesso en...
GREMLiNS
UN CLÁSiCO NAViDEÑO EN VERANO
Durante los años 80, Hollywood produjo una serie de películas que combinaron el éxito de taquilla, el entretenimiento y la calidad cinematográfica...
Mi PETiT AGENDA
(20, 21 y 22 de julio de 2018)
Para saber lo que se cuece en la capital este fin de semana, consulta Mi Petit Agenda de Tu Petit Madrid...
EL LAGO DE LOS CiSNES
EN LOS MADRiLES
Con motivo de la presencia en la cartelera teatral madrileña de “El lago de los cisnes”, he aquí (Mi Petit) Diccionario que repasa diferentes...
EL LAGO DE LOS CiSNES
EN LOS MADRiLES
Con motivo de la presencia en la cartelera teatral madrileña de “El lago de los cisnes”, he aquí (Mi Petit) Diccionario que repasa diferentes...
EL LAGO DE LOS CiSNES
EN LOS MADRiLES
Con motivo de la presencia en la cartelera teatral madrileña de “El lago de los cisnes”, he aquí (Mi Petit) Diccionario que repasa diferentes...
PROSTíBULO POÉTiCO
RECiTAR ES SEXY
El verso se hizo carne, o viceversa. En Prostíbulo Poético, se ofrenda sensualidad, placer y excitación a cambio de dinero, pero el trueque...
PROSTíBULO POÉTiCO
RECiTAR ES SEXY
El verso se hizo carne, o viceversa. En Prostíbulo Poético, se ofrenda sensualidad, placer y excitación a cambio de dinero, pero el trueque...
DEBUSSY
(I CENTENARiO)
En 2018, se cumple el I Centenario del compositor francés, Claude Debussy, vinculado al movimiento impresionista y cuyas obras transformaron...
DEBUSSY
(I CENTENARiO)
En 2018, se cumple el I Centenario del compositor francés, Claude Debussy, vinculado al movimiento impresionista y cuyas obras transformaron...
DEBUSSY
(I CENTENARiO)
En 2018, se cumple el I Centenario del compositor francés, Claude Debussy, vinculado al movimiento impresionista y cuyas obras transformaron...
Mi PETiT AGENDA
(13, 14 y 15 de julio de 2018)
Para saber lo que se cuece en la capital este fin de semana, consulta Mi Petit Agenda de Tu Petit Madrid...
RAFAEL DE LA HOZ (ARDERiUS)
(MAESTROS MODERNOS EN EL COAM)
Hoy, Martes 10 de julio de 2018, el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid dedicará, dentro de su ciclo Maestros Modernos, una conferencia...
RAFAEL DE LA HOZ (ARDERiUS)
(MAESTROS MODERNOS EN EL COAM)
Hoy, Martes 10 de julio de 2018, el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid dedicará, dentro de su ciclo Maestros Modernos, una conferencia...
LAS MENiNAS (MADRiD GALLERY)
Pintado al final de su carrera, “Las meninas” es la obra maestra de Diego Velázquez. Un cuadro que ha inspirado a artistas, escritores...
LAS MENiNAS (MADRiD GALLERY)
Pintado al final de su carrera, “Las meninas” es la obra maestra de Diego Velázquez. Un cuadro que ha inspirado a artistas, escritores...
Mi PETiT AGENDA
(06, 07 y 08 de julio de 2018)
Para saber lo que se cuece en la capital este fin de semana, consulta Mi Petit Agenda de Tu Petit Madrid...