GÉMiNiS
GÉMiNiS
Con la llegada de la astrología dentro de nuestras vidas, hace más de cuatro milenios, y sus intensos esfuerzos en relacionar las características de las personas con su signo zodiacal, los Géminis serán los protagonistas, durante los 30 próximos días, tanto en las revistas (¿femeninas?) como en nuestras ajetreadas agendas. Pero, antes de buscar el regalo perfecto para vuestr@s amig@s y/o familiares, nacidos entre el 21 de mayo y el 21 de junio, o de organizar vuestra esperada fiesta de cumpleaños, ¿quién se esconde detrás del Géminis en la mitología antigua?
En la Antigüedad, empezando por los egipcios con los dioses Horus “el niño” y Horus “el viejo”, seguidos relativamente de muy cerca por los griegos con Cástor y Pólux para que, finalmente, los romanos se los apropiaran con mito fundador mediante l@s figuras de Rómulo y Remo, se creó la leyenda de los hermanos gemelos para intentar explicar el misterioso fenómeno genético de su nacimiento, y de paso, el origen del universo, dando muchas vidilla a las complicadas relaciones (extra)conyugales de los dioses.
En la cosmología heliopolitana, los dioses Horus remontan a los denominados “años oscuros” cuando “el mundo no existía, la muerte no había sido creada, y el cielo, la tierra, los dioses, los hombres y los animales aún no habían nacido”. De ese caos total, Atum, surgido de la nada -y no es un decir- se masturbó y escupió literalmente a la primera pareja divina, y simbólicamente, a los géneros, el femenino y el masculino. Y de ese placentero “Big Bang” mitológico, nacieron pues Shu -el dios del aire- y Tefnut -la diosa de la humedad-, que concibieron, a su vez y en menos de un día, a Geb -el dios de la tierra- y a Nut -la diosa del cielo-. Finalmente, de esa nueva unión (incestuosa, según nuestros parámetros modernos) nacieron 2 niñas y 2 niños que también se casaron entre ellos y así sucesivamente, como si de la segmentación de células madres se tratara. Más que nunca hermanos de sangre, los gemelos Horus aparecieron para establecer, resumiendo mucho, un nexo entre el mito cósmico y el mundo humano.
Los griegos, en cambio, dejaron de lado el incesto -solo en este caso-, y potenciaron el engaño. Sus gemelos, Cástor y Pólux, nacieron igualitos pero de padre distinto. Según cuenta la leyenda (más famosa), Leda recibió, durante la misma noche, las fértiles visitas de su marido, Tindáreo -rey de Esparta- y de Zeus -el “padre de los dioses y los hombres”-. De la primera unión, nacieron los mortales Clitemnestra y Cástor, y de la segunda, los inmortales Helena (de Troya) y Pólux. A pesar de su diferencia genética y mitológica, los dos hermanos mellizos congeniaron enseguida y se volvieron inseparables como siameses. Apodados Dioscuros, como herencia egipcia, se convirtieron en los patrones de los marineros y de los atletas, en la Antigua Grecia.
En cuanto a los romanos, siempre dispuestos a superar los mitos anteriores, recurrieron a la figura de la gemelidad para el mito fundador de Roma. Fruto del amor impuesto a la sacerdotisa virgen, Rea Silvia, por Marte -el rey de la guerra-, Rómulo y Remo estuvieron a punto de morir nada más nacer. Al enterarse de que su hermana no había cumplido con su promesa de castidad, el egocéntrico rey Amulio de Alba Longa -que ya había mandado asesinar a sus propios hijos para quedarse con el trono y cortar de raíz cualquier amenaza futura- no dudó ni un segundo en ordenar un castigo ejemplar para su hermana pequeña y su doble progenitura (“Total: solo son mis sobrinos” debió pensar el déspota para sus adentros).
