Además de luces, Papás Noeles, pistas de hielo y dulces a base de almendras y avellanas, la Navidad llena la Villa de carruseles de estilo vintage, que nos transportan a otras épocas donde el espíritu navideño da vueltas encima de caballitos de colores al son de villancicos (más o menos) clásicos.

   Aunque su aspecto recuerda a la realeza más barroca, el origen de los carruseles es muy anterior, y respondía a asuntos militares ya que, en su origen, el “carosello” -pequeña batalla- era un ejercicio de entrenamiento para los combates, que debió de ser tan divertido que acabó convirtiéndose en un juego bastante común entre los jinetes turcos y árabes del siglo XII. Los Cruzados se fijaron en aquella curiosa forma que tenían sus enemigos infieles de entrenar, y decidieron trasladar la idea a sus filas.

   Poco a poco el invento del carrusel fue afinándose. En 1680, los turcos inventaron un aparato en el que unos caballos de madera se suspendían en unas vigas que a su vez daban a un poste central. Los jinetes debían ensartar anillos con sus lanzas alrededor del tiovivo, movido por caballos, hombres o mulas. Pero la realeza francesa se quedó con el espíritu lúdico que contenía, y empezó a adornar sus jardines privados con tiovivos, hasta acabar montando, en el siglo XVIII, un aparato enorme en La Place du Carrousel, en el mismo centro de París.  

   Durante el siglo XIX, el tiovivo ya era toda una diversión conocida por toda Europa. Además, el desarrollo de las uniones de artesanos y la relativa liberación de los oficios hicieron que se realizaran muchas ferias y salones en el centro de Europa e Inglaterra, lo que favoreció la expansión y mejora de los tiovivos como objetos para el ocio. Fue cuando se añadió una plataforma en los carruseles para reducir el peligro que les podía suponer a los más pequeños.

   En cuanto al nombre de “tiovivo”, encuentra su origen ¡en Madrid! cuando un caluroso mes de julio de 1834, una horrible epidemia de cólera golpeó a la Villa. Entre las cientos de víctimas, se encontraba Esteban Fernández, conocido por regentar un carrusel en el Paseo de las Delicias, y al que todos llamaban Tío Esteban. Como la gente le tenía mucho cariño, casi todos los vecinos acudieron a despedirle el día de su entierro pero, de repente, en medio del sepelio, unos fuertes ruidos sorprendieron a los asistentes, quienes se quedaron aún más perplejos cuando del féretro salió el Tío Esteban al grito de “¡Estoy vivo, estoy vivo!”. Aquella noticia corrió como la pólvora por las calles de Madrid, y desde entonces, los madrileños rebautizaron al afrancesado Carrusel con el castizo Tiovivo.

(1) El carrusel más antiguo de Madrid es La Pérgola (ver la ilustración). Fabricada en Francia en 1927 y trasladada al madrileño Parque de Atracciones en 1969, la atracción modernista recorrió varias ciudades antes de establecerse definitivamente en la Villa. En 1996, se construyó la pérgola de madera, que le da el nombre, para protegerlo del clima, y en 2012, se restauró parte de sus adornos. Su incomparable estilo Art Decó y su rústica maquinaria hacen de ella, quizá no la más divertida, pero sí, la más bella de todas las atracciones del parque.

(2) Otro bello carrusel que mantiene Madrid todo el año es el de la calle Serrano (ver la ilustración). También de estilo retro y recargado, cuenta con elefantes, tigres, camellos, góndolas, carrozas, e incluso, un cerdo volador,  y las vueltas en este zoo de madera se acompañan con un hilo musical infantil. 

(3) Durante las fechas navideñas, niños y pequeños podrán disfrutar de la magia de dos carruseles en dos de las plazas más emblemáticas del centro de Madrid. Uno de ellos -el más pequeño-, se encuentra en la Plaza Mayor (en la ilustración), junto al más tradicional de todos los mercadillos navideños, entre figuritas de Belén, abetos naturales, espumillón, pelucas y gorros de fantasía. Este tiovivo se montó el pasado 27 de noviembre, y estará hasta el último día del año., abre de 9 a 22 horas ininterrumpidamente de lunes a jueves, mientras que de viernes a domingo cierra una hora más tarde, a las 23 horas. Su precio es de tres euros por un viaje o diez euros un bono de cuatro.

(4) En cuanto al carrusel temporal de la Plaza de Oriente (ver la ilustración), tiene dos pisos, y comparte estética vintage, aunque bastante más recargado. Impresionante y bonito resulta difícil no caer en la tentación de subirse a alguno de sus pisos.

                                             (De María Glück, el 26 de diciembre de 2015)

Referencias útiles:
CARRUSELES DE MADRiD

(1) La Pérgola
En el Parque de Atracciones (también en Facebook y Twitter)
Casa de Campo
28011 Madrid
¿Cómo llegar?
902 345 001
Horario de invierno: los Sábados y Domingos, de 12h a 19h.
Precios: Consultar tarifas aquí.

(2) Carrusel de Serrano
Calle de Serrano, 47
28001 Madrid
M Rubén Darío / Serrano / Núñez de Balboa
Horario:
- De Lunes a Sábado: de 11h a 14h y de 17h a 20h30:
- Domingos y Festivos: de 11h a 14h y de 17h a 20h.
Precio:
- 1 viaje: 1,70 euros;
- 9 viajes: 15,30 euros (es decir, 3 de regalo, pero ¿tu estómago lo podrá soportar?).

(3) Tiovivo de la Plaza Mayor
28012 Madrid
M Sol / Ópera
Horario (hasta el Jueves 31 de diciembre de 2015):
- De Lunes a Jueves: de 9h a 22h;
- De Viernes a Domingo: de 9h a 23h.
Precio:
- 1 viaje: 3 euros;
- Bono de 4 viajes: 10 euros.

(4) Carrusel de la Plaza de Oriente
28013 Madrid
M Ópera / Sol
Horario (hasta el Miércoles 06 de enero de 2016): de 10h a 22h.
Precio:
- 1viaje: 3 euros;
- 2 viajes: 5 euros;
- 5 viajes: 10 euros.

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