Hoy, Martes 07 de noviembre de 2017, Juan Dal Maso presentará su libro El marxismo de Gramsci, que revisita algunas de las principales ideas del intelectual italiano, especialmente las relacionadas con la cuestión de la hegemonía y sus relaciones con la teoría de la revolución. Para realizar su estudio, el joven militante argentino analiza toda la obra de Gramsci, y muy especialmente, sus Cuadernos de la cárcel, un trabajo de miles de páginas redactadas durante su larga estancia en prisión y que, en origen, no estaba destinado a su publicación. (Gran) Homenaje a un político clave del siglo XX.

ALES Antonio Gramsci (en la ilustración) nació en la localidad sarda de Ales un 22 de enero de 1891. Su infancia en Cerdeña estuvo marcada por la pobreza de su familia. Esta situación impidió que pudiera estudiar regularmente, e incluso, le provocó una tuberculosis que afectó gravemente a su crecimiento.

BECA En 1911, cuando Gramsci contaba 20 años de edad, obtuvo una beca del Colegio Carlo Alberto de Turín, que le permitió matricularse en la Facultad de Letras. Sin embargo, su situación económica continuó siendo muy precaria. Esas penurias provocaron sin duda que Gramsci se interesase por las teorías socialistas y la idea de la lucha de clases. En consecuencia, en 1914 se afilió al Partido Socialista Italiano y comenzó su militancia política.

CONSEJOS DE FÁBRiCA En 1919 surgieron en Turín (una de las zonas industriales más importantes de Italia), los Consejos de Fábrica, un modelo de organización proletaria inspirado en los soviets de obreros y campesinos surgidos en la Revolución rusa de 1917. Los Consejos de fábrica representaban a los trabajadores, defendían sus derechos y controlaban la producción de la fábrica. Como era de esperar, los Consejos de fábrica no fueron bien recibidos por los propietarios de las empresas, muchos de los cuales los combatieron con represión y cierres patronales. La situación provocó un aumento de la tensión social, enfrentamientos con las autoridades, huelgas y ocupación de fábricas. Sin embargo, gracias a los Consejos de fábrica también se lograron importantes mejoras para los trabajadores.

DESARROLLO Para Gamsci, la evolución y el progreso de las sociedades son fruto de la lucha y el esfuerzo de sus ciudadanos. En ese sentido, advierte que “la abolición de la lucha de clases no significa la abolición de la necesidad de luchar como principio de desarrollo”. En otras palabras que, en contra de los que muchos propugnan, el paraíso socialista no va a ser pasarse el día tumbado a la bartola sin hacer nada. Incluso en ese escenario idílico, hay que seguir luchando.

ERRiCO MALATESTA Errico Malatesta (1853-1932) fue el líder de los anarcosindicalistas italianos y uno de los impulsores de los Consejos de Fábrica junto a Antonio Gramsci, por entonces militante socialista. A pesar de su objetivo común, entre ambos surgieron discrepancias de parecer a la hora de definir estas organizaciones de obreros. Mientras que Gramsci buscaba conseguir mejoras laborales para los trabajadores, Malatesta quería ir más allá y colectivizar los bienes de producción. Al final, entre los unos y los otros, la casa sin barrer. Los que se beneficiaron de esas disputas fueron los burgueses, que vieron cómo el movimiento obrero perdía fuerza. La llegada al poder de Mussolini también ayudó a ese debilitamiento del proletariado.

FE No hay nada que más le guste a los curas que un ateo que se convierta al catolicismo instantes antes de morir y pida la comunión, los santos óleos y hasta una carta de recomendación del papa a San Pedro. Antonio Gramsci, que demostró a lo largo de su vida un total convencimiento a las teorías materialistas y que criticó duramente a la Iglesia católica, era una pieza muy deseada para el Vaticano. Tanto es así que, años después de su muerte, comenzaron a circular versiones que afirmaban que el político marxista se había convertido in extremis al catolicismo. Lo contó un sacerdote al que se lo había contado otro ya fallecido. A este, a su vez, se lo había contado una monja que había asistido a Gramsci en sus últimos momentos y que también había fallecido cuando se hizo pública la noticia. Sin embargo, existen otras versiones, más acordes con la línea ideológica del italiano, que afirman que cuando las monjas le dijeron por enésima vez que se convirtiera al catolicismo, Gramsci se giró en el lecho, les dio la espalda y se puso mirando a la pared.

GRiDO El periódico Il Grido del Popolo era uno de los órganos de difusión del Partido Socialista de Turín. En la primera década del siglo XX, Gramsci comenzó a colaborar en él y, poco después, se convirtió en uno de sus principales redactores, especialmente a partir de que sus compañeros fueran movilizados para combatir en la Primera Guerra Mundial. Esa falta de mano de obra hizo que Gramsci también tuviera que hacerse cargo de la redacción de la mayor parte de los textos de otra publicación marxista, Avanti. Según calculó el propio Gramsci, en los casi diez años que colaboró en esos medios, llegó a escribir aproximadamente 8.000 páginas.