Después de enterrar viva a Rea, el mandado verdugo abandonó a los gemelos a su suerte, en las orillas del Tíber, sin saber que el dios del Río rescataría, justo a tiempo, a Rea -que se convertiría en su esposa secreta-, y que dejaría a los gemelitos al cuidado de la loba Luperca. Y, por supuesto, lo que tenía que pasar... pasó: al descubrir la verdad sobre sus orígenes, Rómulo y Remo, sedientos de venganza, volvieron a su ciudad natal para matar a su tío abuelo. En muestra de su agradecimiento, el nuevo rey les regaló las tierras de su infancia con la loba, y los inseparables hermanos decidieron fundar una ciudad. Pero el destino, el oráculo o cómo se llame, les lanzó un desafío que acabó con la vida de Rómulo en manos de su hermano.
En homenaje a nuestros gemelos mitológicos, la constelación del Géminis destaca en el cielo por su luminosidad blanquecina.
A todos los Géminis, ¡muy feliz cumpleaños!
PD nº1: ¡Feliz cumpleaños a Eva M., Agnès G., Pablo, Isabel y Claudia de parte de todo el equipo de Mi Petit Madrid. Si tú también quieres mandar una felicitación virtual via Mi Petit Redes Sociales, mándala ya a Charo & Flo y la añadirán al momento en la PD siguiente...
PD nº2: ¡ Feliz cumpleaños ………! de parte de …………….
PD nº3: Pincha aquí para enviar esta historia a tus amig@s Géminis.
PD nº4: Ilustración by Vireta.
Fuentes:
- “La leyenda de Heliópolis”, de Elisa Castel, de la web Egiptologia.com.
- “El Mito de Cástor y Pólux”, de Javier Gómez, del blog Sobre Leyendas.
[Volver a Mi Petit Zodiaco]
Con la llegada de la astrología dentro de nuestras vidas, hace más de cuatro milenios, y sus intensos esfuerzos en relacionar las características de las personas con su signo zodiacal, los Géminis serán los protagonistas, durante los 30 próximos días, tanto en las revistas (¿femeninas?) como en nuestras ajetreadas agendas. Pero, antes de buscar el regalo perfecto para vuestr@s amig@s y/o familiares, nacidos entre el 21 de mayo y el 21 de junio, o de organizar vuestra esperada fiesta de cumpleaños, ¿quién se esconde detrás del Géminis en la mitología antigua?
En la Antigüedad, empezando por los egipcios con los dioses Horus “el niño” y Horus “el viejo”, seguidos relativamente de muy cerca por los griegos con Cástor y Pólux para que, finalmente, los romanos se los apropiaran con mito fundador mediante l@s figuras de Rómulo y Remo, se creó la leyenda de los hermanos gemelos para intentar explicar el misterioso fenómeno genético de su nacimiento, y de paso, el origen del universo, dando muchas vidilla a las complicadas relaciones (extra)conyugales de los dioses.
En la cosmología heliopolitana, los dioses Horus remontan a los denominados “años oscuros” cuando “el mundo no existía, la muerte no había sido creada, y el cielo, la tierra, los dioses, los hombres y los animales aún no habían nacido”. De ese caos total, Atum, surgido de la nada -y no es un decir- se masturbó y escupió literalmente a la primera pareja divina, y simbólicamente, a los géneros, el femenino y el masculino. Y de ese placentero “Big Bang” mitológico, nacieron pues Shu -el dios del aire- y Tefnut -la diosa de la humedad-, que concibieron, a su vez y en menos de un día, a Geb -el dios de la tierra- y a Nut -la diosa del cielo-. Finalmente, de esa nueva unión (incestuosa, según nuestros parámetros modernos) nacieron 2 niñas y 2 niños que también se casaron entre ellos y así sucesivamente, como si de la segmentación de células madres se tratara. Más que nunca hermanos de sangre, los gemelos Horus aparecieron para establecer, resumiendo mucho, un nexo entre el mito cósmico y el mundo humano.
