Noventa y cinco años recorriendo el subsuelo de la capital dan para mucho. A escasos años de cumplir su primer siglo de vida, el Metro de Madrid se ha convertido con sus 300 estaciones, 1694 escaleras mecánicas, 293 kilómetros de Red y más de 45 millones de usuarios mensuales, en uno de los medios de transporte más importante del mundo, cuya historia está llena de anécdotas desde el mismo día de su inauguración por Alfonso XIII, en 1919, hasta sus #RegalosUrbanos para celebrar el Año Nuevo.

   Todo empezó el 19 de septiembre de 1916, cuando en aquel Madrid donde vivían 600.000 personas que necesitaban desplazarse de un lado a otro con comodidad, comenzaron las obras del Ferrocarril Metropolitano, que todo el mundo llamaría Metro sin dudarlo ni un segundo. Y 3 años más tarde, la primera línea fue una realidad en un tiempo récord si se tiene en cuenta que los túneles se cavaron a mano, con pico y pala.

   Entonces, cuando a las tres y media de la tarde del 17 de octubre de 1919, el rey de España inauguró la estación de Cuatro Caminos, desde la que salía la Línea 1, que se llamaba Norte-Sur, medía 3,8 kilómetros, y tenía 8 estaciones -Puerta del Sol, Red de San Luis (Gran Vía), Hospicio (Tribunal), Bilbao, Chamberí (hoy reconvertida en museo), Martínez Campos (Iglesia), Ríos Rosas y Cuatro Caminos-, todos los periódicos se hicieron eco del hito, utilizando una fotografía… trucada… ya que, en la foto original, Alfonso XIII había salido con los párpados cerrados; así que no hubo más remedio que pintarle los ojos, con un resultado bastante poco natural en el que, más que un rey de carne y hueso, parecía un muñeco.  Pero no había otra. El monarca tenía que salir bien sí o sí. No en vano había puesto un millón de pesetas de su propio bolsillo para poder acabar la obra monumental, después de que los promotores Miguel Otamendi, Carlos Mendoza y Antonio González le hubieran planteado sus problemas económicos.

   Unos días después, el 31 de octubre de 1919 para ser exactos, los madrileños empezaron a viajar en metro. Aquel primer día, 56.200 viajeros comprobaron, maravillados, cómo tardaban solo 10 minutos en recorrer el trayecto completo (paradas incluidas), en lugar de la media hora larga de rigor, que hubieran empleado en caso de haber tomado el tranvía. El primer billete de Metro costaba 15 céntimos (de peseta) por trayecto, pero rápidamente subió a 22, en un momento en el que el litro de leche costaba 20 céntimos, el pan 66 céntimos por kilo y el kilo de patatas 0,30. En realidad, si lo comparamos con los precios actuales, la cosa tampoco ha cambiado tanto. Durante su primer año de vida, el Metro transportó de un lado pa’otro a 14 millones de viajeros, y cinco años más tarde, apareció el inolvidable billete de ida y vuelta, que permanecería muchos años. 

   A muchas personas les sorprende comprobar que el Metro de Madrid circula por la izquierda, cuando el resto del tráfico rodado lo hace por la derecha. No se trata de un error histórico sino de un cálculo meramente económico. El 01 de octubre de 1924, en España, se reguló el sentido de la circulación para poner un poquito de “por favor” al volante de una provincia a otra ya que, hasta ese momento, en Madrid se circulaba por la izquierda (como en las antiguas vías romanas) y en Barcelona por la derecha. Obviamente, el lado derecho ganó la partida y se impuso a todos los medios de transportes, menos al Metro de Madrid, que siempre había circulado por el carril izquierda. ¿Extravagancia capitalina? Noooo, simplemente el diseño de la primera maquinaria del moderno medio de transporte fue acometida por los británicos (sin duda respetando plazos y presupuesto, pero esto es otra historia); y el excesivo coste que hubiera supuesto adaptar la marcha de los trenes a la nueva normativa nunca se asumió. 