HEGEMONíA Uno de los principales logros del pensamiento de Gramsci es el haber acuñado el concepto de “hegemonía” o “bloque hegemónico”. Partiendo del concepto de superestructura marxista, Gramsci sostiene que la dominación de las clases oligarcas sobre los trabajadores no radica únicamente en el hecho de que poseen los medios de producción, sino también en que desarrollan una “hegemonía cultural” a través de la educación, la iglesia y los medios de comunicación. Una hegemonía cultural cuyo último fin es perpetuar esa situación de desigualdad haciendo que se perciba como algo normal e inevitable.

iNTELECTUALES Antonio Gramsci estudió en profundidad el papel de los intelectuales en la sociedad capitalista. A diferencia de lo que suelen afirmar los grupos dominantes, para Gramsci todas las personas son intelectuales, ya que todos los seres humanos pueden pensar, razonar y desarrollar funciones intelectuales. Partiendo de ese planteamiento, el político italiano diferencia entre dos tipos de intelectuales: los orgánicos y los tradicionales. El tradicional sería el escritor, el filósofo y el artista, y el intelectual orgánico, aquel que mantiene relación directa con el grupo social en el que surge. Mientras que el intelectual orgánico colabora con el sistema y no aspira a alcanzar el poder real, el orgánico se vincula con el proletariado y sí que busca arrebatarle el poder a las clases dominantes.

JULiA SCHUCHT En 1922 Antonio Gramsci viajó a Moscú para participar en una reunión de la Internacional comunista. A consecuencia de su débil salud, el político italiano fue ingresado en un sanatorio de la ciudad rusa. Durante su convalecencia conoció a Julia Schucht, una violinista rusa que había cursado estudios en Roma. En 1923 Julia y Antonio se casaron. En 1924 nació su hijo Delio y, en 1926, Juliano.

KOHAN, NÉSTOR Es un filósofo marxista argentino, autor de Gramsci para principiantes, un libro con dibujos del ilustrador Rep, que repasa de manera sencilla y amena el ideario del político italiano. Tomando como punto de partida ese texto, la Cátedra de Sociología de la Universidad de Buenos Aires, en colaboración con Brancaleone Fims y el Canal Encuentro, realizó una pieza audiovisual homónima que explica las teorías de Gramsci de forma aún más sencilla. El libro se puede compara en las mejores librerías y la pieza se puede ver aquí.

LiVORNO El Teatro San Marco de Livorno fue el lugar elegido para fundar el Partido Comunista Italiano. En un acto celebrado el 21 de enero de 1921 en dicho auditorio, Gramsci, Togliatti y otros camaradas se escindieron del Partido Socialista, que los había ido relegado de la organización, y crearon su propia agrupación política, la cual contó con el beneplácito de líderes soviéticos como Lenin.

MUSSOLiNi, BENiTO En 1926, Benito Mussolini (1883-1945) decidió disolver los partidos políticos opuestos al fascismo, restringir ciertas libertades como la de prensa y establecer un régimen dictatorial. A pesar de que Gramsci era parlamentario elegido democráticamente y contaba con ciertos beneficios procesales, Mussolini ordenó su arresto y confinamiento en la prisión romana de Regina Coeli. Su estancia en prisión agravó los males que sufría y le provocó nuevas enfermedades, como arteriosclerosis, hipertensión y gota. Las reiteradas peticiones de libertad condicional solicitadas por sus amigos y familiares fueron desoídas por Mussolini, que solo concedió la libertad de Gramsci en 1934, cuando el político estaba muy debilitado y enfermo. Aunque fue ingresado en un hospital, Gramsci no consiguió recuperarse y falleció el 27 de abril de 1937.

NiCOLÁS MAQUiAVELO Parte de la obra de Antonio Gramsci está centrada en la figura y el pensamiento de Nicolás Maquiavelo (1469-1527). El autor de El príncipe (1513) dio lugar al libro “Notas sobre Maquiavelo, sobre la política y sobre el Estado moderno”, un volumen publicado póstumamente en 1949, en el que Gramsci analiza cómo debe ser interpretada la obra del florentino a la luz de la situación política y social del siglo XX. Entre las reflexiones que realiza Gramsci, está la que afirma que “el carácter fundamental de El Príncipe no es el de ser un tratado sistemático, sino un libro ‘viviente’”. A esa idea le sigue la que sostiene que, en la actualidad, “el moderno príncipe, el mito-príncipe, no puede ser una persona real, un individuo concreto; solo puede ser un organismo, un elemento de sociedad complejo en el cual comience a concretarse una voluntad colectiva reconocida y afirmada parcialmente en la acción. Este organismo ya ha sido dado por el desarrollo histórico y es el partido político: la primera célula en la que se resumen los gérmenes de voluntad colectiva que tienden a devenir universales y totales”.

