Testigo del florecimiento económico e ideológico de finales del siglo XIX a la vez que vestigio de la arquitectura industrial madrileña del pasado milenio, las pioneras Serrerías Belgas ecológicas, situadas entre las actuales calles del Cenicero y de la Alameda, vieron pasar el tiempo sin inmutarse ni derrumbarse durante 150 años. Detrás de la fachada historicista del edificio de hormigón armado que, hoy en día, se entrega en cuerpo y alma al (Paseo del) Arte, las nuevas tecnologías le han conquistado el corazón a las dos naves de maderas, unidas para siempre, desde abril de 2013, por “La Cosa”, el versátil centro neurálgico del dinámico MediaLab Prado.

   Fruto del espíritu ilustrado que reinaba en la Europa del siglo XVIII y en la España del siglo siguiente, la desamortización de los bienes de la Iglesia (Católica, evidentemente) permitió cambiar el régimen de la propiedad del Antiguo Régimen para implantar el nuevo Estado liberal (¿hasta hoy?) y, de paso, rellenar las arcas públicas como, en el caso, entre muchos otros, del Convento de la Virgen de la Asunción y el hospital colindante de los Padres Agonizantes de San Camilo de Lelis. Tras la exclaustración de uno y la expropiación de los dos, en 1836, el bendito solar (y viceversa), vendido en subasta, pasó a manos de particulares pero para poco tiempo... En 1840, la recién estrenada Sociedad Belga de Fincas Españolas (que, hoy en día, sigue explotando el bosque de El Paular, cerca de Rascafría, cuyos pinares darían posteriormente su nombre a la actual Sociedad Anónima Belga) volvió a reunir todos los terrenos de la manzana para instalar su serrería en la bulliciosa Villa hecha de casa sin saber que 10 años después se inauguraría a escasos metros de su negocio -y para el bien del mismo- la estación de Atocha.

   A partir de 1863, para poder satisfacer la demanda, la Sociedad Belga amplió sus instalaciones a diestro y siniestro sobre el generoso solar recomprado hasta que, a principios del siglo XX, encargara al arquitecto Manuel Álvarez Naya el proyecto de un edificio a la altura y anchura de sus expectativas y de sus viguetas de madera -utilizadas “en la práctica totalidad de las viviendas de la ciudad antigua” (1). Después de pocas discusiones, se aprobaron los planos y, entre 1924 y 1925, se construyeron dos naves con estructuras de hormigón armado (para evitar cualquier disgusto abrasador) y grandes ventanales (para aprovechar la luz natural y poder escaparse por si las llamas) que acogerían los talleres y corte, por un lado, y el almacén y el secadero, por el otro.

   Tanto el edificio como la actividad sobrevivieron sin pena ni gloria a la Guerra (in)civil española y a los severos años de posguerra pero, a partir de los años 50, los propietarios belgas decidieron poner a la venta la parte de suelo que daba a la calle de Atocha (2) para diversificar su actividad financiando nuevos proyectos más rentables. Y, en 1954, su Hotel Mercator (actual Hotel Paseo del Arte) abrió las puertas de sus tétricas (con perdón) habitaciones a los viajeros de la recién creada RENFE, de paso por la capital. En cuanto a la serrería, después de una lenta agonía económica, sus máquinas se apagaron definitivamente a finales de los 70. ¿Y los belgas? Abandonaron el lugar y regresaron a su bosque de El Paular que, hoy en día, siguen explotando de manera sostenible. Pero, en el año 2000, burbuja inmobiliaria mediante o no, volvieron para ocupar las primeras planas de los periódicos locales con la venta del Hotel a una empresa privada y de las naves sin uso al Ayuntamiento de Madrid.

   Tras el destructor incendio de la antigua Central Eléctrica de Mediodía (actual Caixa Forum), en 2004, que afectó parte del solar y más, el proyecto de rehabilitación de las antiguas Serrerías Belgas “para convertirlas en una de las sedes del centro de arte iNTERMEDiAE” (3) y, de paso, rescatar la memoria del patrimonio arquitectónico industrial de la ciudad renació de sus cenizas. Y, después de un concurso ganado por María Langarita y Víctor Navarro del estudio madrileño Langarita-Navarro Arquitectos, en 2007, y de largas obras de restauración realizadas entre 2009 y 2012 por el mismo, la antigua fábrica se convirtió en la sede definitiva de MediaLab Prado, el centro cultural 2.0 por excelencia de la capital.

