Luca Medri, un italiano apasionado del tiramisú, adoraba los días en que su madre se liaba en la cocina para preparar su postre favorito. Con el tiempo, aquel niño se convirtió en un empresario residente en Madrid, aquejado de una terrible nostalgia por el sabor de su Roma natal. Intentando evocar el gusto de su tiramisú casero, Luca se aficionó al café, y así conoció a Verónica, una canaria de 28 años -como él-, que al otro lado de la barra de una cafetería escuchó paciente sus recuerdos y la aún inconsciente necesidad de remediar el asunto. Casi 4 años después, de estas charlas nació Medri El Mundo del Tiramisú, un local que lucha con absoluta pasión por darle un puesto de honor a este dulce, y que cada día abre sus puertas en pleno barrio Malasaña para repartir felicidad.

   Su apuesta es sencilla y sin concesiones, tiramisú y solo tiramisú. De hecho, cuando Luca y Verónica (retratados aquí) abrieron, ofrecían también otros clásicos como brownie o cheesecake, pero Luca no logró dormir hasta que retiró de su vitrina todo lo que no fuera su querido tiramisú. Eso sí, además del clásico de café, también se han atrevido con otros sabores, que aunque puedan levantar ampollas entre los más puristas, sin duda alegrarán la vida al resto de la humanidad. Nutella y coco, limón, frutas del bosque y fresa completan la oferta de este pequeño local (ver la ilustración) con obrador propio, que cuida cada detalle para ofrecer su producto estrella como si de un tesoro se tratara.

   Claro está, Medri mantuvo la receta original de la mamma Luciana, con el mascarpone, el bizcocho y sobre todo su toque personal. Para lograrlo no dudó en traérsela hasta aquí y así, con las manos en la masa, enseñó a la maestra pastelera una fórmula tan secreta que ni siquiera Verónica la conoce al 100%. Lo que sí sabe es que gastan mucho mascarpone, tanto que necesitan 3 proveedores, siempre italianos, pues en esto y en el bizcocho, Luca lo tiene claro: “Como el auténtico, ninguno”. El resto de ingredientes los buscan entre lo mejor de España y justo antes de entregar la porción, añaden el toque final de fruta fresca recién cortada.

   Cuenta Luca que este postre era la merienda habitual de los niños del norte de Italia. Cada bocado aportaba la energía que necesitaban, con un toque de café para despertarlos, y el queso para darles una buena dosis de calcio y grasa. Sin embargo, son muchas las versiones sobre el origen de este dulce, cuya traducción podría ser “Tírame arriba” y que más de uno relaciona con cierto contenido sexual. De hecho, una de las teorías afirma que nació en los burdeles del Véneto como un detalle de la Madame con los clientes, que atribuyéndole incluso poderes afrodisíacos, se ponían tibios de este pastel. Pero la gran mayoría asegura que nació en Siena en el siglo XVII con la visita del goloso Gran Duque de Toscana, al que ofrecieron una receta que le gustó tanto, que se la llevó a Florencia extendiéndola así por todo el mundo.

   Naciera en un lado o en otro, lo cierto es que para Verónica y Luca siempre es buen momento para tomar tiramisú. Tanto lo defienden que mantienen su local abierto desde primera hora y hasta la noche, ofertándolo para el desayuno, la comida, la merienda o la cena, e incluso cuentan con clientes espontáneos que al pasar por delante de su local deciden reservar su postre, y después de cenar por la zona, regresan a Medri para tomar su tiramisú.

   Verónica y Luca están preparados para las sorpresas, porque en su corta vida como negocio, ya han sido testigos de caprichos y antojos que mueven montañas, como la mujer a punto de dar a luz que desde el hospital encargó un surtido completo para celebrar el inminente nacimiento, o el policía que supo que existían, puso la sirena, paró el coche en seco, entró, compró, probó y cuando a la noche finalizó su turno, regresó para dar las gracias emocionado y llevarse uno de cada para toda su familia.

   Ellos sin duda entienden a Luca, son los apasionados del tiramisú, que emocionados por tener un paraíso a su medida, contagian con el boca a boca al resto de curiosos que van visitando Medri, el primer tiramisú-café de Madrid.

                                      (De Lidia Martín, el 01 de septiembre de 2016)

Referencias útiles:
MEDRi. EL MUNDO DEL TiRAMiSÚ (en la ilustración)
Calle Corredera Baja de San Pablo, 22
28004 Madrid
910 061 179
M Tribunal / Chueca / Gran Vía

Horario:
- De Lunes a Jueves: de 9h a 23h;
- De Viernes a Domingos: de 9h a medianoche.

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