ORDiNE NUOVO En 1919, Gramsci fundó, junto a sus compañeros Palmiro Togliatti, Umberto Terracini y Angelo Tasca, el periódico L’Ordine Nuovo. Su semanario socialista se alejaba del estilo farragoso de los textos marxistas de la época y buscaba acercar la cultura y las ideas políticas a los trabajadores de forma amena y sencilla. Esto hizo que, en poco tiempo, L’Ordine Nuovo se convirtiera en el órgano de expresión de los Consejos de fábrica. Paradójicamente y contra toda lógica, uno de los grupos de ultraderecha más activos de lo que se conoció como “terrorismo negro” de los años 70 en Italia se llamó Ordine Nuovo.

PROTESTANTE Los restos de Antonio Gramsci se encuentran enterrados en el Cementerio protestante, también llamado Cementerio no católico, en Roma. En ese mismo lugar, cercano a la Porta de San Paolo y a la Pirámide Cesio, también están enterrados los poetas ingleses John Keats y Percy Bysshe Shelley, el teórico marxista Antonio Labriola, el poeta de la generación beat Gregory Corso y el escritor italiano Carlo Emilio Gadda.

QUEVEDO En 1931, cuando ya se encontraba en prisión, se le diagnosticó a Antonio Gramsci el mal de Pott. Esta enfermedad, que también afectó a Francisco de Quevedo y a Giacomo Leopardi, es una variedad de tuberculosis descubierta en el siglo XVII por Percival Pott que afecta especialmente a la columna vertebral. Los síntomas son dolores de espalda, fiebre, pérdida de peso y protuberancias en la parte de la columna vertebral.

RiCCARDO CUCCiOLLA El actor italiano Riccardo Cucciolla (1924-1999) interpretó a Antonio Gramsci en las películas “El caso Matteotti” (1973) e “I giorni del carcere” (1977), dirigidas por Florestano Vancini y Lino Del Fra respectivamente. Además de estas películas, la vida del político italiano ha sido a la gran pantalla en “Gramsci 44” (2016), de Emiliano Barbucci, o la más reciente, “Nel mondo grande e terribile”, de Daniele Maggioni y Laura Perini rodada en 2017. A ellas se suma “La vida de Antonio Gramsci”, una miniserie de televisión de la Rai de cuatro capítulos, rodados en 1981 y protagonizados por Mattia Sbagria en el papel de Gramsci.

SENTiDO COMÚN Gramsci es conocido como uno de los pensadores marxistas más pragmáticos. Lejos de caer en el idealismo, el pensador italiano analiza la realidad de los trabajadores de una forma bastante objetiva. Ejemplo de ello es su idea de “Sentido común”, que define como “la filosofía de los no filósofos. Una concepción del mundo absorbida acríticamente por el hombre medio” y que suele demandar certezas y verdades absolutas. Para Gramsci, “‘el sentido común’ de una sociedad determinada está hecho de la sedimentación de diversas concepciones del mundo, de tendencias filosóficas y tradiciones que han llegado fragmentadas y dispersas a la conciencia de un pueblo. De ese “sentido común” se tomarán referencias y ordenamientos que justifiquen o reprueben los actos de la vida pública y privada”. Es por esta razón por la que según Gramsci, realidades como la religión tienen tanto arraigo en las sociedades.

TOGLiATTi, PALMiRO Palmiro Togliatti (1893-1964) conoció a Gramsci en sus tiempos de estudiante en Turín. Juntos militaron en el Partido Socialista Italiano y cuando Togliatti regresó de combatir en la Primera Guerra Mundial, crearon la revista L’Ordine Nuovo. Tagliatti y Gramsci fueron también fundadores del Partido Comunista Italiano, del que Togliatti se convirtió en su máximo líder casi por casualidad. Cuando Mussolini ilegalizó esa formación política y detuvo a su cúpula, Togliatti se encontraba en Moscú participando de una reunión de la Internacional Comunista, lo que hizo que fuera de los pocos que pudieron seguir militando en dicha organización.

USTiCA La isla de Ustica está situada en el Mar Tirreno, a poca distancia de Sicilia. Su superficie no supera los diez kilómetros cuadrados y su población actual apenas llega a las 1.400 personas. En esa pequeña isla, cuyo principal interés es la riqueza biológica de sus fondos marinos, estuvo recluido Gramsci en 1926 después de ser detenido por orden de Mussolini y antes de ser trasladado a la prisión de San Vittore en Milán.

