La moda de lo saludable ha acaparado el centro de Madrid, y hoy en día, encontrar un local donde degustar recetas veganas o sin azúcar, es bastante fácil. Sin embargo Superchulo, que abrió sus puertas el pasado 07 de junio, pretende ser mucho más: un estilo de vida bajo la atenta mirada de Rebeca Toribio (en la ilustración). Esta joven de tan solo 22 años es una sonrisa andante que, muy bien acompañada por su marido Catalín Berbetocu (a su lado), un rumano de 33 años y puro ejemplo del emprendimiento, quiere contagiarnos de la felicidad que ella ha logrado a través de lo que llama la “alimentación positiva”. Un concepto que también sonará a más de uno, pero que esta vez esconde el punto de inflexión en la vida de Receba que le permitió superar la bulimia y anorexia, que sufrió durante años.  

   Con 15 años, Rebeca se vino a Madrid desde su Valencia natal para ser bailarina, pero en el último curso de conservatorio tomó consciencia de que algo fallaba en la relación que tenía con su cuerpo. La adolescente llegó al punto de no poder mirarse al espejo, y lo que parecía un sueño se convirtió en una pesadilla de la que despertó con una drástica decisión: abandonar la danza. Fue una época difícil y complicada, pero de aquella “nada” en la que se sumió, dice Rebeca que logró el “todo”, gracias también a Cata(lín), que conoció en uno de los varios trabajos que tuvo que buscar para sobrevivir.

   Fue cuando ella era camarera y él un cliente más con el que entabló amistad y del que solo supo que era su jefe después de haber iniciado su relación. Cata llegó a España hace 14 años en pleno boom inmobiliario y, mientras pensaba qué carrera estudiar, se ganaba la vida en la obra para ayudar a su familia. De la construcción pasó al mundo de la noche como portero, empezó a hacer contactos y a combinar sus dos trabajos, haciendo “chapuzas” y creciendo, hasta crear su propia empresa de reformas y construcción, y luego montar junto a su hermano un par de locales de tapeo para turistas en el centro de la capital, donde conoció a Rebeca.

   Juntos empezaron a investigar y a nutrir cuerpo, alma y mente, pues dice Rebeca que si falla alguno de estos tres niveles, no se consigue la felicidad. De ahí, su eslogan “Feeding lively minds”, que habla de alimentar mentes vivas, despiertas, alegres y positivas, como Rebeca, claro está. Con esta idea en la cabeza, viajaron, exploraron, probaron nuevos sabores, descubrieron otro tipo de consumo, y decidieron alimentarse solo con productos que contribuyeran de forma positiva en su bienestar y en la rueda del mundo.

   Y llegó Rebeca al libro Espiritual Chef del argentino Javier Medvedovsky. Abrumada con la oferta de alimentos esenciales para el alma que ofrecía, la joven no se lo pensó dos veces. Viajó a Barcelona para contarle el proyecto que le rondaba en la cabeza: abrir un restaurante (aún sin nombre) con recetas confeccionas por este cocinero revolucionario. Y a su gran sorpresa, atrapado por el entusiasmo de Rebeca, Javier aceptó. Luego, llegó el local, una joya en la calle de Manuela Malasaña, el mítico pub irlandés Molly Mallone’s, que tras 7 meses de reforma cuesta reconocer, y por fin, nació SuperChulo. Un nombre sin duda positivo, pero con el que además Rebeca y Cata quieren reinventar lo más castizo de Madrid, transformando chulapos y chulapas en chulísim@s, como la chica del mural que recibe a los clientes en un lugar donde conviven tradición y positividad.

   Desde entonces, en SuperChulo, dan desayunos, comidas y cenas, y cada persona que entra, sale feliz. En las mesas, elaboradas con madera procedente de empresas que, aunque parezca increíble, evitan la tala o explotan los bosques de manera sostenible, se sirven alimentos orgánicos, naturales, sin fritos, químicos o aditivos, elaborados de forma tradicional, sin microondas, solo con fuego u horno de leña, y presentados con la belleza necesaria para alimentar, de paso, nuestra alma. También tienen dulces de elaboración propia, sin azúcares refinados; ofrecen macerados únicos en su “caverna cóctel-bar”; y en breve pondrán en marcha los desayunos tardíos para responder a un público que no ha parado de crecer en su escaso mes de vida…. Y es solo el principio porque lo mejor siempre está por venir...

                                       (De Lidia Martín, el 25 de julio de 2017)

Referencias útiles
SUPERCHULO (ver la ilustración)
Calle de Manuela Malasaña, 11
28004 Madrid
910 232 706
M Bilbao / Tribunal / San Bernardo

Horario:
- De Lunes a Viernes: de 10h a 0h30;
- Los Sábados y Domingos: de 10h30 a 2h30.

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