MASTROPiERO
O LA PiZZA DEL EXiLiO ARGENTiNO
MASTROPiERO
O LA PiZZA DEL EXiLiO ARGENTiNO
Pablo Darío Sánchez (retratado aquí) vino a Madrid con 14 años. Llegó poco después que su madre, Mirta Agustini, profesora y sindicalista que huyó de Argentina cuando su marido pasó a engrosar, en 1979, la terrible lista de desaparecidos por la dictadura militar. Junto a otros compatriotas exiliados, decidió mirar hacia delante y montar una pizzería por y para argentinos. Eran los primeros años 80 y, por aquel entonces, en Madrid, ese tipo de negocio era totalmente desconocido. Como mucho, había restaurantes italianos, pero nada que ofreciera “pizzas al paso” -para comer e irte- y menos aún con el sabor y el buen hacer del otro lado del charco. Así nació Mastropiero, la tercera pizzería que abrió sus fogones en la capital, un local chiquito en el barrio de Malasaña, que llena todas las noches y abre todos los días del año.
Ya han pasado más de 30 años. Los primeros socios se han ido pero Mirta sigue, junto a su hijo, al frente del negocio. Al poco de abrir, tenían más clientes locales que argentinos, por lo que sus pizzas de tradición, con la influencia napolitana y siciliana -no hay que olvidar que muchos argentinos son descendientes de italianos-, adaptaron su grosor al gusto español, dejando para los porteños la que llaman “media masa” de 2 cm de alto, y, así, con una base más fina y productos siempre de primera calidad, empezaron a hacer historia... gastronómica.
Sus pizzas no son baratas, pero es lo que hay que pagar si uno quiere comer bien, con una base y salsa de tomate caseras; mozzarella y no uno de esos preparados lácteos a base de grasas, harinas y suero; y tartas de recetas heredadas… Las dos únicas cosas que no salen de sus manos y que traen de Argentina son el dulce de leche y la masa de las empanadas criollas, porque por más que buscaron, no encontraron nada parecido por aquí. Si a eso le añadimos ingredientes en cantidades generosas y tan diferentes como los berberechos, las anchoas o el pulpo, es fácil entender porqué sus pizzas son famosas y consiguen mantener el éxito de los primeros días.
Entre las “clásicas” de la casa, se encuentran la Fugazzeta, a base de cebolla, mozzarella y especias; la Mastropiero, que haciendo honor a la casa, te deja más que satisfecho con su salsa de tomate, mozzarella, jamón, pimientos, anchoas, huevo duro, aceitunas y orégano; y la Erótica, de cebolla, mozzarella, roquefort y nueces, que simplemente atrae con su nombre y que, al pedirla, provoca a más de uno la misma vergüenza que cuando compró condones por primera vez.
En cuanto a los comensales, aquí comen desde veinteañeros a cincuentones, un público fiel que repite, familias enteras, argentinos de visita, señoronas y ejecutivos, que miran estupefactos al entrar y se relajan al hincar el diente, y clientes de hace 30 años, que ahora son abuelos y vienen con sus nietos a hacerse los modernos. Las pizzas pasan por encima de sus cabezas y son ellos mismos los que recomiendan qué tomar al que ven con cara de nuevo. Les gusta el encanto de este diminuto rincón de harina, queso y tomate, que solo abre por las noches y que mantiene todo tal y como el primer día. Sólo han ido mudando sus paredes, con carteles que cambian con la clientela, pasando de una decoración reivindicativa, a una desgana política, que ha ido cediendo espacio a festivales, conciertos y anuncios de obras de teatro.
Con la pizza haciendo efecto en el estómago, la cara feliz y la intención de pagar, uno se da cuenta de que ahí no acaba la cosa. La costumbre de esta familia es obsequiar a sus invitados con el postre, unos imponentes pedazos de tarta de chocolate y de queso con arándanos, acompañados del imprescindible dulce de leche. Porque no hay que olvidar el origen de todo, cierta nostalgia por el sabor de una tierra, a la que por cierto, también recuerdan con su nombre, que viene de Johan Sebastian Mastropiero, uno de los personajes del grupo de humor argentino Les Luthiers. Y, ¡sí!, ellos también han probado esta pizza. ¿Será otro de los motivos por los que, con cada bocado, al cliente se le escapa una sonrisa?
PD nº1: La pizza tal y como la conocemos nació en el siglo XVII, en Nápoles. Pero la especie de tarta salada con tomate original tuvo que esperar hasta 1889 para que el queso le aportara calorías y, por supuesto, sabor. Dicen que, en la época del rey Fernando I (1751-1825), la reina prohibió comer pizza en la corte y el consorte, al que le chiflaba ese plato, se disfrazaba de plebeyo para poder tomarla a escondidas en los barrios de Nápoles (Fuente Wikipedia).
