Cargado de adicciones y temas tormentosos, Placebo nació en 1994 en un Londres tomado por un britpop hasta arriba de testosterona, apostando por un glam rock que nada tenía que ver con aquellos “machos” liderados por Oasis. Tirando del rock siniestro de los 80 encarnado por sus adorados David Bowie o The Cure, dos niños bien llamados Stefan Olsdal y Brian Molko (en la ilustración) crearon un universo propio que cumple ya más de 20 años. El próximo Sábado 29 de abril Placebo tocará en Madrid. (Petit) Homenaje a una banda, que hoy, después de vender más de 11 millones de discos en todo en el mundo, muestra un sonido que ha madurado hacia una sorprendente elegancia electrónica.

   Brian Molko, norteamericano nacido en Bélgica, y el sueco Stefan Osldal pasaron gran parte de su infancia en Luxemburgo o “el rincón más aburrido de Europa”, según Brian. Los dos eran hijos de importantes banqueros y acabaron allí siguiendo el variante destino de unos progenitores que les apuntaron al Colegio Internacional Americano donde ni siquiera cruzaron media palabra. Mientras Molko quería ser actor, Olsdal, con sus casi 2 metros de estatura y complexión más que atlética, decidió apostar por el deporte. Sin embargo, los dos adolescentes tenían algo en común: con tanto cambio de residencia, la falta de amigos les hizo pasar gran parte de su tiempo libre escuchando música, y Londres haría el resto...

   En 1990, Molko se mudó a la capital londinense para continuar sus estudios de arte dramático mientras aprendía guitarra y se ganaba algún dinero tocando en bares junto al batería Steve Hewitt que luego también formaría parte de Placebo. En cuanto a Olsdal, lo hizo siguiendo una vez más la estela de su padre, para jugar al baloncesto y estudiar guitarra en el Musicians Institute del East End... hasta que un buen día de 1994 los dos jóvenes se cruzaron en la estación de metro de South Kensington y se reconocieron. Olsdal regresaba de clase de guitarra y Brian le invitó a conocer a su incipiente grupo. De allí surgió su amistad y su primera banda, Ashtray Heart, germen de Placebo.

   Aquel nombre engañoso llegó en 1995, el mismo año en el que publicaron su primer sencillo “Bruise Pristine” de manos de un sello independiente y humilde pero con el que hicieron suficiente ruido como para llamar la atención de las grandes discográficas. Su debut sonaba a Iggy Pop, Pixies, Nirvana pero también a Depeche Mode, es decir todas las influencias de unos chicos que acababan de probar suerte y ya tenían en la mesa un contrato por firmar.

   Así llegó su primer LP ”Placebo” (1996), un disco que ellos mismos definieron como “fuertemente sexual” y que, en cuanto se radió, alcanzó el puesto cinco de las listas británicas, arrasó en ventas y llegó a los atentos oídos de músicos como Lou Reed, Robert Smith, Lee Ranaldo de sus adorados Sonic Youth, pero sobre todo David Bowie que se los llevó de gira como teloneros, aparecía por sorpresa en sus conciertos y les invitó a tocar por su 50 cumpleaños en el Madison Square Garden de Nueva York junto a The Cure, Smashing Pumpkins y Lou Reed. ¡Era solo su primer trabajo y ya tocaban con todos sus ídolos! Sin duda habían entrado por la puerta grande.

   Su estética y letras fueron sus principales jugadas. La ambigüedad de Molko que aparecía maquillado, vestido de mujer y preguntaba a su público “¿Soy chica o chico?” -como lo hizo en el 97 en el Calderón teloneando a U2-, no dejaba a nadie indiferente y aumentó la fama de un grupo que solo había necesitado un disco para convertirse en imprescindible.

   Dos años después, llegó su segundo trabajo “Without you I’m nothing” (1998) con el que también se colaron en todas las listas de nº1 de Inglaterra y Estados Unidos, fueron nominados a los Brit Awards por su single “Pure Morning” pero con el que, sin embargo, no lograron superar el éxito de su debut. Le siguieron “Black Market Music” (2000) y “Sleeping With Ghosts” (2003) vendiendo millones de copias y llenando el mítico Wembley Arena mientras la crítica, sin embargo, les acusaba de haber perdido un sonido que recuperaron con “Meds” (2006), uno de sus discos más oscuros con una clara alusión a una adicción que decidieron parar a tiempo. “Meds” se grabó en tan solo 8 semanas pero dos meses antes de su lanzamiento se filtró en internet provocando pérdidas millonarias.

   A estas alturas la banda ya había cambiado varias veces de batería, y con su nuevo álbum “Battle for the Sun” (2009) -esta vez con su propio sello Elevator-, presentaron a un jovencísimo Steve Forrest que como recién salido de una película de Gus Van Sant convenció a Molko y Olsdal tras dos semanas de convivencia. Seis años después se les fue Forrest y entró Matt Lunn (ex Color of Fire), con el que celebraron sus 20 años de carrera publicando “A Place for us to Dream” (2016), un recopilatorio con un single nuevo “Jesus’ Son” que presentarán en Madrid. Amén!

PD personal: Brian Molko, ahora abiertamente bisexual, estuvo varios años con la fotógrafa Helena Berg, madre de su único hijo Cody. Y Stefan Olsdal mantiene una relación de más de 20 años con un español -con el que también tiene un hijo-, y que -dicen- arrancó una semana antes de formar Placebo. Así que no te asombres si te cruzas con él en el metro o en las terrazas de Conde Duque, pues el bajista de Placebo pasa largas temporadas en Madrid y te podrá hablar en un perfecto castellano. Tanta es su cercanía con nuestro país que además de producir para algún que otro disco de Fangoria, tiene varios proyectos musicales paralelos, como Hotel Persona con David Amén y otra banda junto a Miguel López de Digital 21.

                                              (De Lidia Martín, el 17 de abril de 2017)

Referencias útiles:
PLACEBO en Madrid

¿CUÁNDO? El Sábado 29 de abril de 2017, a las 22h.

¿QUÉ? Concierto de Placebo dentro de su gira “20 años de Placebo”.

¿DÓNDE? En el (ex Palacio de los Deportes) WiZink Center (ver la ilustración)
Avenida de Felipe II s/n
28009 Madrid
914 449 949
M Goya / O’Donnell

¿CUÁNTO? 44 euros aquí.

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