Con motivo del III centenario del nacimiento de Carlos III, el Instituto de Estudios Madrileños ha programado un ciclo de conferencias, que se celebrarán en el Museo de Historia de Madrid, para valorar la influencia del monarca en la Villa, ciudad para la cual desarrolló diferentes planes de modernización de las infraestructuras y los servicios, hasta el punto de ser considerado el “mejor alcalde de Madrid”. Para la ocasión, ¡no te pierdas (Mi Petit) Diccionario arquitectónico del rey ilustrado

ALUMBRADO PÚBLiCO A finales del siglo XVII, el alumbrado de las calles de Madrid se limitaba a faroles adosados a las fachadas de los palacios y mansiones de las clases adineradas. Su objetivo principal era disuadir a los maleantes de robar en las inmediaciones de esas viviendas, aunque también tenían el efecto colateral de iluminar, hasta cierto punto, las calles. Hubo que esperar casi 100 años para que, en la segunda mitad del siglo XVIII, se estableciera un sistema público de iluminación. En 1765, una Real Orden de Carlos III estableció la creación de un cuerpo de funcionario municipales, encargado de conservar, encender y apagar diariamente los faroles de las calles que, a partir de entonces, dejaron de ser responsabilidad de los vecinos y propietarios para pasar a ser de administración pública.

BASURA Junto con la regulación del alumbrado de la ciudad, Carlos III (retratado aquí) puso en marcha el servicio de limpieza de Madrid. El proyecto, que fue realizado por Francesco Sabatini entre 1761 y 1769, incluía también el adoquinado de calles y la instalación de canalones y conductos para evacuar las aguas de los inodoros directamente al sistema de alcantarillado. A pesar de las innegables mejoras que supusieron esas medidas para los madrileños, los ciudadanos las recibieron con numerosas quejas. Carlos III, convencido de la utilidad de las mismas, se tomó a broma esas críticas afirmando que “mis vasallos son como los niños, lloran cuando se les lava”.

CASA DE ADUANAS La actual sede del Ministerio de Hacienda fue originariamente la Real Casa de Aduanas. Situada en el nº3 de la calle de Alcalá, fue un proyecto encargado por Carlos III a Francesco Sabatini (1722-1797) para sustituir la antigua Casa de Aduana de la calle de la Bolsa, que se había quedado pequeña al aumentar sus competencias y el tráfico comercial del país. El nuevo edificio se comenzó en 1761 sobre el terreno que ocupaban las Caballerizas de la Reina, y se concluyó 8 años más tarde. El edificio sufrió diferentes modificaciones durante los siglos XIX y el XX. Entre ellas, la restauración de la fachada y una ampliación realizada a costa de derruir el contiguo palacio de Torrecilla. En 1998 fue declarado Bien de Interés Cultural Patrimonio Histórico de España.

DiNASTíA Carlos III era el tercer hijo varón de Felipe V, monarca de la dinastía de los Borbones, que reinó en España de 1700 a 1746, con un “impás” de 8 meses en 1924. Por razones que siguen objeto de discusión entre los historiadores, el monarca abdicó a favor de su Luis de 17 años, que no alcanzaría a estar ni un año en el trono al morir de viruela. Gracias a las presiones de la reina, Isabel de Farnesio, sobre el Consejo de Castilla, Felipe V volvió a ostentar la real corona. A su muerte en 1746, subió al trono su hijo Fernando VI, que falleció en 1759 sin descendencia, por lo que asumió el cargo su hermano Carlos, que, por esa época, era Rey de Nápoles y Sicilia. El nuevo monarca se instaló definitivamente en España, donde falleció en 1788, dejando el trono a su hijo Carlos IV.

ERMiTA DE SAN ANTONiO DE FLORiDA En 1768 Carlos III encargó (otra vez) a Francesco Sabatini -Maestro Mayor de las Obras Reales desde 1760-, la construcción de una ermita dedicada a San Antonio. El edificio se construiría en el lugar que ocupaba una ermita anterior, erigida por José Benito de Churriguera. A su vez, la ermita construida por Sabatini fue derruida dos décadas después por orden de Carlos IV. En la nueva ermita, erigida entre 1792 y 1798 por Filippo Fontana, es donde Francisco de Goya pintó los frescos que representan uno de los milagros del santo. En 1925, para preservar esos frescos, se construyó una nueva ermita, idéntica a la existente y en la que se realizan los oficios religiosos.