PD nº2: Para ampliar espacio, horario y oferta de platos, Mirta y Pablo abrieron el 20 de diciembre de 2013 Más Mastropiero, a tan solo 200 metros del Mastropiero original. En su nuevo local, se puede desayunar, comer, tomar café, cenar y acabar con una copa. Además de sus pizzas de siempre con alguna novedad, como la de mejillones y la Lágrima oculta, con guindilla, ofrecen tostas, empanadas, cubos de cerveza y nuevos platos como lasaña, canelones, pastel de carne y la milanesa napolitana (una sabrosa e incongruente especialidad argentina que cuando la escuchan los italianos se cortocircuitan por el odio que, según la tradición, sienten entre ellos).
(De Lidia Martín, el 30 de agosto de 2014)
Referencias útiles
(1) MASTROPiERO
Calle del Dos de Mayo, 1 (esquina con San Vicente Ferrer)
28004 Madrid
M Tribunal / Noviciado
Horario:
- De Lunes a Jueves y los Domingos: de 20h hasta medianoche;
- Los Viernes y Sábados: de 20h hasta 1h45 de la madrugada.
PD: No cierra en verano.
(2) MÁS MASTROPiERO
Calle de la Palma, 47
28004 Madrid
910 223 534
M Tribunal / San Bernardo / Noviciado
Horario:
- De Lunes a Jueves: de 10h hasta medianoche;
- Los Viernes y Sábados: de 10h hasta la 1h de la madrugada.
- Los Domingos: de 10 a 16h.
PD: Cierra en verano del 15 al 25 de agosto.
Precio: de 10,50 a los 23 euros.
[Volver a Mi Petit Gourmet, Callejero o Blogosfera]
Pablo Darío Sánchez (retratado aquí) vino a Madrid con 14 años. Llegó poco después que su madre, Mirta Agustini, profesora y sindicalista que huyó de Argentina cuando su marido pasó a engrosar, en 1979, la terrible lista de desaparecidos por la dictadura militar. Junto a otros compatriotas exiliados, decidió mirar hacia delante y montar una pizzería por y para argentinos. Eran los primeros años 80 y, por aquel entonces, en Madrid, ese tipo de negocio era totalmente desconocido. Como mucho, había restaurantes italianos, pero nada que ofreciera “pizzas al paso” -para comer e irte- y menos aún con el sabor y el buen hacer del otro lado del charco. Así nació Mastropiero, la tercera pizzería que abrió sus fogones en la capital, un local chiquito en el barrio de Malasaña, que llena todas las noches y abre todos los días del año.
Ya han pasado más de 30 años. Los primeros socios se han ido pero Mirta sigue, junto a su hijo, al frente del negocio. Al poco de abrir, tenían más clientes locales que argentinos, por lo que sus pizzas de tradición, con la influencia napolitana y siciliana -no hay que olvidar que muchos argentinos son descendientes de italianos-, adaptaron su grosor al gusto español, dejando para los porteños la que llaman “media masa” de 2 cm de alto, y, así, con una base más fina y productos siempre de primera calidad, empezaron a hacer historia... gastronómica.
Sus pizzas no son baratas, pero es lo que hay que pagar si uno quiere comer bien, con una base y salsa de tomate caseras; mozzarella y no uno de esos preparados lácteos a base de grasas, harinas y suero; y tartas de recetas heredadas… Las dos únicas cosas que no salen de sus manos y que traen de Argentina son el dulce de leche y la masa de las empanadas criollas, porque por más que buscaron, no encontraron nada parecido por aquí. Si a eso le añadimos ingredientes en cantidades generosas y tan diferentes como los berberechos, las anchoas o el pulpo, es fácil entender porqué sus pizzas son famosas y consiguen mantener el éxito de los primeros días.
Entre las “clásicas” de la casa, se encuentran la Fugazzeta, a base de cebolla, mozzarella y especias; la Mastropiero, que haciendo honor a la casa, te deja más que satisfecho con su salsa de tomate, mozzarella, jamón, pimientos, anchoas, huevo duro, aceitunas y orégano; y la Erótica, de cebolla, mozzarella, roquefort y nueces, que simplemente atrae con su nombre y que, al pedirla, provoca a más de uno la misma vergüenza que cuando compró condones por primera vez.
En cuanto a los comensales, aquí comen desde veinteañeros a cincuentones, un público fiel que repite, familias enteras, argentinos de visita, señoronas y ejecutivos, que miran estupefactos al entrar y se relajan al hincar el diente, y clientes de hace 30 años, que ahora son abuelos y vienen con sus nietos a hacerse los modernos. Las pizzas pasan por encima de sus cabezas y son ellos mismos los que recomiendan qué tomar al que ven con cara de nuevo. Les gusta el encanto de este diminuto rincón de harina, queso y tomate, que solo abre por las noches y que mantiene todo tal y como el primer día. Sólo han ido mudando sus paredes, con carteles que cambian con la clientela, pasando de una decoración reivindicativa, a una desgana política, que ha ido cediendo espacio a festivales, conciertos y anuncios de obras de teatro.