   Premio 2013 de la XII Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo, el “nuevo” edificio de 4.000 metros cuadrados es el vivo ejemplo de la “coexistencia de contrarios” (4), como bien lo definen los talentosos arquitectos premiados que respetaron los elementos estructurales del edificio en su integridad aportando cuidadosos toques de (pos)modernidad tanto en la iluminación como en la composición arquitectónica y cromática de los espacios y volúmenes. Gracias a “La Cosa” -la pasarela interactiva que une las 2 naves- y a su original fachada digital -un “tapiz de leds que cubre la cara norte con proyecciones permanentes”(5), el laboratorio cultural ciudadano y colaborativo MediaLab Prado es, hoy en día, una referencia tanto por fuera como por dentro.

Referencias útiles:
MEDiALAB PRADO
Calle de la Alameda, 15
28014 Madrid
912 191 157
M Atocha
Bus 6, 10, 19, 26, 27, 32, 34, 37 y 45

Horario:
- Actividades y atención al público: de Lunes a Viernes, de 16h a 21h; y los Sábados, de 12h a 21h.
- Oficina: de Lunes a Viernes, de 10h a 14h.

Próximas actividades en MediaLab-Prado:
- DecoMer: Durante 4 días, Medialab-Prado “acogerá uno de los platos fuertes de DecorAcción 2013… y nunca mejor dicho… varios prestigios interioristas montarán microespacios donde disfrutar de la comida y la decoración”. Desde el Jueves 16 hasta el Sábado 21, de 11h a 23h; y el Domingo 22 de septiembre de 2013, de 11h a 15h, podrás “decomer” en Aldaba, decorado por Isabel López Vilalta; Boca Grande, decorado por Lázaro Rosa-Violán; El Barril, decorado por Carlos Mayoral; Lateral, decorado por Arquitectos San Lorenzo 8; The Cask, en Radisson Blu Hotel Madrid Prado, decorado por Diego Rodríguez; y Ochenta Grados, decorado por Bárbara Bogas; y descansar en el original Chill Out , decorado por Gandía Blasco y BOUM. Bon appetit! PD: Para saberlo todo sobre DECORMER, conéctate a la web de DECORACCiÓN (también en Facebook y Twitter).

- Dentro del programa Hacer Barrio para dar a conocer la memoria urbana del edificio de Las Serrerías Belgas y el proyecto actual de Medialab-Prado, el espacio cultural organiza visitas guiadas al emblemático edificio: El Jueves 26 de septiembre o el Jueves 03 de octubre de 2013, de 19h a 20h. Actividad gratuita con inscripción previa. Reserva tu plaza ¡ya!

- MediaLab Prado también organiza Talleres, Encuentros, Seminarios y Debates.

Para seguir los pasos (re)creativos de MEDiALAB PRADO, conéctate a su web, su blog Pensar la Mediación, su Flickr, Facebook y su Twitter.

Fuentes:
- Memoria completa de María Langarita y Víctor Navarro sobre el Proyecto de rehabilitación del edificio de La Serrería Belga realizada por el estudio Langarita-Navarro Arquitectos, Madrid 2012 (Nota 4).
- “Serrerías Belgas (I)”, de Mercedes Gómez para el Blog Arte en Madrid, 29.I.2009.
- “El Edificio contra ‘La Cosa’”, de Jerónimo Andreu para El País.es, 05.XII.2012.
- “El nuevo Medialab”, de Emilio para el blog Reflexiones a la carrera, 16.XII.2012 (Nota 2).
- “Serrerías Belgas (II)”, de Mercedes Gómez para el Blog Arte en Madrid, 19.XII.2012 (Nota 3).
- “Abren al público la ‘nueva’ Serrería Belga”, de Madridiario.es, 14.IV.2013.
- “Medialab-Prado estrena sede en la antigua Serrería Belga”, Nota de prensa del Ayuntamiento de Madrid en Madrid.es, 14.IV.2013 (Nota 5).
- “Serrerías Belgas (III)”, de Mercedes Gómez para el Blog Arte en Madrid, 01.V.2013.
- “Combate amable”, de Custodio Pastor para El Mundo.es, 13.VI.2013.
- “Del incendio de Las Serrerías Belgas”, de Tina Paterson Blog, 17.VI.2013 (Nota 1).
- “La Serrería Belga de Madrid”, de Federico García Barba para Arquiscopio.com, 08.VII.2013.
- “La Serrería Belga, premiada en la Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo”, de G. Sánchez para Abc.es, 19.VII.2013.

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