Rodillas flexionadas, manos encima de las rodillas, trasero hacia atrás, y caderas que se mueven de forma provocativa de dentro hacia fuera (y viceversa), de manera continuada, y todo, al ritmo de la música. (Petit) homenaje al Twerking, el sugerente baile que popularizó la niña mala de la música, Miley Cyrus, hace un par de años a conciencia, y que hoy sigue siendo un indispensable en los shows de las artistas (bailongas) del momento.

   En realidad, el twerking hizo su entrada en la escena internacional de la mano -por decirlo de alguna manera- de Rihanna en enero de 2013, cuando salió bailando twerking en el video de su canción “Pour it Up”; pero Miley Cyrus se llevó todo el mérito, en agosto del mismo año, al sorprender a todos los asistentes a la respetable gala de los MTV Video Music Award, con una coreografía, en la que perreaba provocativamente con Robin Thicke, como ya había hecho en su video del tema “We Can’t Stop” .

   Huelga decir que las celebridades de la música se apuntaron al minuto al sensual bombardeo de caderas, desde Jennifer Lopez a Rita Ora, pasando por Beyoncé o Nicki Minaj, y sin darnos cuenta, el vocablo “twerking” se ha añadido oficialmente al idioma inglés. En efecto, si ahora se busca en un diccionario británico, se podrá leer la definición: “Bailar con música popular de manera sexualmente provocativa, incluyendo movimiento de caderas”.

   Hay quien cree que el origen del twerking se encuentra en la cultura hip hop estadounidense de los 90, y que el vocablo procede de una alteración del verbo “to work” (trabajar); otros creen que comparte aspectos con ciertas danzas ancestrales africanas; y algunos que simplemente consideran que procede del perreo, de origen portorriqueño, un baile muy similar pero que involucra a dos personas -generalmente hombre y mujer-, que reproducen bailando movimientos del acto sexual, cadera para delante, cadera para detrás.

   En cualquier caso, el twerking tiene tantos adeptos en noches desenfrenadas de fines de semana que hasta circulan tutoriales por YouTube, en los que expertos en la materia ofrecen consejos sobre cómo mover las caderas con arte y no morir en el intento... porque, para bailar twerking, hace falta un mínimo de forma física, al menos la que sea necesaria para aguantar la duración de una canción, con las rodillas en posición de squad y venga a mover las posaderas a un ritmo frenético.

   El twerking, como es de imaginar, no solo tiene enloquecidos fans. La lista de sus detractores también es larga. En Rusia, por ejemplo, aún está vigente una reciente polémica por la que un grupo de 6 jóvenes fueron detenidas por danzar twerking, el pasado mes de abril, frente a un monumento memorial de la Segunda Guerra Mundial en Novorossiysk. Una de ellas permaneció encerrada 15 días, otras dos 10 días, y a las otras dos se les impusieron sendas multas, y los fiscales sentenciaron que ese baile “erótico y sexual” suponía “una falta de respeto para la memoria histórica y un acto inaceptable”.

   El mismo mes, también en Rusia, un grupo de alumnas de una escuela de Orenburgo, cercana a Kazajistán, protagonizó un video que se hizo viral en las redes sociales (más de 25 millones de reproducciones en este momento), con todas ellas bailando twerking de forma provocativa, pese a su aspecto adolescente con medias y coletas (y pese a estar acompañadas por una persona disfrazada de algo tan infantil y poco sexual como Vinni-Pukh, el osito ruso que versiona a Winnie the Pooh).

   A las autoridades no les gustó nada, y desde entonces, un Comité Federal está encargado de estudiar lo que sucedió, e investiga si pudo haber negligencia y “actos depravados” que, al involucrar a menores, podrían suponer penas de hasta 10 años de cárcel para los responsables, aunque la escuela advierte de que contaba con el visto bueno de los padres de las niñas. El Defensor del Menor ruso, Pavel Asakhov, ya ha opinado que el twerking le parece un baile “vulgar y ofensivo”.

   Moraleja: ¡no bailes twerking en Rusia! Si quieres aprender, ¡hazlo viendo este tutorial de YouTube, en la que te explican las principales reglas. Son sencillas, y con un poco de inspiración, podrás ponerlo en práctica el próximo día que nalgas, perdón, salgas…

                                       (De Abigail Campos, el 09 de junio de 2015)

PD (nº1) patria: ¡No te pierdas el tema “Diplo Revolution” de la Spanish Twerk Team (también en Facebook y Twitter), compuesta por María Roldán Caliani, Elena Smith Salazar, Esther Moreno Suárez, Marta García y Cris Baturone (en la ilustración), afincadas en Sevilla!

PD (nº2) lingüística: El Twerk tiene otras denominaciones como grinding, bumping, freak dancing o booty dancing, sobre todo en Estados Unidos y América Latina, donde ha sido más popular.

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