Con la pizza haciendo efecto en el estómago, la cara feliz y la intención de pagar, uno se da cuenta de que ahí no acaba la cosa. La costumbre de esta familia es obsequiar a sus invitados con el postre, unos imponentes pedazos de tarta de chocolate y de queso con arándanos, acompañados del imprescindible dulce de leche. Porque no hay que olvidar el origen de todo, cierta nostalgia por el sabor de una tierra, a la que por cierto, también recuerdan con su nombre, que viene de Johan Sebastian Mastropiero, uno de los personajes del grupo de humor argentino Les Luthiers. Y, ¡sí!, ellos también han probado esta pizza. ¿Será otro de los motivos por los que, con cada bocado, al cliente se le escapa una sonrisa?
PD nº1: La pizza tal y como la conocemos nació en el siglo XVII, en Nápoles. Pero la especie de tarta salada con tomate original tuvo que esperar hasta 1889 para que el queso le aportara calorías y, por supuesto, sabor. Dicen que, en la época del rey Fernando I (1751-1825), la reina prohibió comer pizza en la corte y el consorte, al que le chiflaba ese plato, se disfrazaba de plebeyo para poder tomarla a escondidas en los barrios de Nápoles (Fuente Wikipedia).
PD nº2: Para ampliar espacio, horario y oferta de platos, Mirta y Pablo abrieron el 20 de diciembre de 2013 Más Mastropiero, a tan solo 200 metros del Mastropiero original. En su nuevo local, se puede desayunar, comer, tomar café, cenar y acabar con una copa. Además de sus pizzas de siempre con alguna novedad, como la de mejillones y la Lágrima oculta, con guindilla, ofrecen tostas, empanadas, cubos de cerveza y nuevos platos como lasaña, canelones, pastel de carne y la milanesa napolitana (una sabrosa e incongruente especialidad argentina que cuando la escuchan los italianos se cortocircuitan por el odio que, según la tradición, sienten entre ellos).
(De Lidia Martín, el 30 de agosto de 2014)
Referencias útiles
(1) MASTROPiERO
Calle del Dos de Mayo, 1 (esquina con San Vicente Ferrer)
28004 Madrid
M Tribunal / Noviciado
Horario:
- De Lunes a Jueves y los Domingos: de 20h hasta medianoche;
- Los Viernes y Sábados: de 20h hasta 1h45 de la madrugada.
PD: No cierra en verano.
(2) MÁS MASTROPiERO
Calle de la Palma, 47
28004 Madrid
910 223 534
M Tribunal / San Bernardo / Noviciado
Horario:
- De Lunes a Jueves: de 10h hasta medianoche;
- Los Viernes y Sábados: de 10h hasta la 1h de la madrugada.
- Los Domingos: de 10 a 16h.
PD: Cierra en verano del 15 al 25 de agosto.
Precio: de 10,50 a los 23 euros.
[Volver a Mi Petit Gourmet, Callejero o Blogosfera]
CATERiNG WOODS
COMER PARA CELEBRAR
Vicky López-Giraldo trabajaba en el departamento de prensa del Museo Reina Sofía, y aunque era lo que siempre había querido...
CATERiNG WOODS
COMER PARA CELEBRAR
Vicky López-Giraldo trabajaba en el departamento de prensa del Museo Reina Sofía, y aunque era lo que siempre había querido...
CATERiNG WOODS
COMER PARA CELEBRAR
Vicky López-Giraldo trabajaba en el departamento de prensa del Museo Reina Sofía, y aunque era lo que siempre había querido...
DE ViNOS
TODO POR Y PARA EL ViNO
Yolanda Morán, valenciana de 45 años, estudió ingeniería topográfica, y en 2002 se vino a probar suerte a Madrid. Nada más llegar se...
DE ViNOS
TODO POR Y PARA EL ViNO
Yolanda Morán, valenciana de 45 años, estudió ingeniería topográfica, y en 2002 se vino a probar suerte a Madrid. Nada más llegar se...
DE ViNOS
TODO POR Y PARA EL ViNO
Yolanda Morán, valenciana de 45 años, estudió ingeniería topográfica, y en 2002 se vino a probar suerte a Madrid. Nada más llegar se...
2DECOLÓGiCO
CONSUMO RESPONSABLE Y COLABORATiVO
Ya desde su adolescencia, en el barrio de Aluche, Tomás Fuentes y José Antonio Villareal, hoy de 47 años, compartían las mismas inquietudes...
