Situado a escasos (50) kilómetros de la capital, Nuevo Baztán es uno de los enclaves de arquitectura barroca más importantes del país. A pesar del crecimiento urbano de la región de Madrid, las nuevas construcciones surgidas en la segunda mitad del siglo XX no se construyeron dentro del pueblo, sino en urbanizaciones situadas a sus afueras, lo que ha permitido que, a pesar de los siglos transcurridos, su centro histórico, declarado Bien de Interés Cultural, se conserve casi inalterable. (Petit) Escapada a una ciudad planificada según las ideas de la Ilustración, gracias al colbertista navarro Juan de Goyeneche.

   Enunciada por el francés Jean-Baptiste Colbert, ministro de finanzas de Luis XIV, la doctrina económica, que acabaría llevando el nombre de su ideólogo, afirma que una de las funciones del Estado debe ser desarrollar una sólida economía destinada a acumular riquezas que, posteriormente, deben ser utilizadas para financiar otras actividades, por ejemplo, la artesanía, las ciencias y la cultura. A pesar de lo simple que puede parecer este enunciado a la luz del siglo XXI, cuando fue enunciada en el siglo XVII, supuso una verdadera modernización de la administración y las finanzas galas. Una prosperidad que acabó fructificando en suntuosos edificios como el Palacio de Versalles, instituciones científicas, academias y fábricas para producir bienes de lujo destinados a adornar todas las nuevas construcciones.

   Deslumbrado por el colberismo, el político, periodista y editor Juan de Goyeneche (retratado aquí) nacido en 1656 en la localidad de Arizcun, situada en el navarro Valle del Baztán, decidió ponerlas en práctica en España. En 1710 adquirió unas tierras en la zona de la actual Olmeda de las Fuentes (en la época, Olmeda de las Cebollas), que dedicó a la explotación agrícola, y ante el éxito de au primera experiencia, en 1713 Goyeneche decidió comprar unos terrenos en los que construiría una pequeña ciudad, compuesta por un conjunto de fábricas y todos los equipamientos necesarios para alojar a los trabajadores y satisfacer sus necesidades.

   Goyeneche no reparó en gastos. Encargó al prestigioso arquitecto José Benito de Churriguera (1665-1725) la planificación y edificación de la nueva ciudad, que sería poblada por colonos traídos expresamente de su Navarra natal y bautizada, en homenaje a sus raíces, con el nombre de Nuevo Baztán, En cuanto a la iglesia, la dedicaría a San Francisco Javier, uno de los santos más populares de Navarra, junto a San Fermín.

   Para la nueva población, Churriguera optó por un plano en cuadrícula, inspirado en los nuevos asentamientos urbanos que se estaban construyendo en América y con una estética barroca, movimiento artístico y arquitectónico del que Churriguera llegó a ser una destacada figura, hasta el punto de dar nombre a una variedad de ese estilo arquitectónico: el churrigueresco.

   Además de la iglesia ya mencionada y un palacio (en la ilustración) anexo a ésta en la que residía Goyeneche, el nuevo asentamiento incluía un hospital, un conjunto de fábricas dedicadas a las manufacturas del vidrío, la cerámica, las pieles, y los sombreros, un seminario, un mesón y más de 80 viviendas para alojar alrededor de 500 personas. Entre ellas se encontraban, además de los obreros no especializados, maestros artesanos procedentes de diferentes puntos de Europa y que eran los encargados de dirigir y enseñarles a los primeros las técnicas de fabricación de los distintos productos.

   Durante unos años, Nuevo Baztán produjo magníficas piezas de vidrio, cerámica, textiles y cuero que eran adquiridas por la Corte española y diversos clientes europeos. El éxito de estas manufacturas no solo se debía a su gran calidad, sino a los bajos salarios abonados por Goyeneche, quien lograba así que sus productos resultasen muy competitivos en el mercado extranjero.

   Sin embargo, los planteamientos del colbertismo, tan eficaces en la teoría, comenzaron a no resultar tan útiles en la práctica. La escasez de madera con la que alimentar los hornos de las fábricas provocó que la producción disminuyese y, a pesar de los intentos de Goyeneche por reflotar sus industrias, estas dificultades también provocaron que disminuyera la calidad de las piezas y las fábricas acabaron cerrando. Su filosofía, sin embargo, daría lugar a las Reales Fábricas, como la de cristal de La Granja, la de tapices de Madrid, la de porcelana del Retiro, la de armas de Toledo o la de paños de Guadalajara.

   La decadencia del lugar y la muerte del fundador, acaecida en 1735 en el palacio que mandara construir, provocaron que muchos de los colonos abandonaran el pueblo para buscar nuevas y mejores condiciones de vida en otro sitio. A partir de 1778, el entorno creado por Goyeneche y Churriguera cayó en una fase de total abandono, que se intentaría revertir en 1941 con la declaración del lugar como Monumento Histórico Artístico. Pero, a pesar de esta protección, la mayor parte del complejo arquitectónico permaneció en estado de ruina durante décadas hasta que, a principios de los 90, se pusieron en marcha trabajos de restauración cuya finalidad era la de rehabilitar el recinto y acondicionar parte de las antiguas bodegas para alojar en ellas el Centro de Interpretación de Nuevo Baztán, dependiente de la Comunidad de Madrid.

   El museo, del que solo se ha construido una parte de lo proyectado, incluye maquetas, objetos de época, reproducciones y audiovisuales que explican el papel que jugó Goyeneche y sus fábricas en el desarrollo de la zona, y además de la exposición permanente, a lo largo del año las instalaciones acogen talleres destinados a adultos y niños en los que se explica cómo funcionan los telares, cómo se trabaja el cuero, las diferentes formas de fabricar jabón o las técnicas de modelado del vidrio.

   Finalmente, otro de los atractivos de Nuevo Baztán es su entorno natural, incluido en varias sendas de las que recorren la Comunidad de Madrid. La más popular y fácil de seguir es la Senda de Valmores, que parte desde el centro histórico del pueblo y recorre los elementos más significativos del paisaje de la zona.

PD: Hasta el próximo 25 de junio, el Palacio de Juan de Goyeneche acogerá la exposición “Escenografías teatrales en la Ilustración”, comisariada por el catedrático de Escenografía de la Universidad Complutense de Madrid Miguel R. Massip. La muestra se compone de una selección de litografías con escenografías teatrales del siglo XVIII y principios del XIX, acompañadas de otros elementos que formaron parte del mundo escénico de la Ilustración.

                                        (De Eduardo Bravo, el 02 de abril de 2017)

Referencias útiles:
NUEVO BATZÁN
28514 Madrid
Bus 261 (Dirección Villar de Olmo)

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