FUENTE DE CiBELES Además de edificios civiles, la remodelación urbanística, planeada por Carlos III para la ciudad de Madrid, incluía museos, infraestructuras sanitarias y elementos ornamentales. Dentro de ese último grupo, se proyectaron diferentes fuentes, dedicadas a divinidades de la mitología latina, como Apolo, Neptuno y Cibeles. Todas ellas se colocarían en lo que se conoció como Salón del Prado, que incluía además de llamativos jardines, el Museo de Ciencias Naturales (actual Museo del Prado) y el Jardín Botánico. Las tres fuentes fueron diseñadas por Ventura Rodríguez (1717-1785), quien, para facilitar la vida de los madrileños, decidió que las fuentes no serían meros elementos ornamentales, y colocó un caño de agua potable para uso público.

GUiLL, MATEO Mateo Guill fue un arquitecto que, durante el reinado de Carlos III, trabajó para el Ayuntamiento de Madrid, institución en la cual alcanzó el puesto de Teniente Director. Trabajó con Juan de Villanueva en la Casa de la Panadería de la Plaza Mayor y, a título individual, realizó la Cárcel de la Corte y el Palacio de los Duques de Osuna, situado en el Jardín de El Capricho. En 2016, el Ayuntamiento de Madrid acordó convertir dicho palacio, declarado Bien de Interés Cultural, en un museo, que albergará, en 2018, exposiciones temporales y obras pertenecientes al Patronato del Museo del Prado. Además, desde hace poco, la oferta cultural del parque de El Capricho se completa con la visita al búnker de la Guerra (in)Civil, que se construyó hacia 1937.

HOSPiTALES En 1767 Carlos III expulsó a los jesuitas de España y se quedó con sus posesiones, las cuales fueron empleadas para fines sociales, como la construcción de hospitales y hospicios. Mucho tiempo después y sin relación directa con los jesuitas, las autoridades sanitarias dieron el nombre de Carlos III a uno de los hospitales más importantes de Madrid. Entre las especialidades que se tratan en él, están las enfermedades infecciosas como el ébola, razón por la cual se puso de actualidad hace un par de años.

iLUSTRACiÓN La Ilustración fue un movimiento cultural, desarrollado en Europa desde finales del siglo XVII hasta la Revolución francesa. Según sus ideólogos, la razón y el conocimiento podrían acabar con los problemas de la humanidad. Desde el punto de vista político, la Ilustración coincidió con el Absolutismo y la monarquía ilustrada, que pretendían mejorar las condiciones de vida de sus súbditos, pero sin hacerlos partícipes de las decisiones o el ejercicio del poder. En España, la Ilustración estuvo personalizada en los reyes Fernando VI y Carlos III, impulsores de academias de ciencias, museos, instituciones educativas y transformaciones sociales, como las mejoras en los trazados de las ciudades, las canalizaciones, el alcantarillado y la modernización de la administración pública.

JARDíN BOTÁNiCO (REAL) El Real Jardín Botánico fue fundado por Fernando VI en 1755, en Soto de Migas Calientes, cerca del Manzanares, hasta que, en 1781, Carlos III ordenó su traslado a su ubicación actual, con objeto de que estuviera contiguo al Museo de Ciencias Naturales y relativamente cerca del Observatorio Astronómico. El proyecto fue iniciado por Francesco Sabatini y continuado por Juan de Villanueva. Además de acoger la importante colección procedente del antiguo jardín, el Real Jardín Botánico (ver la ilustración) se fue enriqueciendo de las especies obtenidas en las diferentes expediciones científicas, auspiciadas por Carlos III.

KANT Immanuel Kant (1724-1804) fue uno de los filósofos más destacados de la Ilustración. Aunque su época de esplendor intelectual llegaría hacia 1880 -ocho años antes de la muerte de Carlos III-, las ideas del prusiano ya eran conocidas por los intelectuales de las cortes europeas. Por tanto, no hay que descartar que también influyeran a los pensadores y políticos españoles. Lo que es indudable es que Kant sí que conocía a los españoles, de quienes diría: “El español tiene un alma orgullosa y más sentimiento para las acciones grandes que para las Bellas Artes. Hay poco de una benevolencia bondadosa y suave, muchas veces es duro y fácilmente hasta cruel”. Un tío sagaz, este Kant, ¿verdad?

LOTERíA Entre las cosas que Carlos III trajo a España cuando llegó al país procedente de Nápoles, estaba la lotería. El primer sorteo se celebró el 10 de diciembre de 1763 y su mecanismo era más parecido al de la Lotería Primitiva que al de la Lotería Nacional, organizada en base a los décimos, que no se pondría en marcha hasta 1811, para sanear las cuentas estatales que habían quedado maltrechas por la Guerra de la Independencia.

