Detrás de su frágil imagen de intelectual trajeado, espigado y gafapasta (cuando tal apéndice anteojeril aún no significaba ser lo más), se esconde un genio prolífico, que rezuma arte por sus poros, capaz de moverse con la misma soltura por los registros tanto culturetas como populares. Siciliano, ecléctico, inteligente, vegetariano, antisocial y metafísico, a sus 72 años, Franco Battiato (en la ilustración) es de esos artistas que consiguen juntar, por un día y sin escozores, a jóvenes modernos, progres enterados, setentones interesantes y fieles seguidores desde hace casi 5 décadas. El que en los 80 quiso vernos bailar con sus éxitos pop de verano, su experimentación psicodélica y electrónica, su rock progresivo, su ópera lírica y sus inexplicables, pero maravillosas colaboraciones, actuará en las Noches del Botánico, el próximo Martes 18 de julio de 2017.

   Franco Battiato nació en Sicilia en 1945. Con la música siempre presente, el inquieto joven de apenas 20 años se desprendió de su ciudad natal, y de las faldas de su querida madre, Grazia -muy presente en la vida y obra del artista-, y pasó a buscar una existencia propia, libre e independiente, con todo lo que esto conlleva. Su primer contrato discográfico llegó cuando tenía 23 años y vivía en Milán. Y desde aquellas versiones de los grandes éxitos del pop como pistoletazo de salida, no ha habido apenas parón en la carrera musical del compositor y cantautor.

   Varios singles después y a pesar de que, según cuentan, no era, ni es, muy dado a socializar, Battiato conoció a Juri Camisasca, un músico experimental que le abrió la mente al surrealismo y a la psicodelia. Y de ese encuentro nació “La convenzione”, en 1971, que para muchos es el mejor álbum de rock progresivo de los 70, en Italia.

   Electrónica, música conceptual, experimentación vocal… Battiato probó todo sin miedo, con una actitud, entre sobrada y chiflada. Superados los 30, el pop llegó a su vida, y con él, a la de miles de italianos, que acogieron esta nueva faceta del músico con los brazos tan abiertos que “La voce del padrone” (1981) se convirtió en el primer LP italiano, que superó el millón de copias vendidas.

   En 1982, Battiato, conocido ya como un espécimen raro, llamativo para los intelectuales, excéntrico para el público, e inspirador para los músicos del momento, llegó a España revolucionando aún más la Movida con un tema pegadizo, “Voglio vederti danzare” (“Yo quiero verte danzar”), que salía de la boca de aquel tipo que bailaba extraño, y que más bien parecía el Inspector Gadget que una estrella del pop al uso. Aquí también vino acompañado de la mamma, de la que -aseguran- era capaz de remover Roma con Santiago con tal de conseguir que su hijo y acompañantes estuvieran como en casa. Con una media de disco al año -muchos de ellos dobles-, el incansable Battiato quiso probar otro género, y en 1987, produjo óperas pero sin olvidar su vertiente pop en un torrente creativo (casi insultante), que le llevó a sacar 6 títulos entre los años 1988 y 1989.

   La década de los 90, superada la cuarentena, fue para Battiato una época de aún más cambios. Al músico le dio por saborear otras artes, cualquier cosa antes de aburrirse o repetirse, y se estrenó componiendo para cine con la película “Una vita scellerata”, que narraba la existencia del escultor florentino del siglo XVI, Benvenuto Cellini. También experimentó con la pintura bajo el seudónimo de Süphan Barzani, y en 1991, recibió el premio al Mejor Disco del Año por “Come un Cammello in una grondaia”, con temas de compromiso social, que calaron fuerte entre sus fans. Pero lo más curioso fue cuando, en 1994, el polifacético artista conoció al filósofo y escritor, también siciliano, Manlio Sgalambro, que se convertiría no solo en uno de sus grandes confidentes, sino también en el letrista oficial de un Battiato, que abrumado por su arte, consideró desde entonces un insulto volver a agarrar un bolígrafo para intentar escribir algo cuando Manlio lo iba a expresar como nadie. Óperas, canciones pop o guiones de filmes, no importó el qué, la palabra quedó en manos de Sgalambro. Una fructífera relación de la que -dicen- “L’imboscata” (1996) fue su mejor trabajo, con el tema “La cura” (“El cuidado”) como la Mejor Canción Italiana del Año.

   En 2003, Battiato volvió a probar suerte con el séptimo arte, pero esta vez para dirigir la película “Perduto amor”, sin poder imaginar que sería reconocida como cinta de Interés Cultural Nacional en su país. Pero, en 2006, después de su segundo filme, “Musikanten”, al que la crítica machacó sin miramientos, el director de cine se centró de nuevo en la música. En 2012, el músico decidió cantar en español, y pidió ayuda a Jota, líder de Los Planetas, y a Manu Ferrón, de Grupo de Expertos Solynieve -sí, sí, a estas dos fieras del indie nacional-, para adaptar al castellano su nuevo álbum “Ábrete Sésamo”. En 2013, como hombre sabio que parece ser, se unió a una de las voces más peculiares, arrolladoras e interesantes de los últimos tiempos, Antony Hegarty (Antony and The Johnsons), con un disco que recoge el directo del concierto “Del suo veloce volo”, que pudieron disfrutar unos cuantos privilegiados, en Florencia, en 2014. Y en 2015, realizó un gira internacional, con una parada en Madrid, para presentar su último trabajo “Le Nostre Anime”.

   Finalmente, este año, Franco Battiato vuelve a la Villa para ofrecer, dentro de Las Noches del Botánico, un concierto en el que cantará sus canciones y composiciones más relevantes. Una oportunidad única para emprender un viaje estético en el tiempo...

                                                    (De Lidia Martín, el 10 de julio de 2017)

Referencias útiles:
FRANCO BATTiATO EN LAS NOCHES DEL BOTÁNiCO

¿CUÁNDO? El Martes 18 de julio de 2017, a las 20h.

¿QUÉ? Concierto del cantautor, músico y director de cine italiano, Franco Battiato, que se caracteriza con tener una de las personalidades más eclécticas de la cultura italiana. Entre sus registros musicales podemos encontrar todo tipo de estilos, desde sus inicios con un estilo más romántico, pasando por rock progresivo, en los 60, hasta actualmente con una música más culta.

¿DÓNDE? En el Real Jardín Botánico Alfonso XIII de la UCM (ver la ilustración)
Avenida de la Complutense, s/n
28040 Madrid
913 947 078
M Ciudad Universitaria

¿CUÁNTO? Desde 49 euros aquí.

Para saber más del evento, conéctate a su web de las NOCHES DEL BOTÁNiCO (también en Facebook y Twitter); y para seguir los pasos (re)creativos de FRANCO BATTiATO, conéctate a su web, su Facebook y su Twitter.

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