Ocho años después de su apertura sigue con esa atmósfera de casa magnética, a pesar de las vueltas que va dando su vida comercial. Los socios originales eran tres y el establecimiento, más que un bar de copas, ejercía de café vespertino con deliciosas porciones de pastel de zanahoria. La crisis reestructuró el organigrama y los horarios. Las tardes languidecieron, y de la terna inicial, quedó Alejandro Torán (retratado aquí), el  miembro más empeñado en dotar a Volta Café de una programación única en la zona, más allá de un repertorio de música selecta.

   Hoy es un bar de copas peripuesto para evocar un cabaré berlinés, con escaparates del Barrio Rojo de Ámsterdam y un toque del burdel más aseado en la parisina plaza de Pigalle. La historia de su mobiliario es una de las anécdotas más jugosas: “Justo cuando lo estábamos montando, murió la tía de uno de los socios, y pusieron a nuestra disposición todos los enseres de la casa. Las mesas, cuya base retocamos con estampados en vinilo, los muebles, algunas sillas, lámparas, los sofás y hasta las mesitas de noche, cuyo interior registran los clientes más curiosos, y eso nos llevó a meter dentro un orinal de porcelana. Así no se quedan sin sorpresa”.

   Volta Café también puede presumir de una verdadera troupe de artistas residentes. A los platos, la peculiar dj Cherry Pie. Música que respeta la conversación del público, ya sea el lounge más sofisticado o un especial patrio con Camilo Sexto, Raphael, Karina o las sesiones de soul, rock and roll, garaje o surf. Calentando el escenario, la actriz de burlesque, Srta Siller, una bailarina con porte de pin up tatuada capaz de combinar los gestos sicalípticos con el flamenco. Y por último, Jorge Astyaro, célebre hipnotista que sabe cómo alcanzar los  rincones menos transitados de nuestras mentes, en dos versiones, la hipnosis habitual y la erótica.

   El decorado de Volta, que no ha cambiado desde su apertura, siempre le sugirió a Alejandro una programación nocturna, cabaretera y algo misteriosa: “Prefiero pocos números, pero bien escogidos. Todo lo que ofrezco es lo que a mí me gustaría ver como público. El toque picante, festivo y algo canalla del burlesque funciona muy bien”. Por Volta Café pasó la actriz Roma Calderón hasta que el escenario se le quedó estrecho y entró en la programación de escenarios como el del Lara o los Luchana, con su espectáculo “The Lovers”.

   En cuanto al mentalista Jorge Astyaro, que también trabaja en teatros, se mimetiza fácilmente con las sugerentes paredes de terciopelo rojo, perfectas para experiencias insólitas. El público participa y disfruta, obediente a las órdenes del título “Atrévete a perder el control”. Astyaro no se prodiga como mago porque no lo es. El propio Alejandro reconoce lo poco que creía en el arte de la sugestión hasta que ha ido conociendo el espectáculo y ahora lo alaba por  divertido y terapéutico, perfecto para soltar lastre y curar algunos que otros miedos. ¿Sin trucos? “Sin trucos. Lo garantizo. Después de cuatro años viendo sus representaciones, es impensable que tenga cómplices en cada cita. Los voluntarios que se someten a la hipnosis terminan encantados, nadie hace el ridículo y las sesiones son totalmente respetuosas”.     

   Volta Café, dando un giro a la noche madrileña.

PD: Este fin de semana, ¡no te pierdas la Burlesque Night con Srta Siller, hoy, Viernes, a partir de las 23h30 (entrada libre) con Cherry Pie DJ (rock 50's, surf, bubblegum, beat, ye-ye); y Hipnomancia, el show de hipnosis y mentalismo de Jorge Astyaro (entrada anticipada a 12 euros aquí), el Sábado a las 21h .

                                                  (De Sol Alonso, el 15 de julio de 2016)

Referencias útiles:
VOLTA CAFÉ (en la ilustración)
Calle de Santa Teresa, 9
28004 Madrid
M Alonso Martínez

Horario:
- Los Jueves: de 20h hasta las 2h de la madrugada;
- Los Viernes y Sábados: de 22h hasta las 3h de la madrugada;

Para seguir los pasos (re)creativos del VOLTA CAFÉ, conéctate a su web, su Facebook y su Twitter.

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