Los griegos, en cambio, dejaron de lado el incesto -solo en este caso-, y potenciaron el engaño. Sus gemelos, Cástor y Pólux, nacieron igualitos pero de padre distinto. Según cuenta la leyenda (más famosa), Leda recibió, durante la misma noche, las fértiles visitas de su marido, Tindáreo -rey de Esparta- y de Zeus -el “padre de los dioses y los hombres”-. De la primera unión, nacieron los mortales Clitemnestra y Cástor, y de la segunda, los inmortales Helena (de Troya) y Pólux. A pesar de su diferencia genética y mitológica, los dos hermanos mellizos congeniaron enseguida y se volvieron inseparables como siameses. Apodados Dioscuros, como herencia egipcia, se convirtieron en los patrones de los marineros y de los atletas, en la Antigua Grecia.
En cuanto a los romanos, siempre dispuestos a superar los mitos anteriores, recurrieron a la figura de la gemelidad para el mito fundador de Roma. Fruto del amor impuesto a la sacerdotisa virgen, Rea Silvia, por Marte -el rey de la guerra-, Rómulo y Remo estuvieron a punto de morir nada más nacer. Al enterarse de que su hermana no había cumplido con su promesa de castidad, el egocéntrico rey Amulio de Alba Longa -que ya había mandado asesinar a sus propios hijos para quedarse con el trono y cortar de raíz cualquier amenaza futura- no dudó ni un segundo en ordenar un castigo ejemplar para su hermana pequeña y su doble progenitura (“Total: solo son mis sobrinos” debió pensar el déspota para sus adentros).
Después de enterrar viva a Rea, el mandado verdugo abandonó a los gemelos a su suerte, en las orillas del Tíber, sin saber que el dios del Río rescataría, justo a tiempo, a Rea -que se convertiría en su esposa secreta-, y que dejaría a los gemelitos al cuidado de la loba Luperca. Y, por supuesto, lo que tenía que pasar... pasó: al descubrir la verdad sobre sus orígenes, Rómulo y Remo, sedientos de venganza, volvieron a su ciudad natal para matar a su tío abuelo. En muestra de su agradecimiento, el nuevo rey les regaló las tierras de su infancia con la loba, y los inseparables hermanos decidieron fundar una ciudad. Pero el destino, el oráculo o cómo se llame, les lanzó un desafío que acabó con la vida de Rómulo en manos de su hermano.
En homenaje a nuestros gemelos mitológicos, la constelación del Géminis destaca en el cielo por su luminosidad blanquecina.
A todos los Géminis, ¡muy feliz cumpleaños!
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Fuentes:
- “La leyenda de Heliópolis”, de Elisa Castel, de la web Egiptologia.com.
- “El Mito de Cástor y Pólux”, de Javier Gómez, del blog Sobre Leyendas.
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Mi PETiT ZODiACO
Que sea occidental, hindú o china, la astrología concuerda en dividir el año en 12 signos. Aunque no se llamen igual y no se basen exactamente...
ViRGO
A diferencia de las demás constelaciones, existen múltiples versiones o confusiones acerca del origen de Virgo que se asocia principalmente...
ViRGO
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ViRGO
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LEO
Fruto del amor sin duda salvaje entre el repugnante Tifón -que se pasaba el día echando pestes y fuego por la boca cuando no estaba...
LEO
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LEO
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CÁNCER
“De la Tortuga” para los babilonios, y “del Escarabajo” para los egipcios, la constelación con forma de pinza (echándole mucha imaginación)...
CÁNCER
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GÉMiNiS
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GÉMiNiS
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GÉMiNiS
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GÉMiNiS
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TAURO
Desde su representación en las cavernas, por los hombres prehistóricos, hasta su presencia en un prado o un ruedo, el toro...
TAURO
Desde su representación en las cavernas, por los hombres prehistóricos, hasta su presencia en un prado o un ruedo, el toro...
TAURO
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ARiES
Además de ser un signo del zodiaco, Aries es el nombre de una constelación, simbolizada por los cuernos de un carnero, visto...
ARiES
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PiSCiS
A diferencia del Acuario cuyos orígenes no han creado nunca polémica, el signo del Piscis acepta dos fuentes mitológicas distintas para...