   Durante la Guerra (in)Civil, el Metro siguió funcionando. Al inicio de la contienda, muchos combatientes lo tomaron para ir al frente. Solo hubo que cerrar por falta de viajeros el ramal recién abierto entre Sol y Embajadores, y la pequeña línea que iba de Goya a Diego de León, que se utilizó como arsenal. Durante el asedio de Madrid por las tropas franquistas, el Metro también sirvió como refugio durante los bombardeos y como medio de transporte de cadáveres. Al final de la guerra, con la victoria de Franco, se despidieron a los trabajadores que no simpatizaban con el nuevo régimen y se cambiaron los nombres de algunas estaciones por otros de gusto más falangista.

   En su origen, el Metro era de propiedad privada, pero durante las décadas de los 40 y principios de los 50, el gobierno de Franco se atribuyó la capacidad de fijar los salarios de sus trabajadores así como las tarifas a sus usuarios. Entonces, en 1955, se alcanzó un régimen de administración mixto Estado-empresa, que permitió desarrollar planes de transportes y de ampliación que, poco a poco, fueron haciendo crecer la red, hasta que, por fin, el 24 de marzo de 1986, la Compañía Metropolitano pasó a ser propiedad de la Comunidad de Madrid cuando el billete sencillo costaba 50 pesetas y el “bono” de diez viajes 410 (bueno, en realidad, no era un bono como los actuales ya que al viajero se le entregaba un taquito con diez billetes individuales que iba gastando). En 1987, nació el abono transporte, muy popular aún en la actualidad, y en 1998, llegó el Metrobús actual, que combina los tickets del metro y del autobús. Desde entonces, la red de Metro no ha parado de crecer, llegando a traspasar los límites de la capital para llegar a otros municipios de la Comunidad.

   Hoy en día, Metro de Madrid es el cuarto suburbano más grande del mundo, detrás de los de Nueva York, Londres y Moscú, y no para de reinventarse. Más activo que nunca después de la inauguración de su excelente exposición en conmemoración de sus 95 años de vida subterránea (PD nº1), Metro de Madrid ha abierto la Línea Zero, un proyecto artístico coordinado por la asociación Madrid Street Art Project e impulsado por la Comunidad de Madrid, que pretende poner en valor y propiciar el arte urbano a través de actividades como safaris urbanos, talleres con artistas e intervenciones efímeras, para respaldar el arte callejero madrileño y transformar tu viaje en Metro en una experiencia llena de sorpresas.  Por ejemplo, mañana, Miércoles 31 de diciembre de 2014, podrás descubrir los #RegalosSuburbanos de La Galería de Magdalena en la estación de Legazpi.

   ¡Feliz año 2015 en el Metro de Madrid!

PD (nº1) conmemorativa: Aún estás a tiempo para visitar la exposición conmemorativa de los 95 años del Metro de Madrid, en la “Estación Fantasma” de Chamberí. Aunque al principio se programó hasta el 9 de noviembre de 2014, ha tenido tanto éxito que se ha prorrogado hasta el 11 de enero de 2015. En ella, podrás ver desde el silbato de los jefes de estación, a fotografías antiguas y reliquias como las primeras máquinas expendedoras de billetes. Horario: de Lunes a Viernes, de 11h a 19h; y los Sábados y Domingos, de 10h a 14h. Horario especial: el Miércoles 31 de diciembre de 2014 y el Lunes 05 de enero de 2015, de 10h a 14h. Precio: Entrada gratuita hasta completar el aforo.