MUSEO DEL PRADO En origen, el actual Museo del Prado (en la ilustración) era el edificio del Museo Nacional de Ciencias Naturales y Academia de Ciencias. Fue proyectado por Juan de Villanueva (1739-1811) después de ganar un concurso en el que participaron otros destacados arquitectos de la época. Su construcción se enmarcó en la reurbanización de la zona comprendida entre la actual plaza de Cibeles y Neptuno, que puso en marcha por Carlos III. Las obras comenzaron en 1790, pero cuando estalló la Guerra de la Independencia en 1808, aún no estaban acabadas. Durante la invasión napoleónica fue utilizado como cuartel y arsenal, y con la llegada al trono de Fernando VII, empezaría a acoger obras de arte.

NEPTUNO Pocos madrileños sabrán que la plaza donde se levanta la fuente de Neptuno se llama Plaza de Cánovas del Castillo. Para la gran mayoría de los ciudadanos es, sencillamente, la Plaza de Neptuno. Su origen se remonta a la remodelación de la zona del paseo del Prado, emprendida por Carlos III. Su construcción fue aprobada en 1777, pero no estuvo finalizada hasta 1786. Se cuenta que durante la Guerra (in)Civil, a consecuencia del hambre que se pasaba en Madrid, alguien le colocó a la escultura un cartel que decía “Dadme de comer o quitadme el tenedor”.

OBSERVATORiO ASTRONÓMiCO El prestigioso marino y cosmógrafo de la época de Carlos III, Jorge Juan (1713-1773), convenció al monarca de la necesidad de construir un observatorio astronómico. La propuesta fue aceptada, y hacia 1785 se inició su construcción. La obra fue encargada a Juan de Villanueva, que eligió como lugar para edificarlo una pequeña colina conocida como Cerrillo de San Blas, en la actualidad dentro de los límites del parque del Retiro y cerca de la Estación de Atocha. El Observatorio se equipó con un telescopio que fue encargado al astrónomo William Herschel, quien declaró que el telescopio de Madrid era el mejor de todos los que había fabricado. Sin embargo, durante la invasión napoleónica, el edificio sufrió diferentes daños y el telescopio de Herschel fue destrozado.

PUERTA DE ALCALÁ La Puerta de Alcalá (ver la ilustración) era una de las 5 puertas que daban acceso a la ciudad de Madrid. Fue diseñada por Francesco Sabatini después de imponerse a otros arquitectos, como Ventura Rodríguez o José de Hermosilla, en un concurso organizado por Carlos III. La decisión de su construcción fue tomada por el monarca cuando llegó por primera vez a Madrid procedente de Nápoles. Los viajeros procedentes de Barcelona, puerto en el que había desembarcado Carlos III, tenían que entrar por ese acceso. Al ver la puerta que había, el rey quedó muy disgustado y decidió hacer una de aspecto monumental. Su estilo es neoclásico y está inspirada en los arcos del triunfo romanos. Está coronada por cuatro niños representando las cuatro virtudes cardinales (Fortaleza, Justicia, Templanza y Prudencia) y posee dos inscripciones en cada lado de la puerta con el siguiente texto: “Rege Carolo III. Anno MDCCLXXVIII”. Es latín, pero se entiende más o menos bien.

QUiLATES Una forma de devaluar la moneda en el siglo XVIII era reduciendo la calidad o la cantidad del oro con el que estaban hechas. En 1772 Carlos III rebajó el oro a 21 quilates, lo que hacía que las monedas pesasen lo mismo, pero tuvieran oro de menor calidad. A pesar de estos cambios, el valor intrínseco de la moneda y el nominal se mantenían más o menos iguales, con intención de no afectar al prestigio de las monedas en los mercados internacionales.

REAL PALACiO El actual Palacio Real (ver la ilustración) se levanta sobre el antiguo Alcázar medieval, destruido por un incendio en la Nochebuena de 1734. Felipe V decidió construir un nuevo palacio, cuyas obras comenzaron en 1738 y se alargaron hasta 1759. El primer monarca en habitarlo fue Carlos III, en 1764. El proyecto original del edificio iba a tener toda la cornisa decorada con esculturas que representaban a reyes de la antigüedad, pero Isabel de Farnesio, madre de Carlos III, sufrió una serie de pesadillas en las que vio cómo un terremoto sacudía el edificio y hacía que las estatuas cayeran sobre ella, aplastándola. Por esa razón, pidió a su hijo que las cambiase de lugar, Carlos III accedió y ordenó que las 108 esculturas previstas se colocasen en la Plaza de Oriente, en el parque del Retiro, en los Jardines de Sabatini y hasta en El Ferrol, Vitoria o Pamplona.

SiETE Carlos III no fue un monarca especialmente beligerante. Sin embargo, después de que Gran Bretaña hubiera ocupado Honduras y La Habana, no le quedó más remedio que intervenir en la Guerra de los Siete Años. Finalmente, en 1763, la Paz de París puso fin al conflicto, repartiendo entre los países enfrentados territorios como Florida, el golfo de México, La Habana, Manila, Luisiana y Sacramento.

