La curiosidad tuvo la culpa. En 2010, la historiadora del arte Mar García Lerma (en la ilustración) creó “Yo también trabajo en un museo” para compartir información con compañeros del sector pero, poco a poco, su página de Facebook fue ganando terreno y adeptos. Hoy en día, más de 27.000 seguidores de todo el planeta esperan unas publicaciones, que han convertido a su autora en una repentina embajadora de museos y fundaciones. Ahora Mayá -como la llaman familiares y amigos- amplía horizontes con una web de Jornadas Temáticas, un paso más en su acertada manera de entender y dar a conocer (su amor) al Arte.

   Su objetivo siempre ha sido abrir las puertas de los museos a todo el mundo y parece que lo ha logrado. Entrar en “Yo también trabajo en un museo” es viajar de la mano de una experta y apasionada de la pintura y escultura. Sus recomendaciones diarias -imágenes, vídeos y comentarios- suponen un sano y erudito respiro. Mar García, su fundadora, o deberíamos decir administradora al tratarse de una página de Facebook, está plenamente convencida de que el arte nos beneficia a todos. Apostando por fomentar la cultura de los museos, pide, desde las redes, cuidar a sus profesionales. Y, por haber trabajado durante años en el sector, sabe de lo que habla…

   Al igual que proclama que podemos presumir de museos como el Prado -templo de nuestro arte e historia-; el Reina Sofía con las vanguardias; o el Sorolla -una joya por su colección y actividades-, también dice alto y claro que, en muchos de ellos, falta dinero y personal. Una carencia que, según Mar, se suple con la profesionalidad de un trabajo tremendamente vocacional. Su granito de arena (y mucho más) ha sido llegar a la gente cambiando la imagen del museo, a menudo considerado como un lugar serio, difícil e incluso aburrido. Cuando alguien encuentra que una exposición es soporífera, seguramente sea porque no ha llegado a ella preparado de la manera adecuada. Mar está segura de que, con una buena didáctica, pocos se resistirían a entrar en un museo.

   Enseñando lo que sabe, Mayá ha conseguido cambiar algunas cosas fundamentales como, por ejemplo, que la gente entienda que la cultura no siempre puede, ni debe, ser gratis. Por supuesto, tiene que haber una franja horaria gratuita, pero el resto del día se debe pagar para entrar, porque, en el caso contrario, la cultura sería insostenible y estaría abocada a desaparecer. Otro problema: el arte no siempre cae en las manos adecuadas. Muchas veces los compradores solo piensan en el valor material de las piezas. Las compran como inversión, las guardan en la caja fuerte de un banco, y se olvidan de ellas sin más. No como Mar... que si tuviera la suerte de poseer un Picasso, no podría dejar de mirarlo.

   Más allá de su pasión por el arte y su facilidad para comunicar, no hay ningún otro secreto ni estrategia de parte de Mayá para el fenómeno viral de su página de Facebook. El respaldo de sus seguidores se debe, según ella, a que el arte engancha y si, además, uno habla de lo que le gusta, entonces es difícil no acertar. Su proyecto museográfico y sus protagonistas indiscutibles -las obras y sus artistas- han superado sus expectativas y han traspasado cualquier tipo de frontera… tanto que más de la mitad de sus seguidores son extranjeros. Y sigue creciendo. Ahora, con el mismo nombre y objetivo que su Facebook, Mayá ha creado una web de Jornadas Temáticas para la que busca apoyo institucional.

   La adolescente que empezó escribiendo los “Cuadernos de Mayá” (como se menciona a modo de tarjeta de visita en su Facebook), se ha convertido, por amor al arte, en la mejor divulgadora de los museos. Si en aquellas libretas ya cabía todo lo bueno del arte, ahora, con el diario de a bordo “Yo también trabajo en un museo”, se realiza el sueño de una madrileña que quiere que todos podamos disfrutar y entender la cultura que nos rodea y transforma.

PD nº1: Mar García Lerma no sólo habla de museos. Las fundaciones también son sus protagonistas con exposiciones que, en su opinión, a veces superan en calidad a las de algunos museos. De hecho, en Madrid, Mar destaca la fundación MAPFRE por sus magníficas muestras de los últimos años.

PD nº2: Para Mar no existe un museo “número uno” ni tampoco existe un único artista favorito. Asegura que sería incapaz de elegir entre Picasso o Dalí, o entre Goya y Velázquez. Sin embargo confiesa que le fascina la España blanca de Sorolla y la negra de Zuloaga o Solana.

                                                              (De Lidia Martín, el 16 de mayo de 2014)

Referencias útiles:
Para seguir los pasos artísticos de YO TAMBiÉN TRABAJO EN UN MUSEO, de Mayá García Lerma, conéctate a su Facebook y su Twitter. Y, en su web, descubrirás sus Jornadas Temáticas:
- (nº1) Paride Ranieri. Trabajos con tinta sobre lienzo o papel;
- (nº2) La Obra de Llanos Lerma;
- (nº3) La España de Sorolla;
- (nº4) La Pintura de Goya al mundo femenino;
- (nº5) Infinito Dalí;
- (nº6) Picasso, malabarista de estilos;
- (nº7) La Historia del Arte y el Ciclo de la Navidad;
- (nº8) La pintura española después del 98;
- (nº9) El Madrid más romántico;
- (nº10) Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Historia y Colección.

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