COOK iT YOURSELF - Mi Petit Madrid * - RECETA DE AMOR (nº6): ENSALADiTA DE AGUACATE

RECETA DE AMOR (nº6):
ENSALADiTA DE AGUACATE

Ingredientes para 2 personas:
1 aguacate
1 tomate rojo
1 cebolleta
50 gr. de jamón Ibérico
50 gr de queso de Cabra
1 cucharada sopera de aceite de oliva virgen
1 chorrito de vinagre de balsámico
1 cucharadita de mostaza de Dijon
1 puño albahaca fresca, fresca si es posible.
1 puño de canónigos
1 puño de rúcula
sal y pimienta.

No todos los días se dedica uno a escoger las preguntas de un test lleno de palabras de amor. Y, a veces, solo a veces, las palabras esconden tal cantidad de soledad, de tranquila nadería, que nos da miedo. Se convierten en balas de cañón, dispuestas a rompernos las piernas. Y eso es lo que hago frente al puesto de verduras. Sintiendo como la lluvia que ¡por fin! a decidido descargar, que ¡por fin! a decidido aplacar ese bochorno que nos invadía, no me moja a mí. Mientras, la contemplo tras una cristalera, empapándome de café las neuronas, y sonrío al imaginarla, a usted, corriendo entre adoquines, para que la excelsa agua solo la roce.

La nostalgia me invade los sabores al comprar esas cebolletas, el jamón y el queso de Cabra. Cada elemento de este plato guarda un recuerdo. Por separado. Y eso es lo que intento llenar con usted. Momentos llenos de recuerdos. No. ¡Mejor! Quiero llenar este trayecto, del mercado a casa. Cada paso de este plato de un elemento que me haga sonreír al recordarlo, que me recuerde a usted. He decidido cambiarme al té.

Y mientras mi cerebro borbotea de síes, de nones, de estulticia y esperanzas, pelo, lavo y pico fino la cebolleta. Pelo y lamino el aguacate. Lavo los tomates, (me gustan con piel ¿Sabrá disculparme?) y los hago rodajas finas como un suspiro, de los que llevo todo el día soltando, como si soltarlos me lavase de mi nostalgia, la soledad que me invade cuando sé que el tiempo puede ir tan lento; cuando ese ínfimo futuro se alarga como un chicle, y me aleja de sus labios, de futuros besos...

Lavo los tallos y hierbas frescas, y las desmenuzo con los dedos. Podría haberlo cortado a cuchillo. Pero me relaja más. Y además, me sazona la punta de los dedos y la pituitaria... de olores salados. Hummm.

Pico el jamón y el queso en taquitos que me exploten de sabor entre los dientes. Y pongo el aliño en un bote. E inicio un movimiento de brazos, por encima de la cabeza, mientras sigo el ritmo con mis caderas, y susurro la canción que dice...”La flor que siempre quise en mi jardín”.

Dispongo todo en ¿dos boles o en una ensaladera? ¿Compartir o dejar que babee mi propio bol? Porque la sonrisa va encaminada a ponerme enfrente y dejarme acariciar por las sutiles mentiras de mis ojos, desbrozando la selva de abrazos en que me pienso perder. Y si hay ¿peligro? Siiiiiiiiiiii. Quiero un volcán en plena irrupción. Quiero la seguridad de una playa, azotada por un vendaval del Norte, por la .Tramontana ¿Y yo? Refugiado en usted. Acurrucadito en usted.

De Miguel López Castanier, La Taberna de Liria.

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