Vanessa Delli quería emprender un negocio que aunara sus dos pasiones: los alimentos biológicos y la belleza natural. Entonces, cuando surgió la oportunidad, tuvo clarísimo que abriría un “organic beauty café”, un tipo de establecimiento que hasta ahora no existe en la capital. Y, a principios del pasado mes de diciembre, abrió las puertas de DelliCare, un coqueto local, en el barrio de Chueca, en el que lo mismo puedes tomarte un rico smoothie como hacerte un tratamiento de belleza en cabina, o llevarte a casa el último cosmético de las mejores líneas orgánicas o uno de los llamados “superalimentos” (con propiedades desde antioxidantes a cardiosaludables).

   Pero volvamos al origen de todo. Vanessa Delli (retratada aquí), colombiana de nacimiento -que vivió muchos años en Miami y que se trasladó con su marido a España hace quince años-, ya tenía formación en estética cuando, en 2008, se puso a investigar sobre la química aplicada a la cosmética. Se sorprendió al descubrir la cantidad de ingredientes tóxicos, que se encuentran en las formulaciones de productos para el cuidado personal. Y, a partir de esa concienciación, su interés por productos de procedencia orgánica, tanto en alimentación como en belleza, fue creciendo hasta que se decidió a hacer un detallado estudio de mercado.

   ¿El resultado? Vanessa identificó Chueca como el barrio ideal para el público al que quería dirigirse: “desde las personas que se cuidan con todo orgánico a las que no lo hacen ya que aún son muchos los que no saben que los productos orgánicos tienen más vitaminas y minerales, y que están libres de pesticidas”. Pero, sobre todo, con la práctica, Vanessa descubrió que la fórmula ideal es una dieta orgánica en un 80% y tradicional con el 20% restante: “Intentar ser 100% orgánico lleva a un comportamiento obsesivo compulsivo, y además es imposible, ya que el agua no lo es. Vivimos en un entorno muy contaminado”. Por eso, la filosofía de DelliCare es el equilibrio.

   El local de Vanessa es pequeñito pero su decoración relajada (y relajante), de vigas vistas originales de la finca y colores suaves como el gris oliva o el beige, invita a olvidarse del bullicio de la gran ciudad. Nada más entrar, te dan la bienvenida unas cuantas mesas en las que degustar sus propuestas orgánicas, desde ricos desayunos bio a batidos en los que se combinan frutas, verduras y “súper alimentos” como las bayas Goji o el maqui Berry. También hay tartas, postres y hasta cócteles orgánicos, un menú de mediodía por 10 euros, con platos como lasaña de verduras o pasta de calabacín, y en breve se servirán aperitivos de noche.

   A mitad del local, está la pequeña beauty boutique, con 3 armarios de inspiración retro donde se colocan los cosméticos de firmas orgánicas como Zelens, Tata Harper, Primavera o The Organic Pharmacy: “No es cierto que la cosmética natural sea menos efectiva -sostiene la propietaria de DelliCare-. Depende mucho de la concentración de ingredientes activos”. Y, siguiendo hacia al fondo, se llega a la “BIOuty Room”, una única y acogedora cabina de belleza orgánica (casi parece un pequeño dormitorio), donde se ofrecen tratamientos 100% eco. La estrella es el facial con caracoles: los moluscos se colocan directamente sobre el rostro, y su rastro de baba deja la piel suave e hidratada. Cierto que no es apto para aprensivos, pero tampoco son unos caracoles cualquiera. Proceden de cultivo ecológico de la región de Trentino en los Alpes italianos, y Vanessa Delli los tiene en su casa, los cuida con mimo, y los pone al sol.

   Como bien dice Vanessa, “la belleza va de dentro a afuera y viceversa, y ambos caminos son sumamente importantes”. Porque la piel es el reflejo de todo lo que nos sucede internamente, ¡cuídate en DelliCare!

                                         (De Abigail Campos, el 17 de febrero de 2015)

Referencias útiles:
DELLiCARE
Calle de Pelayo, 45
28004 Madrid
910 235 759
M Chueca

Horario:
- De Martes a Viernes: de 10h a 21h;
- Los Sábados: de 12h a 21h.

Para seguir los pasos (re)creativos de DELLiCARE, conéctate a su web, su Facebook y su Twitter.

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