TRiBUNAL DE LA iNQUiSiCiÓN En la calle Torija, esquina con Torrijos y a espaldas de la Calle de la Bola, se encuentra el edificio que fue la última sede del Tribunal de la Inquisición antes de su disolución, en 1834. El proyecto original era de Ventura Rodríguez y, a su muerte, fue continuado por Mateo Guill. Después de ser utilizado para diferentes finalidades, el edificio fue adquirido por las Reparadoras, congregación que en la actualidad tiene allí su convento. Si bien la fachada se mantiene según el diseño original, donde se conserva el escudo de Carlos III, esculpido en piedra blanca de Colmenar, los interiores han sufrido diferentes modificaciones. En 2008 el Estado compró a la congregación religiosa el edificio para ampliar las instalaciones del Senado. Hasta el momento no se han emprendido las labores de rehabilitación.

UNiVERSiDAD La expulsión de los jesuitas fue aprovechada por Caros III para implementar una serie de mejoras en la enseñanza. Limitó la autonomía universitaria, sometiéndola al patronazgo real, y estableció un nuevo plan de Estudios Universitarios que no fue del agrado de universidades como la de Salamanca. Con el dinero expropiado a los jesuitas, se crearon también residencias universitarias. En la actualidad, una de las universidades madrileñas más prestigiosas lleva el nombre de Carlos III. Sin embargo, ese centro se acaba de ver envuelto en un escándalo al conocerse que el rector disfrutaba de un coche de alta gama y un chofer disponible trece horas al día, unos costes que ascendían a 100.000 euros anuales.

VALENCiA Entre los planes de modernización, emprendidos por Carlos III, estaba el de renovar las comunicaciones entre Madrid y otras importantes ciudades del país. De esta forma se construyeron una serie de caminos de tipo radial, que comenzaban en la capital y llegaban a Andalucía, Cataluña, Galicia y Valencia. Se podría decir que, al unir Madrid y Valencia, Carlos III fue el impulsor del turismo de playa y de la ruta del bakalao.

WALBURGA A los 22 años, Carlos III contrajo matrimonio con la princesa polaca María Amalia Walburga de Sajonia, que por entonces contaba 14 años. El matrimonio se celebró por poderes en el Palacio de Dresde y posteriormente en Nápoles. Tuvieron 13 hijos de los cuales 5 murieron en la infancia.

XIII Cuenta la leyenda que, en el siglo XIII, el propio San Francisco de Asís en persona fundó un convento justo donde hoy se erige la iglesia de San Francisco el Grande. Evidentemente, para construir la iglesia hubo que derribar antes el antiguo convento. La decisión fue de Carlos III, quien encargó la obra a Francisco Cabezas. El estilo es neoclásico, aunque la demora en acabar la construcción provocó que el interior sea un conjunto ecléctico, fruto de una mezcla de estilos. Destaca su cúpula, obra de Antonio Pló, que culmina una planta circular, considerada la tercera más grande de la cristiandad.

YORK En 1785, Carlos III donó 1.000 dólares de la época para que se construyera un templo católico dedicado a San Pedro en Nueva York, ciudad en la que la comunidad católica era minoría. El hecho no gustó a la mayoría protestante, que exigió que el edificio no se levantase en el centro de la población, sino en las afueras, concretamente entre las calles Barclay y Church, lugar en el que se encuentra actualmente.

ZACARíAS Hijo de Antonio González Velázquez -director de la Academia de Bellas artes de San Fernando y pintor de cámara de Carlos III, para el cual pintó algunos frescos del Palacio Real-, el también pintor, Zacarías González Velázquez (1763-1834), realizó los frescos de la cúpula episcopal del Real Oratorio del Caballero de Gracia (ver la ilustración), cuya rehabilitación entre 1786 y 1799 por Juan de Villanueva fue ordenada -¡cómo no!- por Carlos III.

                                       (De Eduardo Bravo, el 15 de diciembre de 2016)

Referencias útiles:
III CENTENARiO DEL NACiMiENTO DE CARLOS III

¿CUÁNDO? Los Jueves, a las 19h, del 15 de diciembre de 2016 al 04 de mayo de 2017.

¿QUÉ? Con motivo del III Centenario del nacimiento de Carlos III, el Instituto de Estudios Madrileños, en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid y el Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CSiC), ha organizado un interesante Ciclo de conferencias. Para no perderte nada, consulta la Programación.

¿DÓNDE? En el Museo de Historia de Madrid
Calle de Fuencarral, 78
28004 Madrid
917 011 686
M Tribunal

¿CUÁNTO? Entrada libre.

Para saberlo todo del evento, conéctate a la web del iEM.

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