Dicen que es una de las mejores actrices de todos los tiempos y que sus interpretaciones atrapan. Sin embargo, para muchos sigue siendo una gran desconocida. Su nombre es Audra McDonald, y sin duda es una de las grandes, pero lo es en el circuito (contra todo pronóstico, muy cerrado) de Broadway. Esta reina de las tablas, que acumula galardones Tony con una facilidad abrumadora, fue la primera intérprete en conseguir 3 antes de cumplir los 30 años; en convertirse en la artista más premiada de los escenarios de EE.UU. cuando le entregaron el sexto en 2012 (superando a Ángela Lansbury y Julie Harris que presumían de récord con 5); y también en ser la única que ha logrado ser reconocida en todas las categorías: teatro, musical, actriz principal y de reparto. Dicen que esta mujer canta como los ángeles y, mañana, Sábado 31 de enero (de 2015), estará en el Teatro Real en su primera y, por el momento, única cita en España.

   Su talento nació de su hiperactividad, y gracias a unos padres que, lejos de asustarse y recurrir a los medicamentos, decidieron aprovechar la energía incontrolable, que derrochaba su pequeña, para encauzarla en una actividad extra escolar: la interpretación. Entonces, siendo aún una pipiola, Audra se subió al escenario, y se enganchó para siempre. Tanto es así que, con el tiempo, llegaría a confesar que las 2 personas, que habían marcado su vida, fueron su madre y Dan Pessano, el director de la compañía de teatro con la que había debutado.

   Al acabar el instituto, McDonald quiso seguir estudiando canto e interpretación, y en 1993, con apenas 21 años, finalizó sus estudios de música clásica en la Juilliard School of Music. Se le daba bien todo, incluso valía para la ópera, y se pasaba las tardes escuchando -entre otros- a Plácido Domingo y José Carreras, pero lo suyo, lo que realmente soñaba con interpretar, era un musical. Dicho y hecho. Y 1 año después, recibió su primer Premio Tony a la Mejor Actriz de Reparto en un Musical por su papel de Carrie Pipperidge en “Carousel” (1994). Había entrado por la puerta grande, y los galardones y espectáculos empezarían a llover sin parar. En los siguientes años, consiguió otros 2 premios en la misma categoría por “Master Class” (1996) y “Ragtime” (1998). Sólo tenía 28 años, y ya había hecho historia. El cuarto Tony llegó en el 2004 por “A raisin in the Sun” (2004), y recién cumplidos los 42, recibió el quinto Tony y se quitó de encima la eterna etiqueta de secundaria para ser reconocida como Mejor Actriz Principal con el musical “The Gershwins’ Porgy and Bess” (2012).

   El mundo de la televisión no permaneció ajeno a sus encantos, y Audra triunfó con 3 nominaciones a los Premios Emmy. Por supuesto, la industria musical también la reclamó en sus alfombras rojas, y en 2007, la ópera “Ascenso y caída de la ciudad de Mahagonny”, de Kurt Weill, en la que -claro está- participaba McDonald, se llevó 2 Grammy. Y, en 2013, Audra fue nombrada Músico del Año en Estados Unidos. Mientras tanto, al otro lado del charco, le pusimos cara sobre todo gracias a las series “Ley y Orden” y “Sin cita previa” (spin off de “Anatomía de Grey”).

   Pero, a pesar de este carrerón, la consagración no le llegó hasta el año pasado con la obra “Lady Day at Emerson’s Bar and Grill”, donde se puso en la piel de Billie Holiday. Fue su papel más complicado, y le valió el sexto Tony y una inesperada lucha interna. En efecto, Audra empezó prejuzgando a Holiday, pero con el tiempo supo entender, y sobre todo, admirar el trabajo y la superación de una de las voces más influyentes del jazz. Aquella diva, violada con solo 10 años, alcohólica, heroinómana, maltratada y arruinada, nunca se hundió y abrió el camino a otras mujeres “de color” como McDonald. Y, cuando Audra recogió su último Tony Award (hasta ahora), reconoció que le debía a Lady Day su manera de entender la música y de sobrevivir.

   Aquel día, también tuvo en mente a sus padres, a los que agradeció no haberle cortado las alas a una pequeña niña hiperactiva que solo deseaba cantar para los demás.

                                           (De Lidia Martín, el 30 de enero de 2015)

Referencias útiles:
AUDRA MCDONALD EN EL “REAL”

¿CUÁNDO? El Sábado 31 de enero de 2015, a las 20h.

¿QUÉ? Concierto de Audra McDonald. Su repertorio irá desde el clásico “Summertime” a “I could have danced all night” (de “My Fair Lady”), pasando por “Maybe this time” (de “Cabaret”), “Climb ev’ry mountain” (de “Sonrisas y lágrimas”) o “I can’t stop talking about him” (de la película “Let’s Dance”). ¿Te lo vas a perder?

PD: Y, si no llegas al Real, siempre te quedarán sus discos. Audra McDonald tiene 5 álbumes: “Way back to Paradise” (1998), “How Glory goes” (2000), “Happy Songs” (2005), “Build a Bridge” (2006) y “Go back Home” (2013), musical, ópera, big band y jazz para tus oídos.

¿DÓNDE? En el Teatro Real (también en Facebook y Twitter)
Plaza de Isabel II, s/n
28013 Madrid
915 160 660 (taquillas)
M Ópera

¿CUÁNTO? De 8 a 90 euros online aquí o en las taquillas (puerta principal (Plaza de Oriente), de Lunes a Viernes, de 9h15 a 20h, los Sábados con función, de 10h a 20h, y los Domingos y Festivos con función, 2 horas antes de la representación).

Para seguir los pasos (re)creativos de AUDRA MCDONALD, conéctate a su web, su Facebook y su Twitter.

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