Si fuera del todo cierto que nada es para siempre, Lhardy sería la excepción que confirma toda regla. En efecto, cuando uno se para frente a su fachada de caoba antillana, parece que el tiempo se detuvo en 1839. Una vez dentro de la tienda plagada de delicias, uno se puede imaginar sin dificultad a Isabel II, en una de sus escapadas, reflejada en el espejo, junto al samovar del rico caldo, tras el cual decía Azorín: “Te esfumas en la eternidad”. Y, en los 6 comedores de la primera planta, pareces escuchar a Mariano Benlliure moderando sus tertulias, al general Primo de Rivera arreglando el mundo, o a la deliciosa Consuelo Bello, La Fornarina, tarareando un cuplé.

   Lhardy lleva 175 años trabajando al ritmo de los tiempos para que lo importante siga igual. Aunque, como asegura Milagros Novo (en la ilustración), copropietaria y actual gerente del establecimiento, saldría bastante más barato cambiar que restaurar. Ella se viene a ocupar de casi todo. Le ayuda su envidiable memoria, su amabilidad con toda la clientela, su discreción acerca de quién viene y quién va, y sus ganas de atraer a un público más joven a este pedazo de la historia de España y de Madrid. Ese podría ser uno de los objetivos del menú especial que se sirve con motivo del 175º aniversario, solo en horario de cena, que seguirá en la carta también el año que viene. 

   Los platos escogidos felicitan a los hombres ilustres que gozaron en Lhardy, también hay una mujer, invocando de algún modo su presencia. Atentos a los nombres. Al músico Tomás Bretón le dedican un aperitivo tradicional en tres bocados: croqueta de Cocido, Barqueta de Lhardy y chupito de caldo de cocido, uno de sus elixires favoritos (no confundir con consomé). Para Azorín: unos ravioli de callos, y bechamel de garbanzos. El alma de la casa. Mata Hari firma una crema de boletus, fideo ibérico y aceite de trufa, por ser una espía exótica, que fue detenida en el Hotel Palace, justo después de cenar en Lhardy. Joaquín Sorolla merece un  panaché de verduras con base de calabaza. Platos policromados, para un maestro de la luz y del color. A Benito Pérez Galdós le dedican unos lomos de bacalao, intentando aliviar la añoranza de mar del escritor canario, que tanto amó Madrid y sus costumbres.  Gran amigo de Emilio Lhardy, el fundador, era Mariano Benlliure. Cuenta Milagros que solía sentarse a confeccionar figuritas en el Salón Isabelino. Luego las cocían, y, ¡al roscón! Su plato, gamo a la austríaca con confituras. A Jacinto Benavente lo apodaban El Goloso. Por eso, el soufflé de Lhardy, postre del menú, lleva su nombre.

   Tras el apetitoso y divertido repaso, Milagros nos cuenta que ella nació en este mismo edificio de la Carrera de San Jerónimo. Su edad no nos interesa, aunque cuando dice que está pensando en jubilarse, soñamos con que su retirada tenga truco, porque Lhardy es su hogar. Su abuelo, Antonio Feito, experto pastelero del local (Lhardy nació como una confitería), formó parte de la sociedad que compró el negocio a la nieta del fundador. 

   Habla intercalando escenas: “En aquella mesa, junto a la ventana, se sienta siempre Vargas Llosa. Hace unos años vinieron a comer juntos Joaquín Sabina y Raphael. Sí, la Reina Sofía es clienta nuestra.”, relata. “Lhardy no solo fue el primer restaurante de Madrid que tuvo teléfono, sino también el lugar al que las mujeres de la época podían venir solas sin que estuviera mal visto”. Y enseguida, propone un paseo singular por estancias donde el suelo brilla y los objetos de plata resplandecen. Su salón favorito, y no es la única, es el Isabelino. Con la lámpara china colgada del techo, separada al nacer de otra exacta, hoy en la buhardilla parisina, que fue de Víctor Hugo.

   ¡Felicidades Lhardy! ¡Qué suerte cumplir casi dos siglos, con esa vejez tan joven!

                                        (De Sol Alonso, el 16 de diciembre de 2014)

Referencias útiles:
LHARDY
Carrera de San Jerónimo, 8
28014 Madrid
915 222 207
M Sevilla

Horarios:
- Tienda: de Lunes a Sábado, de 9h a 22h, y los domingos, de 10h a 15h;
- Restaurante: de Lunes a Sábado, de 13h a 15h30 y de 20h30 a 23h; y los Domingos y Festivos, de 13h a 15h30.

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PD: Acuarela de la fachada de Lhardy by Joaquín González Dorao, incluida en su libro All Madrid (en 40 dibujos).

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