Para muchos de nosotros, el hummus es un reciente descubrimiento exótico, pero en Oriente Medio (y alrededores), preparar, cocinar y comer un buen hummus es casi una religión. Lotte y Shai son dos fervientes devotos del culto al garbanzo, que se enamoraron nada más conocerse; y después de casarse en su país de origen, Israel, hace año y medio, esta pareja de treintañeros guapos y llenos de energía decidió hacer realidad su sueño: abrir la primera Hummuseria de la Villa.

   La idea no les vino por arte de magia sino por el de viajar. 3 semanas antes de decir “sí quiero” en Jerusalén, Lotte y Shai (retratados aquí) vinieron a pasar unos días de vacaciones a Madrid. Patearon las calles y callejuelas de la urbe y, además de los edificios, la gente maja, los museos, los barrios y los ambientes varios, descubrieron que no había un lugar específico dedicado a la famosa crema de garbanzos cocidos con zumo de limón, que incluye pasta de tahina y aceite de oliva, y que causa estragos en su país natal. Entonces, un día, como quien cuenta un chiste fortuito en plena calle, Shai dijo: “¿Y por qué no nos venimos a Madrid y abrimos una hummusería?”. Él pensó que solo había sido un comentario al aire, pero Lotte lo recogió con sumo interés. Y después de la boda, dejaron sus carreras de psicología y empezaron a trabajar en diferentes restaurantes para aprender, empaparse y preparar su aventura.

   En noviembre de 2014, volvieron a Madrid, alquilaron una casa durante 2 semanas, y se dedicaron a estudiar la oferta y la demanda. ¿El resultado? En enero de 2015, regresaron con las pilas cargadas en busca de un local que pudiese albergar su sueño, y en menos de 6 meses, los dos jóvenes israelíes, sin apenas conocimiento de español y prácticamente ningún amigo en la ciudad, se convirtieron en expertos burócratas a la hora de pedir licencias, papeles, buscar casa, local y posibles proveedores. Desde entonces, viven felices en su casita, alquilada entre Malasaña y Chueca antes de encontrar su espacio ideal en (casualidad del destino) el mismo barrio.

   Contra las apuestas (y temores) de sus familias, los dos recién estrenados restauradores han convertido sus regalos de boda en un negocio que se ha hecho un hueco en la capital. Poco a poco, paso a paso y con mucha voluntad, ambos han ido adquiriendo y perfeccionando técnicas, recetas y producto. Las verduras y los elementos necesarios para elaborar su pequeña pero sanísima y fresca carta donde, ante todo, se respeta el “sabor de las verduras”, son de productores españoles y mercados cercanos al local, salvo el tahina (la base indispensable de cualquier hummus que se precie) que importan directamente de su vendedor de confianza en Israel y el pan de pita que elabora un panadero y compatriota suyo residente en Madrid.

   Mientras Lotte y Shai van mejorando cada detalle, el día a día del negocio y las necesidades puntuales de los madrileños… ¡lo del español aún les cuesta un poco!, pero están en ello. Desde que decidieron asentarse en suelo patrio, comenzaron a estudiar castellano, primero a través de aplicaciones online, y ahora en el devenir del trabajo diario. Y con la energía y ganas que le ponen a todo lo que hacen, en breve recitarán el lorquiano “verde que te quiero verde” -que la Hummuseria presume de cocina vegetariana- sin trabarse.

בְּתֵאָבוֹן (beteavón, ¡Buen provecho!)

PD (nº1): En su escueta pero deseable carta, podrás llegar a encontrar hasta 5 tipos de hummus. Las ensaladas se hacen el momento del pedido, y en casi todos los platos, vas a encontrar un poquito de limón.

PD (nº2): Aunque en Israel nadie bebe vino con el hummus, Lotte y Shai han asumido que “Spain is different”, y en su Hummuseria, no faltan unos buenos caldos para acompañar.

                                                   (De Noemí Z., el 08 de enero de 2016)

Referencias útiles:
LA HUMMUSERiA (en la ilustración)
Calle de Hernán Cortés, 8
28004 Madrid
910 226 240
M Chueca / Tribunal

Horario:
- De Martes a Sábado: de 13h30 a 16h30 y de 20h30 a 23h30;
- Los Domingos: de 13h30 a 16h30.

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