2DECOLÓGiCO
CONSUMO RESPONSABLE Y COLABORATiVO
Ya desde su adolescencia, en el barrio de Aluche, Tomás Fuentes y José Antonio Villareal, hoy de 47 años, compartían las mismas inquietudes...
2DECOLÓGiCO
CONSUMO RESPONSABLE Y COLABORATiVO
Ya desde su adolescencia, en el barrio de Aluche, Tomás Fuentes y José Antonio Villareal, hoy de 47 años, compartían las mismas inquietudes...
PEKO PEKO
BAO STREET KiTCHEN
La relación de Rocío Persson con Japón se remonta a su niñez, cuando sus padres le buscaron una profesora de violín...
PEKO PEKO
BAO STREET KiTCHEN
La relación de Rocío Persson con Japón se remonta a su niñez, cuando sus padres le buscaron una profesora de violín...
PEKO PEKO
BAO STREET KiTCHEN
La relación de Rocío Persson con Japón se remonta a su niñez, cuando sus padres le buscaron una profesora de violín...
III REFUGEE FOOD FESTiVAL
iN MADRiD
En junio de 2016, gracias a la cooperación entre la ONG Food Sweet Food y ACNUR (la Agencia de la ONU para los Refugiados), con el apoyo...
III REFUGEE FOOD FESTiVAL
iN MADRiD
En junio de 2016, gracias a la cooperación entre la ONG Food Sweet Food y ACNUR (la Agencia de la ONU para los Refugiados), con el apoyo...
III REFUGEE FOOD FESTiVAL
iN MADRiD
En junio de 2016, gracias a la cooperación entre la ONG Food Sweet Food y ACNUR (la Agencia de la ONU para los Refugiados), con el apoyo...
A B O L E A
EL PLATO COMBiNADO REViSiTADO
La catalana Rus Ansón, de 33 años, y el sevillano Antonio Gavilán, de 34, se engancharon a la comida saludable durante su estancia en...
A B O L E A
EL PLATO COMBiNADO REViSiTADO
La catalana Rus Ansón, de 33 años, y el sevillano Antonio Gavilán, de 34, se engancharon a la comida saludable durante su estancia en...
A B O L E A
EL PLATO COMBiNADO REViSiTADO
La catalana Rus Ansón, de 33 años, y el sevillano Antonio Gavilán, de 34, se engancharon a la comida saludable durante su estancia en...
ACRE
MERCADO AMiSH Y MÁS
A Raúl López, la nutrición y la cocina siempre le interesaron. En su familia era habitual hacer turismo gastronómico, y no había...
ACRE
MERCADO AMiSH Y MÁS
A Raúl López, la nutrición y la cocina siempre le interesaron. En su familia era habitual hacer turismo gastronómico, y no había...
ACRE
MERCADO AMiSH Y MÁS
A Raúl López, la nutrición y la cocina siempre le interesaron. En su familia era habitual hacer turismo gastronómico, y no había...
SiGUE LA TAPA GOURMET…
EN ViCÁLVARO
Según los expertos, fue el rey Alfonso X El Sabio (1252-1284) quien inventó el concepto de la tapa al imponer que, en los mesones castellanos...
SiGUE LA TAPA GOURMET…
EN ViCÁLVARO
Según los expertos, fue el rey Alfonso X El Sabio (1252-1284) quien inventó el concepto de la tapa al imponer que, en los mesones castellanos...
SiGUE LA TAPA GOURMET…
EN ViCÁLVARO
Según los expertos, fue el rey Alfonso X El Sabio (1252-1284) quien inventó el concepto de la tapa al imponer que, en los mesones castellanos...
LA TENTACiÓN
LA TAQUERíA DEL MERCADO
Para Sandra Hernández, la gastronomía es un placer y no hay nada que le haga más feliz que dar de comer y probar nuevos sabores...
LA TENTACiÓN
LA TAQUERíA DEL MERCADO
Para Sandra Hernández, la gastronomía es un placer y no hay nada que le haga más feliz que dar de comer y probar nuevos sabores...
LA TENTACiÓN
LA TAQUERíA DEL MERCADO
Para Sandra Hernández, la gastronomía es un placer y no hay nada que le haga más feliz que dar de comer y probar nuevos sabores...
LA TENTACiÓN
LA TAQUERíA DEL MERCADO
Para Sandra Hernández, la gastronomía es un placer y no hay nada que le haga más feliz que dar de comer y probar nuevos sabores...
ViNÓMiCS
CÓMiCS CON SABOR A ViNO
Vinómics. Relatos gráficos con sabor a buen vino es una novela gráfica entretenida y original que une diferentes estilos de cómic y géneros...
ViNÓMiCS
CÓMiCS CON SABOR A ViNO
Vinómics. Relatos gráficos con sabor a buen vino es una novela gráfica entretenida y original que une diferentes estilos de cómic y géneros...