PD (nº2) artística: La Línea Zero de Metro de Madrid cuenta, de momento, con la estación de Moncloa, intervenida por La Banda del Rotu, y los #RegalosSuburbanos de La Galería de Magdalena (también en Facebook y Twitter), en las estaciones de Argüelles (intervenida el pasado 23 de diciembre de 2014, por el Observatorio de arte urbano y La Marimorena), Plaza de España (intervenida el pasado 23 de diciembre de 2014 por Lázaro Totem y Ángela Juanrranz), Lavapiés (intervenida el próximo 03 y 06 de enero de 2015 por Kinm Bernal, Amada García, Ana Montes, 375cuartoymitad, Paula Tejedor, Víctor Royás, Andrea Perissinotto y JL López Moral), Legazpi (intervenida el próximo 05 de enero de 2015 por OiA, Carmen M. Castañeda, Ignacio Sánchez / Carlos del Pozo, Sue, Anabel Maldonado / Alba Gil, Zuloark y Ana Chao / Pablo Abad), y Villaverde Bajo (intervenida el pasado 26 de diciembre de 2014 por Erick Miraval, Humanicity, Graciela Goncalves, R2hox y Take Away Process).

PD (nº3) ¿Sabías que…?:
- La estación más profunda es la de Cuatro Caminos (Línea 6). Se encuentra al equivalente de un edificio de 20 plantas hacia abajo.

- Gracias a la compaña de naming, que brindó la oportunidad a una importante compañía telefónica dar su nombre a la emblemática Estación de Sol en junio de 2013 hasta el año 2016, Metro de Madrid ha ingresado 3 millones de euros. Sin embargo, la iniciativa no fue bien acogida por los usuarios, que nunca han dejado de llamar la céntrica parada por su nombre original (¿y se fueron a la competencia?).

- La publicidad en los túneles del suburbano merecería un post aparte, porque ha pasado de ser pinturas sobre los azulejos de las paredes al innovador sistema que, en la actualidad, se está preparando y por el que se proyectarán anuncios animados en el interior de los túneles, que podrán ser vistos desde las ventanas de los vagones con el tren en marcha.

- La estación “fantasma” no es una leyenda urbana. Existe de verdad. A principios de los años 60, había tantos pasajeros que se decidió alargar la longitud de los trenes y, por consiguiente de los andenes. Esto fue imposible en la estación de Chamberí, porque estaba en curva y demasiado cerca de la de Bilbao e Iglesia. Así que se clausuró el 22 de mayo de 1966 y así siguió durante 40 años hasta que, en 2006, se decidió restaurarla y rebautizarla Andén 0, en 2008, para transformarla en un museo en el que ver los carteles publicitarios sobre azulejos, las antiguas taquillas y los mapas pintados a mano.  

- Andén 0 no es el único museo que alberga la red de Metro. En Ópera, se pueden visitar los restos arqueológicos de los siglos XVI y XVII de la fuente de los Caños del Peral, que abastecía de agua a los madrileños de la época. Y en Carpetana se encontraron restos paleontológicos de gran valor, con cerca de 5.000 fósiles con más de 14 millones de años de antigüedad.

- El Metro de Madrid ha sido utilizado como plató en muchas de las películas españolas más importantes desde “Atraco a las tres” y “El Verdugo” en los años 60 del siglo XX, a “Laberinto de pasiones”, “La estanquera de Vallecas”, “Las bicicletas son para el verano”, “Sin noticias de Dios”, “Ópera Prima”, “Barrio” o, más recientemente, la serie de televisión “Cuéntame”.

PD (nº4) cotilla: Si quieres ver la foto de Alfonso XIII con los ojos cerrados, la encontrarás aquí, en los archivos de MEMORiA DE MADRiD (también en Facebook y Twitter) puedes encontrar otras muchas fotos del Metro de Madrid (y del Madrid de los siglos XIX y XX en general, no te la pierdas).

                                      (De Abigail Campos, el 30 de diciembre de 2014)

Referencias útiles:
Para seguir los pasos (re)creativos subterráneos de METRO DE MADRiD, conéctate a su web, su Facebook y su Twitter. Y para saberlo todo sobre la Línea Zero, conéctate a su web y su Facebook.

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