VERDAD Una de las frases más recordadas de Antonio Gramsci es: “La verdad es siempre revolucionaria”. Una reflexión que, por otra parte, también se atribuye a Lenin y a Trotsky.

WHiSKY La exalcaldesa de Valencia, Rita Berberá falleció un 23 de noviembre en un hotel madrileño. El día antes había pedido al servicio de habitaciones que le subieran una copa de Whisky JB y un pincho de tortilla. Esa fue la última cena para una mujer controvertida que, además de hablar del “caloret” desde el balcón del ayuntamiento, citaba a Gramsci en los plenos municipales como cuando dijo: “Con la izquierda radical antisistema no quiero perder ni un minuto. Su modo de actuar es más propio del más rancio comunismo. Su modo de actuar es la manipulación, la maniobra, el engaño, el insulto… Les recomiendo que lean a Antonio Gramsci”. Definitivamente, Rita era una mujer impredecible. No vamos a decir que era una revolucionaria por citar a Gramsci, pero sí un verso libre.

XXI La obra de Antonio Gramsci es muy extensa. Una buena forma de acercarse a ella es a través de un estudio como el de Juan Dal Maso o una antología como la realizada por Manuel Sacristán para la editorial Siglo XXI. A lo largo de más de quinientas páginas, el compilador presenta la obra de Gramsci sin diferenciar entre “textos políticos” y “textos personales” y organizándolos según un criterio cronológico, por considerar que de esa manera es más sencillo entender, no solo los textos sino el contexto histórico en el que surgen. El volumen se completa con notas y tablas que detallan momentos biográficos de la vida de Gramsci y datos históricos del tiempo que le tocó vivir.

YEGUA En 1932, en una de las cartas que Antonio Gramsci escribió desde la cárcel a su hijo Delio, le pedía al niño que le escribiera las cosas que vio cuando fue al mar. A cambio, el pensador italiano cumplió una promesa que le había hecho tiempo atrás: contarle historias de animales que aprendió en su infancia. La primera que le narró fue la del zorro y el potrillo. Según Gramsci, el zorro sabe cuándo va a nacer un potrillo y está al acecho para comérselo. Sin embargo, la yegua, que conoce la amenaza, en cuando pare, comienza dar vueltas alrededor del pequeño potro para impedir que el zorro se acerque. Luego, pasa a relatarle la primera vez que vio un zorro. Finalmente se despide de él diciéndole: “Queridísimo Delio, ahora tú cuéntame de tus viajes y las novedades que viste”.

ZARATUSTRA En sus cuadernos desde la cárcel, Gramsci reflexionó sobre diferentes temas. Uno de ellos era el origen popular del concepto de Superhombre nietzscheano: “Cada vez que nos tropezamos con algún admirador de Nietzsche, es oportuno preguntarse y averiguar si sus concepciones ‘superhumanas’ contra la moral convencional etcétera, etcétera, son de puro origen nietzscheano, o sea, producto de una elaboración de pensamiento que se deba situar en la esfera de la “alta cultura” o bien tiene orígenes mucho más modestos, que están, por ejemplo, vinculadas a la literatura de folletín”. Llegados a este punto, el pensador italiano se plantea si no estaría el propio Nietzsche influenciado por los escritores de folletines franceses, y concluye: “Parece poderse afirmar que mucha supuesta “superhumanidad” nietzscheana tiene como único origen y modelo doctrinal no a Zaratustra sino al Conde de Montecristo de A. Dumas”. Un zasca en toda regla al filósofo alemán, mucho antes de que se inventase Twitter.

                                      (De Eduardo Bravo, el 07 de noviembre de 2017)

Referencias útiles:
DE MARX A GRAMSCi

¿CUÁNDO? El Martes 07 de noviembre de 2017, de 14h a 16h.

¿QUÉ? Charla sobre "Materialismo histórico y dialéctica", que propondrá un recorrido por los debates sobre el marxismo y sus fundamentos filosóficos. De la crítica de la filosofía de Hegel y la de Feuerbach en las elaboraciones de Marx, a la dialéctica en el pensamiento de Lenin y Gramsci. A cargo de Juan Dal Maso, joven intelectual y militante de izquierda argentino quien se encuentra en el Estado español realizando una serie de charlas y conferencias de presentación de su libro El marxismo de Gramsci, publicado recientemente por la Asociación Izquierda Diario y Ediciones IPS.

¿DÓNDE? En la Facultad de Filosofía y Letras de la UAM
Campus de Cantoblanco
Calle de Francisco Tomás y Valiente, 1
28049 Madrid
C Cantoblanco Universidad

¿CUÁNTO? Entrada libre.

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